Capítulo 17- En celo

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Habian pasado exactamente tres dias desde que sus padres habían tomado el viaje hacia España y en definitiva los estaban disfrutando, tanto Erick como Christopher

Desde la dramática película que habían visto, sólo habían hecho cosas románticas, más bien, cosas que sólo las parejas hacían. Salían a comer y se reían cuando a uno de los dos le quedaban residuos de comida en la comisura de sus labios, también iban al parque, en ocasiones sus manos se rozaban mientras caminaban y podían sentir esa electricidad tan placentera que los invadía cada vez que sus pieles se tocaban. El museo había sido el último lugar al que habían visitado y no cabía duda que la habían pasado increible

Ese día era viernes, la noche había caído y Christopher se encontraba en la cocina de su casa tratando de calmar sus hormonas mientras sacaba las palomitas del microondas pues a Erick a mitad de la película de acción que estaban viendo, se le había antojado comer palomitas de maíz y era obvio que el castaño lo iba a complacer

-¿Necesitas ayuda?- el ojiverde entró a la cocina asustando al mayor, este trató de no mirarlo

-No te preocupes- colocó todas las palomitas en un tazón y se dedicó a ponerles la mantequilla -Esperame en el sofá, ya casi termino

-La película está aburrida sin ti- camino hasta el castaño y lo abrazo por atrás, con sus manos puestas en los pectorales del alfa quien se había resaltado ante la repentina caricia -Nesecito que me rodees con tus brazos

Christopher cerró los ojos y su respiración se aceleró cuando Erick se acercó al lado derecho de su cuello y pego sus labios en su piel, besando la zona y subiendo hasta morder el lóbulo de su oreja. Sus manitas acariciaron todo su torso por encima de su camisa y cuando estas estaban por bajar al borde de su pantalón, supo que era tiempo de parar la situación

Pero no lo hizo

Dejo que el omega siguiera con esos toques que lo hacían perder la cabeza. El sudor empezó a expandirse por todo su cuerpo a un nivel en el que unos cuantos mechones de cabello se pegaron a su frente, el bulto en su pantalón comenzó a doler demasiado y estaba seguro que en cualquier momento sus colmillos iban a salir si Erick no paraba

Se dio la vuelta para quedar cara a cara con el pequeño chico, tomó sus rosadas mejillas y las beso una por una, quemando sus labios por lo caliente que estas se encontraban. El menor le sonrió, colocando sus brazos en el cuello del alfa. Sus ojitos verdes brillaron cuando unos mieles totalmente oscuros, lo observaron

-¿Qué sucede?- la voz del mayor sonó muy ronca mientras acariciaba sus mejillas con suma lentitud y su ceño totalmente fruncido

-¿Y a ti?- le devolvió la pregunta sin apartar la mirada -¿Que te sucede, Chris?

Erick había notado desde la mañana el comportamiento del ojimiel, no era el de siempre, sus pupilas habían estado dilatadas todo el día, sudaba con frecuencia, trataba de estar lo más distanciado de el, casi no le había prestado atención algo que le pareció bastante extraño ya que Christopher siempre pasaba al pendiente de el, no le había dado un tan sólo beso desde la noche anterior, ni siquiera se había tomado la molestia de tocarlo o abrazarlo mientras veían la televisión, pero no se sentía mal por eso por que ya tenía una idea de que era lo que le pasaba al castaño

Podía olfatiar a kilómetros ese olor que poseía el alfa, era tan fuerte y delicioso que había provocado una terrible erección en sus pantalones y estaba seguro que el no era el único con ese problema

-Nada...- Christopher bajo la mirada y camino hacia el refrigerador ignorandolo por completo

Erick se voltio a verlo y se volvió a deleitar con ese olor tan exquisito

Abrió la puerta de la heladera y metió un poco su cabeza, cerrando sus ojos y tratando de calmar su respiración la cual seguía acelerada, el frio logró quitar un poco el sudor de su cara, enfriandola también ya que se encontraba totalmente caliente y no sólo era su rostro, su cuerpo también estaba de esa manera

Maldijo en sus adentros al darse cuenta que los supresores que se había tomado en la tarde no le estaban ayudando y estaba comportándose de la peor manera frente al omega quien poseía un delicioso aroma que penetraba sus fosas nasales y lo hacían ponerse aún más mal de lo que ya estaba

-Chris...- mordió fuertemente su labio cuando escucho esa vocecita -Amor... Ya se que es lo que te pasa... puedo olerlo

Estaba seguro que si Erick continuaba hablando iba a perder todo el control que estaba teniendo en ese momento. Trato de enfocar su nariz en otra cosa que no fuera el aroma de ese omega, para seguir manteniéndose fuerte

-¿E-Estas en tu celo, verdad?

-No te asustes...- su voz había salido más ronca de lo normal, pues su alfa interior se estaba apoderando de el -No te voy a violar, tome supresores... estaré bien

-¿S-Seguro?- se acercó con pasos lentos hacia el ojimiel quien aún se encontraba dándole la espalda

-Sera... Será mejor que te mantengas alejado

-Por eso has estado tan distante conmigo...- seguía caminando lentamente hacia el -E-Estas en tu celo y no quieres lastimarme... es eso ¿No?

-Si ya lo sabes, para que preguntas- cerró la puerta del refrigerador y se apoyó con ambas manos en la encimera, con su cabeza baja y con un omega atrás de el -No te acerques más

-¿Porque?- el ojiverde lo abrazo como lo había abrazado anteriormente

Christopher sintió su piel arder, soltando y aspirando aire rapidamente, su boca se encontraba abierta, su ceño fruncido, sus ojos cerrados y sus manos en el mismo lugar apretando con fuerza en donde estaban apoyadas

-E-Erick... basta

-¿Porque, Chris?- metió sus pequeñas manos bajo la camisa del mencionado, con su nariz acariciando su pálida nuca, poniéndose de puntitas para lograr llevarla al cuello del mayor, oliendo una vez más el aroma tan excitante que este producía -Dejame ayudarte

Su susurro provocó que los ojos mieles del alfa se tornaran de un fuerte color rojo y que sus colmillos estuvieran apuntó de salir, pero no lo hicieron

Se dejó llevar por todo lo que estaba sintiendo y se dio la vuelta encontrándose con unos lindos ojos esmeralda que lo vieron sorprendido al notar el color de sus ojos, pero el pequeño no se movió y siguió abrazado a su cuerpo, Christopher tomó con fuerza su delgada cintura y de un momento a otro lo llevo hasta la barra, pegando la espalda del omega en esta, dejandolo completamente prisionero contra el metal y su cuerpo

-¿En verdad quieres ayudarme?- pregunto el alfa tan cerca de sus labios

Erick se encontraba sorprendido, más no asustado, miedo era lo último que podía tener al estar frente al mayor, ya que este se había dedicado a hacerlo sentir completamente protegido y a salvo

Lo tomó del cuello y lo acercó aún más a su boca

-S-Si...- susurro -Por favor... Dejame ayudarte

Ninguno de los dos pudo resistirse más y se besaron. Ambos estaban conscientes de lo que estaba por pasar y lo anhelaban con toda su alma, sobre todo el alfa

"Un mundo nace, cuando dos se besan"

Nota: Se que este capítulo y el anterior están un poco cortos, pero les aseguro que el siguiente estará más largo, trataré de subirlo lo más rápido que pueda, posiblemente mañana ya estará listo

Muchas gracias por sus votos y comentarios, l@s quiero♡

Mío (Omegaverse) [Chriserick]Where stories live. Discover now