"Mi osito"

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Recuerdo que era un viernes y ese día salíamos de vacaciones de semana santa.

No tuvimos clase, así que salimos al jardín a comer un poco y relajarnos, estuvimos jugando y contándonos cosas entre mis amigos y yo ya que teníamos que hacer tiempo porque aún no nos podíamos ir, todavía faltaba la última clase que era historia.

Quería darle algo al profesor para que se acordara de mí en las vacaciones, así que decidí hacerle una carta, tome los plumones y una hoja blanca. Empecé a escribir pues me sentía inspirada, el cielo estaba nublado, el pasto era cómodo y tenía muchas ganas de ver a Maximiliano.

-¿Qué haces?

-Una carta para el profesor Maximiliano

-¿en serio?

-¿Por qué?

-Pues no deberías darle eso, a lo mejor lo toma a mal

-Yo digo que si se la dé –dijo mi amigo

-Pues la voy hacer y a ver si me atrevo a dársela

-Yo se la doy por ti

-Bueno, siendo así, la empezare a hacer

Mis amigos me motivaban con respecto al profesor Maximiliano, no entendía por qué, pues no es algo normal y a veces tampoco es bien visto, pero con su apoyo ya no me sentía rara o mal por sentir algo por un profesor, porque aun que estuviera mucho más grande que yo eso no me importaba, lo que realmente me detenía un poco era que es mi profesor.

Inicie la carta poniéndole "mi osito", ya sé que es un apodo un poco infantil pero cada vez que veía al profesor me daban ganas de ponerle una botarga de oso, de seguro se vería muy tierno y lindo, pero no sé cómo lo iba a tomar el profesor, pues ya que obviamente él es más maduro que yo y a lo mejor se le hacía un poco tonto todo el asunto de la carta, pero no me importo en ese momento, lo que yo quería era que la leyera y sonriera un poco y que en ese momento solo yo estuviera en su mente.

Ya eran las 7 y estaba lloviendo, la lluvia es una de las cosas que más me gustan, entonces para mí era el día perfecto. El profesor ya se había tardado, eran las 7:20 y él no llegaba así que decidí salir un rato a mojarme porque la idea de que el no llegara y no pudiera darle mi carta me hacía sentir un poco mal, así que me quede un rato parada bajo la lluvia, me encanta esa sensación de las gotas de agua en la cara y brazos. Cuando entre estaba escurriendo y en eso llego mi profesor, igual que yo estaba totalmente mojado, una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en mi cara.

-¡profe! Me bañe para usted

-yo también me bañe para ti

No pude evitar sonreír ante ese comentario, pues lo dijo de una manera muy linda además existían muchas respuestas para lo que yo había dicho, pero eligió la más bonita o a lo mejor así me lo imagine, pero siempre aprovechaba para decirle algo y al estar totalmente mojada de mi cabello pues se lo dije, aunque muchas veces no pensaba lo que decía, simplemente me dejaba llevar por el momento.

Entramos al salón y nos explicó por qué había llegado tarde, nos dijo un par de cosas y en cuanto termino nos indicó que ya nos podíamos ir, así que tome mi mochila y saque la carta

-toma, se la das lo más discretamente posible, si ya no están nuestros compañeros mucho mejor

-claro, yo sé en qué momento

-muchas gracias, nos vemos regresando de vacaciones

-de nada

-no se te olvide eh

-claro que no

Me salí del salón, confiando en que mi amigo le daría la carta al profesor, estaba llena de nervios y eso que yo no le di la carta, en todo el camino de la escuela a mi casa me la pase pensando, ¿ya habrá leído la carta?, ¿Qué habrá pensado?, ¿le habrá gustado?, no podía sacar de mi mente todas esas preguntas, pero lo bueno es que ya no lo vería hasta regresar de vacaciones.

Sabía bien que lo iba a extrañar en las vacaciones aunque solo fuera una semana y media, pero no verlo me hacía sentir vacía, pero creo que era bueno descansar de tantas emociones que él me provocaba con su mirada y su voz, a lo mejor y así dejaba de sentir tantas cosas por él.

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⏰ Last updated: Jun 18, 2019 ⏰

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MaximilianoWhere stories live. Discover now