Capitulo 10

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Subir los tres pisos corriendo fue una de las cosas más difíciles en mi vida, pues cada tramo de escaleras se me hacia eterno, sentía que nunca iba a llegar antes de que las enfermeras notaran la jugarreta, pero nadie me alcanzo, ni nadie me esperaba a la entrada del elevador, camine con más calma fingiendo que estaba donde debería, camine directo a una enfermera, ella me reconoció en el acto y sonrió, creí que estaba perdido

- sabía que era su novia- dijo mientras me señalaba con su pluma

- ¿me diría en que habitación…?- no me dejo ni terminar la pregunta cuando pregunto

- ¿no le dijeron abajo?- sus ojos brillaban de astucia

- no… unas fans… bueno

-entiendo, sígame- sin más aviso hecho a caminar

Fui tras ella aun con el corazón en la garganta, me dolía el doble el corazón de lo que nunca me había dolido, una parte por lo estúpido que había sido, por todas las maldiciones que había proferido, por dudar de su amor después de tantas cosas que pasamos juntos, y por otro lado, la angustia de que estuviera en el hospital, que hubiera estado en terapia intensiva, el hecho de que había sido la única paciente con heridas tan graves, el hecho de que según la enfermera que me guiara no hubiera despertado ni una sola vez desde que la hospitalizaron, no sabía ni que esperaba ver en la cama… me torturaba a mi mismo con imágenes de ella llena de magulladuras que seguro le dolerían a mares, o huesos rotos y enyesados, o llena de tubos y agujas que la mantenían viva, no sabía cuál de aquellas imágenes era la peor, o quizá sería peor encontrarme con una combinación de las tres. Por fin se detuvo la mujer frente a una habitación, respire hondo mientras ella me miraba con curiosidad

-¿está listo?- pregunto, asentí con la cabeza- ya está fuera de peligro, quiete esa cara

-pero ella no ha despertado- dije con preocupación- podría estar en coma

- no piense en esas cosas- dijo la enfermera con una mueca que seguramente significaba que tenía razón- vamos, ese ánimo arriba- abrió la puerta y me empujo dentro de ella, no podía creer como se veía (t/n)

No era ninguna de las más trágicas imágenes de mi mente, si tenía un par de agujas, pero seguramente una era de medicamento y otra de suero, ella respiraba sola, tenía la pierna enyesada igual que brazo izquierdo, unos cuantos moretones, no parecía tan grave, lo único realmente malo era saber que no había despertado ni una sola vez desde su hospitalización y según decían también no había movido ni un solo musculo, al día siguiente tenían planeado entubarla pues creían que sus pulmones fallarían pronto

Una Navidad con Ryeo WookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora