18- Drama + Celos

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Sábado 5 AM...

Debía ir al aeropuerto, el vuelo de la Rafi y papá aterrizaba en tres horas. No había podido dormir mucho, así que era mejor salir temprano y conducir con cuidado.

Durante el camino, Alycia dormía tranquilamente en el asiento del copiloto; mientras yo iba perdida en mis pensamientos. Estos días habían sido una total y absoluta mierda.

No podía evitar acordarme de los sucesos ocurridos, sobre todo el jueves y viernes, esos días fueron un completo desastre...
...

Flashback

Después de lo que sucedió con Alba el miércoles, agradecí al cielo que María se hubiera quedado conmigo esa noche, su compañía había sido como una inyección de buena vibra que combatió el mal rato que pasé.

Ella me arrastró a mi habitación y nos tiramos a mi cama a conversar sobre lo caóticas que se habían tornado nuestras vacaciones. No podíamos evitar reírnos mientras recordábamos el último día de universidad. Cuando habíamos planeado: los viajes, paseos, las salidas. Se suponía que todo iba a ser diversión, felicidad, cachondeo.

Pero no... No fue así. Las dos habíamos divisado el futuro antes de tiempo y nunca nos dimos a la tarea de pensar en los obstáculos que venían con ello. Obstáculos con nombre y apellido.

...

Recuerdo perfectamente que el jueves me levanté pensando en Alba y en todas las cosas que me había dicho la noche del miércoles. Conservaba la esperanza de que sus palabras solo habían sido producto de la ira del momento y todo volvería a ser igual...

Pero no, la chica se empeñaba en que todo fuera difícil.
Recuerdo que ese día en la mañana, bajaba las escaleras en compañía de la Mari para ir a la cocina, pero me detuve en el último escalón cuando vi a la chica en la sala viendo TV con Julia.

Decidí jugármela y me acerqué a ellas para dar los 'buenos días', pero solo Julia me contestó. Alba me ignoró y solo acariciaba la cabecita de Shawn que estaba sobre su regazo.

Julia me regaló una sonrisa de disculpa, y solo atiné a negar con la cabeza mientras sonreía un poco, dándole a entender que no se preocupara. Lo dejé pasar y volví a la cocina para ayudar a Maria con el desayuno.

En horas de la tarde, mientras disfrutábamos del almuerzo, las cuatro estábamos en el comedor pero ninguna de nosotras hablaba, era una situación muy incómoda. Yo trataba de buscar la mirada de Alba pero ella se negaba y se negaba a mirarme...

Minutos después, María se aclaró la garganta para acabar con la incomodidad y empezó a hablar con Julia.

Poco a poco la conversación iba tomando fluidez y en unos instantes, todas conversábamos y reíamos. Pero por supuesto, Alba no participaba cuando yo lo hacía, ni se reía de los chistes que yo contaba de vez en cuando. Era una verdadera mierda.

Fue así durante el resto del día, no me miraba, no me hablaba, nada que tuviera que ver conmigo era de su incumbencia, excepto Jack, a él si lo consentía, lo mimaba y le hablaba como un bebé.

Esta situación me estaba jodiendo demasiado, estaba
desesperada por la atención de Alba, y en la noche antes de ir a la cama, no aguanté más e intenté entrar a su habitación pero todo fracasó . Una almohada terminò en mi rostro y casi termino rodando por las escaleras. Alba me sacó a empujones de allí y me gritó que no la molestara...

...

Los problemas entre Maria y Sabela siguieron. Nunca había visto a mi amiga en tales condiciones cuando terminaba una llamada con su novia. Ella seguía dándole las mismas respuestas de hace unos días. 'Estoy bien y no quiero que vengas' Me sentía mal por ella, de verdad que esta situación era frustrante...

La paciencia de la Mari finalmente se agotó el día viernes, cuando volvió a llamar a su novia y esta vez no obtuvo ni siquiera una respuesta. Ella no lo pensó más y estuvo decidida a enfrentarla para que de una vez y por todas, dejaran las cosas claras.

Después de tomar el desayuno, me pidió que la llevara a esa casa. Yo no estaba muy convencida de que fuera una buena idea, pero al final no tuve otra opción.

...

Cuando llegamos a la casa de Sabela, yo me quedé dentro del auto mientras miraba a Maria bajarse decidida y caminar hasta la puerta. Las manos me sudaban y el corazón me latía. Tenía miedo. Miedo de que algo malo sucediera.

María llegó a la puerta y empezó a tocar repetidas veces. La pobre se veía bastante desesperada, ya que nadie respondía. Sabela y yo no éramos tan cercanas pero no podía evitar sentirme preocupada por ella también. Solo me preguntaba ¿Por qué estaba actuando de
esta manera con María?

Finalmente después de varios intentos fallidos, María volvió al auto bufando y agarrándose fuertemente el cabello.
Se posó contra mi ventana y en sus ojos podía ver solo furia.

¡Natalia, serás mi novia! Where stories live. Discover now