Una Historia para la Vida.

Aprendí a Morir

Un día la muerte se acercó a un chico, con un tono amable y compasivo le habló al joven; lo abrazó y lo levantó de su estado melancólico, con un lenguaje persuasivo le habló al oído; le dio una solución para todos sus problemas, para que pare de sufrir y de sentir el dolor que aqueja su vida cada día; solo tenía que elegir, si irse a los campos elíseos con ella o quedarse en el inframundo donde vivía.

EL chico con aliento desanimado respondió la propuesta de la muerte, pero le pidió que espere un tiempo, que aun no estaba preparado para irse. la muerte le sonrió y se apartó. El joven se levantó, limpio sus lágrimas y siguió caminando en su mundo oscuro.

Pasaron los años y la muerte se acordó de aquel muchacho y decidió buscarlo otra vez. Se sorprendió al ver el mundo diferente, lleno de luz y música; ella pensó que se había equivocado, este no podía ser el mismo chico que conoció hace años, la muerte estaba a punto de irse, cuando escucho una voz familiar, ella voltio y lo vio, el joven se había hecho un adulto lleno de luz. te estaba esperando dijo el joven; ¿qué pasó aquí? le respondió la muerte.

El día que te fuiste me comencé a preparar para morir, aleje a las personas que me lastimaban, a las que no quería que estén en mi funeral, y confieso que hubo tiempos que de quise llamar, pero me fortalecí pensando que aun tengo algo que hacer, así que decidí cumplir mis metas, mis sueños que enterré por escuchar opiniones vacías. aprendí música, e hice que mi vida se una canción. con momentos de silencios, con instantes alegres y tristes, pero siempre dejaba una enseñanza para quien lo escuchaba.

La muerte cerró las cuencas de sus ojos y escucho la melodía extraña que llenaba el ambiente, los acordes eran sencillos, pero con gran profundidad sus letras. El joven tomó un álbum de fotos y la puso en las manos de la muerte. Como si fueran viejos amigos el joven le siguió hablando mostrándole cada foto. Al principio estaba solo dijo el joven desanimado mostrando las primeras páginas, pero sabiendo que tu vendrías por mí el día de mañana, perdí el miedo y comencé a viajar, conocí muchos lugares y muchos parajes, vi muchos atardeceres en diferentes partes, pero siempre me gustó más ver salir el sol cada mañana. Las hojas del álbum se congelaron en la mitad; El hombre sonrió orgulloso y señalo a un chico en una fotografía, el me ayudo a cumplir otra meta, cambiar una vida. La muerte acercó la foto y lo reconoció, la tenía que morir hace un par de años, pero un día su destino cambió. El joven siguió hablando, mostrándole cada foto a la muerte, y se volvió a detenerse en una foto que ocupaba toda una hoja; en mi viaje conocí mucha gente que realmente me escuchaba, que me valoraban por lo que era y no por lo que fingía ser, y con una de esas personas me casé.

El joven se paró y vio el primer lugar donde vio a la muerte; Quise vivir mi vida bien, pero fracasé, pero cuando tu apareciste, decidí morir bien. Consideré un arte tu venida y la deje de temer y buscar; viví cada día como si tu vinieras mañana por mí. La fúnebre muerte se vio sorprendida por un abrazo de aquel joven, y el antes de soltarla le susurro al oído con la misma voz que ella un día le habló, le dio las gracias por haber tardado todos estos años, y por no olvidarlo en todo este tiempo.

La muerte que había permanecido en silencio, tomó por los hombros al chico y muy triste le dijo ¿porque lo había hecho?, él le respondió limpiando las lágrimas de la muerte, que aquel día pensó que, si decidía irse iba a ser una decisión por el dolor, pero decidió mejor tomar una sección con toda la alegría que podía conseguir en un tiempo. Él no quiera irse vacío, no sin sueños, no llorando. La muerte extendió su mano y con mucho dolor quiso cumplir con su trabajo. Qué deseas le dijo la muerte son sencillez; irte conmigo a los campos silicios o seguir esperando que yo venga por ti.

- Muerte, - el vio sin miedo la mano temblorosa de la de su vieja amiga - muerte yo quiero ......­-

FIN