TORMENTA

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Aparecieron en la casa estilo japonesa, Harry los esperaba desesperado

Al verlos aparecer, corrió hasta ellos con varita en mano, Ahí estaba su pequeño niño, el cuerpecito de su hijo con una gran espada Atravesándole el pecho

- por los dioses  ¿Qué fue lo que ocurrió? - preguntó Harry a Draco tomándolo del cuello

El responsable era Draco, esa espada era del rubio, estaba seguro

- quita esa espada ahora mismo - exigió con los ojos cambiando a un verde más intenso, señal de su furia

-  no quitarás esa espada de su corazón - ordenó Draco sin inmutarse por la rabia de su compañero -  no podemos... su magia está demasiado inestable; sabes lo que ocurrirá si eso suceda - explicó soltándose del agarre del azabache

Harry podía llegar a tener mucha fuerza bruta, recuperando el aliento, maldito Gryffindor

¿Por qué demonios no podía golpear a ese idiota? De poder podía, de querer no quería

- trae las pociones - pidió el rubio inclinándose  sobre el menor, el cuello le duele

Harry asintió en silencio, cierto primero debían atender al menor, después podía golpear a ese ególatra

Estuvieron atendiendo al menor alrededor de unas tres horas,  con pociones y vendajes; una vez terminaron, llevaron a su habitación al menor para que descanse; ninguno se separó del pequeño niño, ninguno quería alejarse de su hijo

Ambos jóvenes dejaron salir un suspiro de alivio, su hijo estaba vivo, con algunas heridas, pero estaba con vida y eso era lo que contaba

- ¿Qué fue lo que ocurrió? -  preguntó Harry aún de mala gana

¿Por qué Kyoya había liberado el sello, sabiendo cuáles serían las consecuencias? No podía imaginarse

- protegió a los que quería - respondió Draco mirando dormir a su hijo

Harry no supo qué decir ante esa respuesta, sonrío con ternura, aunque Kyoya nunca lo admitiría tenía mucho de él y de Draco

El niño era una combinación perfecta de los dos y su más grande tesoro, sabía que debió ser grave para que pierda su forma adulta 

- es un Gryffindor como tú -  le dijo burlón el rubio, odiaba verlo triste

Prefería verlo, enojado, furioso que triste

- yo que pensé que siempre sería un Slytherin en como tú - respondió el Gry en el mismo tono

Guardaron silencio por un largo rato, un llanto ahogado se dejó escuchar

- deja de estar lloriqueando y ven aquí - abrió los brazos Malfoy, al menos el responsable de ese llanto había muerto en sus manos

Harry se abrazó a Draco con fuerza, dejo salir su llanto, había estado a punto de perder a su hijo, a su pequeño

-  estará bien... no te preocupes Harry - lo envolvió en sus brazos

Amaba a ese torpe león, tal vez desde la primera vez que lo vio, mucho antes de saber que era el niño dorado, sus ojos eran únicos

- ¿de verdad estará bien? - preguntó Harry un poco más tranquilo

Con la única persona que podía mostrarse débil era con el rubio egoísta, podía sentirse libre de llorar, insultar, golpear, libre de ser el mismo sin críticas, reproches o lastima

- estará bien, pero ya no podrá volver - murmuró sin soltarlo

- eso... sí, es una verdadera pena  -  Dijo Harry apoyando su cabeza en el hombro del rubio

HEREDERO DEL TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora