Katsudeku Week

1. Yami y Gogo

Yuu está a punto de matar a alguien.

Los mataría si lo encontraba en...

Los encontró, pero se le paso todo mal sentimiento cuando vio a Gogo recostado en el hombro de Yami y este recostado en Gogo.

Era una imagen tan tierna, ella quería mucho a sus amigos, pero la hicieron buscarlo por casi dos horas y eso no se queda atrás...

—¡ATAKANI, GOGO... OTRA VEZ DORMIDOS! — imito la voz ronca del en cargado de la biblioteca de la escuela.

—NO SEÑOR! —ya había recibido muchos regaños y se despertaron rápidamente para encontrarse a Yuu toda sonrojada y riendo— ¡YUUUU!— gritaron los dos.

—Se lo merecen, los estuve buscando por casi dos malditas horas y están aquí echando la siesta y leyendo...— toma el libro entre sus manos y lee— "amor después de la muerte"... ¿en serio Yami?

—A mí me gusto— dice Katsuki algo soñoliento

—Paso algo extraño— dice Yami— soñé que Kacchan veía a pedirme perdón, pero no sabía porque lo hacía, tenía ropa del siglo XII.

—Yo soñé que iba a recoger flores— dice Kacchan, como recordando lo que soñó— y tenía un gran dragón rojo, y volaba.

—¿de verdad Katsuki? — dice Yuu ante lo obvio.

—Yo soñé que Kacchan, si camisa y con una capa venia sobre el dragón y me daba unas ramas de sakuras.

Yuu escucha atenta a sus amigos, es un ping pong de ideas... ella ya está acostumbrada.

—También soñé que fui a una fiesta de burguesía.

—Yo también y que me llevabas al jardín a darme un beso— dice Yami un poco sonrojado.

—También soñé que estábamos en China y que debías casarte conmigo, Yami.... y me pedías un beso— Yami se avergonzó ante lo dicho por Kacchan.

—Soñé con tu comic, Kacchan... que yo era doctor, pero sin poderes y tu ere un prohero, eras alto y con rasgos maduros, creo que unos 28 años o tal vez más.

—Yo soñé que tenía 16 y tú estabas en la universidad y que tenía celos de perderte.

—Soñé que te horneaba galletas.

Yuu se le prende las alarmas

—Yo soñé que las comía.

—¿y sobreviviste, Katsuki? — pregunta su amiga, sabiendo la poca habilidad de su amigo ante la cocina.

—¡Yuu! —grita Mikumo todo avergonzado.

—También...— dice Katsuki, bajando la vista al vientre de Yami, acercándosele para tocarlo— ... que estaba embarazado, en tu ficha que encontré en el sueño, decía algo de Izuku y que eras omega... no entendí eso.

—Yo también lo soñé, pero era frente al espejo y veía un vientre grande, dos bebés— dice tocándose el vientre— era un niño y una niña.

—Pues creo que no lo soñaron tanto así— dice Yuu— aquí en el libro...— señala una página— dice que "... dos personas que son destinada a estar juntas, sueñan lo mismo de diferentes ángulos, eso quiere decir que ya han vivido esas vidas y que es una muestra irrefutable que sus almas seguirán juntas a pesar del tiempo y del espacio..."— dice Yuu mirándolos— así que su rareza no es de ahora... están destinado a siempre encontrarse hasta después de muerto, vaya suerte la suya.

Yami y Gogo solo se ven con amor, les gusta la idea de seguir junto y se dan cuenta que ni la muerte los ha de separar.

—¡Bien! — dice Yuu cerrando el libro— a comer, deben invitarme un buen tazón de ramen, tengo hambre— dice caminando hacia la salida, apresúrense.

Gogo toma la mano de Yami y caminan.

—Siempre juntos, Yami

—Ni la muerte nos podrá separar, Kacchan.