Mi hombre casado

El encuentro de Sofia.

Era el primer día en mi nuevo trabajo, atendería una cafetería cerca de mi universidad medio tiempo, ya había acabado la semana de entrenamiento así que estaba lista para atender a los primeros clientes. Mi día comenzó bastante bien, después de las 3 clases de mi día, camine dos calles acompañada de mi amiga Carla a la cafetería, me registre, salude a mi gerente, me despedí de mi amiga y me coloque mi gafete y mandil. Eran casi las siete de la tarde, el dia había estado bastante tranquilo, Carlos mi gerente solo había estado presente en la caja conmigo por dos horas, después de eso era solo los clientes y yo.

La cafetería esta solitaria, solo había dos señoras que llevaban mas de tres horas platicando en una mesa de la esquina y un señor metido a mas no poder en su computadora, asi que tome mi celular y empece a mandar mensajes a mis amigas contándoles lo aburrido que habia sido la tarde de trabajo, en el momento que pulse enviar y estaba esperando la respuesta un señor frente a mi me dijo.

-¿Vas a tomar mi orden o tendré que esperar a que te contesten?

-Discúlpeme señor, no era mi intención hacerlo esperar, ¿Que va a tomar?

-Un capuchino con canela .

-Claro, ¿su nombre?

-Miguel, ¿El tuyo?

Su pregunta me sorprendió, era el primer cliente que me preguntaba mi nombre, su voz era bastante grave, con un toque bastante sexy, subí mi mirada para hacer contacto visual con el, sus ojos eran hermosos pero tenia una mirada penetrante ,  su cabello era castaño, sus labios eran gruesos, me quede observando cada detalle hasta que me dijo nuevamente.

-¿Tu nombre?

-Ah cierto, Soy Sofia dije enseñándole mi gafete.

-Mucho gusto Sofia, espero mi cafe en mi mesa.

Se alejo y se sentó en una mesa cerca de la caja, estaba preparando su café, el tenia algo que llamaba la atención asi que alzaba la mirada para ver que hacia, estaba viendo su teléfono, pero de repente alzo la mirada y ambos nos vimos a los ojos, carajo, realmente tenia unos ojos hermosos, la espuma del capuchino empezó a derramarse de la taza, el solo sonrió y se le salio una pequeña risa, miro la taza y la espuma cayendo en mi mano,  rayos, lo que me faltaba, para este instante el ha de pensar que soy un desastre. Termine su café, lo lleve a su mesa a lo que solo agrego.

-Gracias Sofi.

Mientras el seguía ahí tomando su café llegaron unas cuantas personas mas que atender, tenia todo bajo control, solo quedaban 40 minutos antes de cerrar, mi jefe se acababa de ir y me encargo cerrar, supuse que era algo bueno, un voto de confianza, las señoras que llevaban horas platicando por fin salieron de la cafetería, poco a poco se fue quedando totalmente vacía, excepto por este señor de el capuchino.

-Disculpe, ya casi debo de cerrar, por si quiere algo mas.

-Tener tu numero me vendría bien.-me dijo dejando a un lado su celular y observándome profundamente.-

-Yo me refería a algo de beber o comer.

-Me he quedado aquí mas tiempo de lo normal por verte un rato mas, jamas te había visto en esta cafetería.

-Si, soy nueva aquí, es mi primer día atendiendo.

-Es bueno oír eso, entonces¿tu número es ?

-Es el primer día de trabajo, creo que seria algo raro darle mi número a alguien que acabo de conocer.

-No esperaba menos de alguien tan bella como tu, pero tenia que intentarlo.

-Ahora si tengo que cerrar.

-Cierto, mañana sera otro día.

Salio de la cafetería, tome asiento unos minutos y recargue mi cabeza en la mesa, realmente le había negado mi numero a la persona mas atractiva que había visto en mucho tiempo, apague las luces, cerre el local y llegue a mi departamento.

Llegue muerta de cansancio, me quite los zapatos y comencé con la tarea de la universidad, mi cabeza seguía pensando en el señor de la cafetería, no sabia exactamente cuantos años tenia, pero me preocupaba que ya se veía algo maduro ¿30 años?, esperaría que unos años menos, por que sin duda ese encuentro en la cafetería me había dejado flechada.