TodoDeku week 2019 (BNHA)

Día 1

Aclaración: este es un AU de bailarines donde Midoriya y Todoroki participan en un programa de talentos. También, Nemuri Kayama y Ken Ishiyama son Midnight y Cementoss, respectivamente.

Cuando la emisión semanal de My Dance Academia finalizó por fin, el nombre de Shouto ocupaba el primer puesto en el ranking general.

Era su segunda semana consecutiva liderando la tabla de posiciones, y los jurados se veían más que satisfechos con su presentación de ese día. No hacía falta ser un genio para darse cuenta de que Todoroki estaba en buena racha —porque, si bien era la primera vez que mantenía el primer lugar por más de una semana, su nombre nunca bajaba de la tercera posición—, y estaba seguro de que las agencias de profesionales pronto comenzarían a mostrarse interesadas en su talento.

Todos estaban conformes con su desempeño, de eso no había duda.

El único que no podía sentirse satisfecho era él mismo.

No quería admitir que empezaba a comprender las ansias que Katsuki Bakugo tenía de obtener un "indiscutible primer lugar" —por lo general ignoraba su parloteo, consciente de que solo empeoraría su humor si le prestaba atención—, pero ver el nombre de Izuku Midoriya por enésima vez en la primera posición del ranking del público estaba comenzando a afectarle de verdad.

No podía evitar preguntarse qué clase de brujería hizo para volverse el protegido de los espectadores. No estaba subestimándolo en absoluto, pero incluso alguien que no era experto en danza podía percatarse de que, en cuanto a habilidad técnica, Shouto estaba muy por encima de Midoriya.

Que el muchacho mantuviera el constante apoyo del público le hacía preguntarse qué estaba haciendo mal —porque era más sensato pensar en eso que inventar alguna teoría descabellada que justificara la permanencia de Izuku en el programa. Todoroki entendió que estaba traspasando un límite cuando se figuró una posible paternidad secreta del conductor de My Dance Academia, Toshinori Yagi, quien había fallado miserablemente en ocultar su preferencia hacia el muchacho—.

Pero sí estaba seguro de una cosa: le frustraba no saber dónde yacía el encanto de Izuku Midoriya, y, dadas las circunstancias, estaba determinado a descubrirlo. Tal vez de esa forma podría acercarse al "indiscutible primer lugar" y taparle la boca a su maldito padre de una vez por todas —Enji Todoroki, un magnate ansioso porque Shouto superara su "etapa de rebeldía" y tomara un cargo importante en su empresa—.

—¿Estás bien, Todoroki? —se sobresaltó al escuchar la atronadora voz de Eijiro Kirishima a su lado, quien lo observaba con una inquieta expresión en el rostro—. Llevas como diez minutos sin despegar los ojos del pobre Midoriya. Lo estás poniendo nervioso, y das miedo.

Shouto puso mala cara. No se había percatado del momento en que sus ojos se desviaron de su propio reflejo —el que examinaba con cuidado para evaluar si su postura era o no adecuada— a la figura de Izuku Midoriya, y tampoco notó que era tan obvio.