Al Bajar del Escenario, El Reencuentro Luimelia

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Luisita abrazaba a Amelia con todas sus fuerzas, qué feliz estaba en esos momentos, Amelia por fin había conseguido dejar atrás sus fantasmas después de la pesadilla vivida en aquel hospital.

Luisita era consciente de que estaban rodeadas de gente, pero no pudo evitar dejar un pequeño beso en el hombro de Amelia, su piel...la piel de Amelia, qué bien olía. Un escalofrío recorrió a Luisi pensando en cómo instantes antes su novia la había mirado mientras bebía de su copa, sus ojos penetrantes, esos labios rojos, Luisita apenas si podía contener el deseo.

Luisita...dijo Amelia, en qué piensas cariño?

Ehhh, Amelia, dijo Luisita pensando si su novia sería capaz de leer lo que pasaba por su mente, que estaba pensando que si te apetecería pasear un rato conmigo esta noche, lo mismo luego podemos ir a dar una vuelta y celebrar tu regreso. Vamos, si quieres Amelia, que lo mismo estás cansada claro. Si no te apetece no pasa nada...

Luisi, le dijo Amelia, acercándose a ella, no hay nada que me apetezca más esta noche que estar contigo a solas. ¿Tú crees que nos podríamos ir ahora?? le dijo con una sonrisa pícara y unos ojos suplicantes.

Claro Amelia, si te parece mientras te cambias voy a hablar con Vicente y te espero fuera, contestó Luisi con voz casi temblorosa.

La rubia encendió un cigarrillo mientras esperaba a Amelia, estaba tardando demasiado, lo mismo no había sido buena idea lo del paseo a solas, quizás Amelia necesitaba descansar y se había arrepentido.

Luisi- casi le gritó Amelia que salía del Kings- perdona cariño, me he entretenido un poco. En esto un taxi paró y Amelia cogió de la mano a Luisi mientras la miraba y le decía: Vienes??

Luisi subió al coche de la mano de Amelia sin preguntar siquiera a dónde iban, en realidad sabía que iría al mismísimo infierno de la mano de Amelia.

El taxi paró en un hotelito a las afueras de Madrid, tras una breve parada en recepción Amelia y Luisita subieron a la habitación.

Pero Amelia, dijo Luisi riéndose mientras se mordía el labio inferior al entrar a la habitación. No falta detalle.

Amelia, sin contestar, cogió a Luisi por la cintura y la besó en la boca mientras le decía "guapa".

La luz de la luna llena entraba por la ventana esa noche, una botella de champán que Amelia había pedido desde el camerino del King esperaba en la mesita y por supuesto fresas, fresas rojo pasión.

Luisi mordió una fresa dándole a continuación a Amelia, por fin Amelia tenemos nuestras fresas y nuestro champán como en nuestro fin de semana en Pedraza que nunca tuvimos -¿te acuerdas? rió Luisita

Amelia la miraba, divertida al principio, entre risas, pero en un instante Amelia se puso seria y miró finalmente a su novia: Luisi, cariño, te deseo y quiero hacerte el amor esta noche.

Luisi sintió desvanecer el suelo a sus pies, si no la llega a sujetar Amelia posiblemente hubiera caído al suelo, pero en lugar de eso Amelia la cogió y tiró fuerte de ella hacia sí para caer juntas enredadas en la cama.

Con los ojos encendidos de pasión Amelia miraba a su novia mientras la besaba, lento al principio, con frenesí después mientras sus cuerpos empezaban a moverse rítmicamente. Las manos impacientes de Amelia desabrochaban el vestido de Luisi, y el sujetador y cualquier prenda de ropa que se interpusiera al contacto con su novia. Su lengua avanzaba por el cuerpo de Luisi, que sobrecogida apenas si podía reprimir sus gemidos de placer.

Luisita pronto se contagió de la impaciencia de Amelia, sus manos buscaban su cuerpo, rápidamente se deshizo de la ropa que cubría el cuerpo de Amelia y que tanto anhelaba. Sus manos recorrieron sus pechos, acariciándolos lentamente mientras los mordisqueaba, Amelia no pudo reprimir un grito de placer lo que provocó en Luisita un ataque de deseo irrefrenable. Luisita en un gesto brusco colocó a Amelia justo debajo de ella impidiéndole prácticamente que se moviera. Separó las piernas de su novia y buscó con dedos impacientes llegar a lo más profundo de su ser. El cuerpo de Amelia no podía más que contornearse al ritmo que marcaban los dedos de Luisita, y no... ahora también la lengua de Luisita.

Amelia gemía, su cuerpo no la obedecía, seguía el ritmo que le marcaba Luisita. La excitación de Amelia excitaba aún más a Luisita, quien de pronto se vio sorprendida al notar el tacto de los dedos de Amelia en su clítorix para emitir un gemido ahogado de placer.

Sus cuerpos seguían moviéndose cada vez con más intensidad, siguiendo el ritmo que la luna llena marcaba en aquella habitación hasta que un rayo plateado entró por la ventana fundiéndolas y llevándolas al mismísimo cielo hasta que sus cuerpos cayeron fulminados, las dos abrazadas aún, sus respiraciones aún agitadas, sus cuerpos aún moviéndose...

Se miraron así abrazadas, lágrimas de felicidad resbalaban por sus mejillas, la intensidad de sus ojos lo decía todo, allí abrazadas a la luz de la luna ya juntas para siempre.








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⏰ Last updated: Aug 15, 2019 ⏰

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Al bajar del escenario, el Reencuentro LuimeliaWhere stories live. Discover now