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Tras casi una semana de deliberación, tenemos al fin los resultados del reto anterior.
Antes de darlos, queremos agradecer el apoyo que dieron al concurso. TODOS los relatos lograron transmitir un mensaje precioso de esperanza y eso es algo que fue más allá de la ortografía y gramática, estuvo en cada letra. Es un talento precioso y no lo desaprovechen. Sigan creando historias que transmitan tanto.
Gracias por haber escrito y esperamos que se animen a seguir en nuestros desafíos, la próxima semana se viene un nuevo reto.
Por ahora, los tres primeros lugares, pueden leerlos aquí:
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Nerea se secó, por quinta vez, las manos sudorosas contra la tela de sus pantalones vaqueros.Tras discutir consigo misma durante varios segundos, se deslizó entre las puertas del metro para llegar hasta su destino. A su alrededor, grupos de personas paseaban felices mientras se empujaban unos a otros con risas en sus rostros.
La cera en sus mejillas y las banderas en sus manos apretó un invisible nudo contra su pecho.
Notaba que su respiración se aceleraba, pero aún así se dejó llevar por el tumulto yendo tras ellos en completo silencio hacia la Plaza del Duque en su ciudad natal, Sevilla; no miraba a nadie a los ojos y la música a través de los auriculares, que se negaba a soltar, no lograban distraerla totalmente de embrollo en que su mente estaba perdido.
Aún sentía el escozor de las lágrimas amontonándose en sus ojos cuando discutió con sus padres esa mañana:
—¿Por qué no puedo ir? —Sollozaba.
—No puedes ir sola por ahí, ¿y si te pasa algo? —Zanjó con voz grave.
Se deshizo de la borrosa visión que el llanto le provocaba. Rogó:
—¿Y por qué no vienes conmigo papá?
El semblante de su padre pasó de enfado al absoluto terror.
—No iré a esas cosas.
Rió sin humor.
Ella conocía la naturaleza de su familia, pero tontamente se aferró a un clavo ardiendo el día que confesó que era lesbiana. Ese día, entre temblores y un ataque de ansiedad, le recordaron que pasara lo que pasara seguía siendo la hija de un matrimonio que la usaba de parachoques para no ver así que iban a pique.
