🌑¡El chico de pijama azul!🌑YM • OS

🌑 Único 🌑

슈가

—¡Ongi hyu~!— se abraza a mi pierna y me tambaleo.

—Hola pequeño,— revuelvo su cabello y él ríe divertido mientras aprieta su agarre—¿qué tal te fue?

—Bien,— se suelta y busca no sé qué en su locherita de Capitán América—Jin hyu nos dio este papel— lo saca y me lo extiende muy sonriente.

Tomo el pedazo de papel y veo el texto que dejó escrito su profesor mientras que cierto demonio de Tasmania jala de la manga izquierda de mi camiseta dando de saltitos.

—Tae, quédate quieto ¿okay? Un solo un poquito— al instante asiente y hace caso.

22 de Febrero del 2019.

Mañana 23 del mes presente es el día de 'pijamas con papás' en nuestro jardín de niños, así que por medio del presente se le recuerda dicha dinámica esperando que sea participe de esta.

Atentamente:
Prof. Kim SeokJin.

—¿Qué dice Ongi hyu?

—Ven, iremos a comprarnos pijamas— tomo su lonchera y me la cuelgo para después tomar su manito.

—¿Pijamas? ¡yei!— se emociona y empieza a saltar en cuanto caminamos. Brinca cada que hay una raya en el suelo—Ongi hyu~

—¿Mmh?

—Quero un helado, ¿me lo compas hyu? ¿sí?—me sonríe y hace un puchero mientras toma mi mano entre las suyas, pequeñitas a diferencia de la mía.

¿Hoy también? Bueno, tampoco es que le haga daño.

Suspiro.—Está bien, ¿de qué sabor lo quieres, ah?— le sonrío y luego él me imita a lo grande.

—¡Sí! ¡vamos, vamos!— no me responde y me jala con fuerza.

Llegamos frente al señor que tiene un carrito heladero y Tae se apoya en la esquina mirándole sonriente.

—Buenas tardes,— tomo la manito del demonio de Tasmania.—¿de qué sabores tiene?

—Buenas tardes. Tengo de chocolate, fresa, menta, mora, limón, plátano y vainilla...

—Ongi hyu~— me jala de la mano y vuelve a zarandearme.—a Kookie le guta el helado de pátano— sonríe y señala emocionado el envase que lleva dentro el dichoso sabor. ¿Con que ese tal Kookie otra vez, ah? A cada rato escucho el nombre del amigo de Tae, no para de hablar de él.

—¿Neta me lo juras?

—¡Sí!— asiente varias veces y tanto yo como el señor nos reímos.

—Okay,— me agacho a su baja estatura y lo miro de cerca.—¿pero qué sabor de helado vas a querer tú?

—Ah, quero vanilla.

—Okay— revuelvo su cabello y me reincorporo.—deme uno de vainilla y otro de chocolate, por favor.

El señor asiente y comienza a preparar ambos helados con cuidado.