CAPITULO NUEVE

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Observo los lentes de Sam por lado y lado mientras el sigue observando su reflejo en el espejo. Si, tal parece que el cristal no solo curo la herida en el pecho, sino que también sano sus ojos.

-¿crees que ahora vaya a tener super poderes?

-era un cristal Sam, no una araña radiactiva.

Me pruebo los lentes de Sam en una idea de tal vez poder usarlas de fachada como una identidad falsa, pero al ponérmela siento un gran mareo por el increíble aumento que estas tienen. Sin duda le hicimos un favor a Sam.

Tres entra secando su cabello con una toalla después de un chapuzón en la piscina. Trato de evitar el contacto visual sacando la lonchera de medicamentos de mi cubo, mi vista inconscientemente se clava en la espalda de Tres antes de que ella entre en el baño observando sus pálidos hombros que son cubiertos por uno pocos cabellos. Saco una de las gomas de mascar de la mochila de Sam antes de salir de la habitación tan solo para calmar la ansiedad de morder algo dejando a Sam solo en la habitación.

Subo las escaleras para llegar al techo, dejo la lonchera junto a una de las enormes letras luminosas del hostal y la abro para sacar varios de los frascos para tomar una dosis de esas que no tomaba desde que deje Drupston. Una vez me paso todas y cada una de las pastillas me propongo a regresar nuevamente todo a la lonchera, pero en un mal movimiento termino botando todo.

-maldición -mascullo.

Levanto todos los frascos y tabletas poniéndolas de vuelta en la lonchera, una vez regreso todo me propongo en cerrar la lonchera, pero un sobre blanco llama mi atención. Saco el sobre de entre los medicamentos y al tenerlo en mis manos siento un frio intenso en mi cuerpo.

-no, no lo hiciste -inhalo fuertemente tratando de calmarme mientras observo todo a mi alrededor.

Observo nuevamente el sobre el cual tiene escrito "Para Daniel" en él. El frio se vuelve un poco más intenso y las manos me empiezan a temblar, me paso la mano por el cabello jalándolo con fuerza en un intento de calmarme.

-sabes que odio estas cosas.

Tras unos largos minutos debatiéndome en si debería abrir el sobre o no finalmente lo abro para sacar las dos hojas que hay dentro.

"Daniel.

Eh escrito esta carta tantas veces y aun no sé por dónde empezar.

Hoy descubriste algo que no se si cambiara todo entre nosotros para bien o para mal. Como ya sabes soy la numero Dos, una de los doce; tal vez no lo sepas aun, pero los doce son personas especiales, elegidas para matarte, yo soy una de esas personas al igual que Louren. Tuvimos perdidas, perdidas muy importantes para nosotros.

Aún recuerdo el día que nos conocimos y lo repito una y otra vez en mi mente, recuerdo que la primera vez que te vi no sabía que hacer al ver a ese niño desnudo frente a mí, con su cabellera hecha un lio y olfateándome por todas partes."

No puedo evitar esbozar una sonrisa por eso ultimo.

"Siempre nos dijeron que éramos elegidos, elegidos para matar a un demonio. Ese día en aquel lago nunca vi a un demonio, solo pude ver a un niño perdido que no tenía ni la más mínima idea de donde estaba o en lo que estaba, ese niño eras tu. Aún recuerdo que me hablabas en un extraño idioma y no tenía ni la más mínima idea de lo que decías. Es gracioso como nunca me dijiste tu nombre, me dijiste que tenías uno, pero nunca me lo dijiste.

Recuerdo esa promesa que te hice una vez, de llevarte a tu hogar, Aster. Recuerdo la primera vez que me hablaste de ese lugar, la forma en la que tus ojos brillaban al hablar de lo maravilloso e increíble que era, de cierta manera me daba una paz que no puedo expresar; tal vez sea por la idea de que tenías un lugar al que volver o el que lograste tener una vida que en Louren no pudiste tener. Ahora que no estoy contigo no podre cumplir esa promesa, pero sé que encontraras la forma de regresar, regresaras y volverás a ver a esas personas tan maravillosas de las que me hablaste.

LA INICIACIÓN DE TRES | Saga La Voluntad De Uno.Where stories live. Discover now