UNO

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-LUNES,8:30 am-

Desperté gracias a mi estruendosa alarma, me estire hasta donde está y golpee un par de veces haciéndola que se apagué; sentía que mi cabeza explotaría en cualquier momento, bendita maldita resaca–noche a Khalil y a mi se nos había ocurrido visitar nuestro bar favorito donde asistían bastantes bailarines de Monterrey ;anoche habíamos vencido a algunos integrantes de ClaudiaDance "-ellos eran grandes rivales, nos enfrentamos en diferentes competencias-" y anoche luego de una eufórica batalla de baile, lo logramos vencerles, lo que tuvimos que celebrar con tragos de victoria–.

Talle mi cara y me estire sobre la cama, soltando un jadeo de flojera, me levante de la cama y camine al baño de mi cuarto, entre dispuesta a darme una ducha, luego de unos 10 minutos de ducha, salí envuelta en una toalla, lave mis dientes y luego salí para vestirme.

Ya lista, me mire por última vez en el espejo, satisfecha de mi aspecto, tomé mi mochila y salí de mi cuarto topandome a Khalil con una cara de pocos amigos, reí ante mi mejor amigo.

-buenos días idiota-sonrió con pereza- ¿quieres que maneje?-ofrecí mientras tomaba las llaves de la casa.
-por favor, siento que voy a reventar en cualquier momento-seguí riendo y tome las llaves de su camioneta.
-¿quieres que pase a comprar café?-pregunte tomando una manzana del frutero la cual le lancé a mi mejor amigo, también tomé una para mi.
-eso estaría genial-ambos reímos, fui hasta el refrigerador y tome dos botellas de agua, seguido le entregué una a Lil.

Salimos del departamento y caminamos por el largo pasillo hasta las escaleras de servicio por las cuales tomamos camino al estacionamiento.

-¿que te parece si esta noche hacemos algo?-propuse mientras comía mi manzana.
-no veras a tu "nene"-bromeo causando mi risa, negué.
-eres un odioso-empuje la puerta de servicio y salimos hacia el estacionamiento.

Ambos fuimos hasta la camioneta,  subimos acomodamos en nuestros asientos, vi a Lil sacar de la guantera sacar las láminas plateadas, trono dos sacando los comprimidos de paracetamol, me entrego una y enseguida la metí a la boca para luego le dar un trago a mi bote de agua, el hizo lo mismo, estábamos listos para ir a nuestras últimas semanas de clases.

-¡wey!-respondí con un "mm" mi vista estaba enfocada en la calle que estaba por cruzar-en este mes cumplen Ashley y Ana asiento mientras comenzaba a manejar.
-querían irse a los Cabos-encendí la radio-pero aún nose, tenemos competencia en Guadalajara ya no no nos podemos rajar ni hacer gastos grandes-avise y le entregue mi celular, lo conecto a la radio y sonó "Ni bien ni Mal-Bad bunny".
-vamos wey, aunque sean 3 días-rogó- ¡ándale vamooos!-comenzo a hacer pucheros como niño de 3 años-¡VAMOS PORFIS PORFIS PORFIIIIIS!-me estrujo mientras manejaba.
-¡Khalil harás que choque!-regañe histérica-¡cállate ya!-lo mire unos segundos-¡Si iremos pero cállate ya!-regañe.
-si mamá-dejo de hacer ruido y subió el volumen de la música.

Los pondré en contexto sobre mi amistad con Khalil; Lil y yo nos conocimos a los 12 años, ambos pertenecianos a la misma compañía de danza, inscritos por madres en busca de agotar la energía interminable de sus hijos–ambos con hiperactividad, Khalil padecía de un déficit de atención y yo padecía de TDA–, luego de un tiempo siendo amigos y compañeros de baile, Lil se convirtió en todo para mi, se volvió mi hermano.

Después de pasar por nuestra cafeína diaria, llegamos a la escuela, estacione la camioneta y ambos bajamos con nuestras mochilas colgando en la espalda; ambos caminando por los pasillos de el lugar, saludamos a gente que conocíamos, no eramos de muchos amigos pero ambos eramos conocidos por nuestro desempeño escolar y artístico.

ALENA -EDITANDO-Where stories live. Discover now