En un estanque legos de la casa de Juan vivía un pez, un carpa koi, pocos sabían de su existencia, entre ellos el abuelo de Juan, Miguel. Miguel era un hombre de edad avanzada, de 89 años, un hombre retirado de la vida laboral, en su juventud era boxeador, por su manera de vivir tenía los nervios dañados del ojo izquierdo, y me movía muy lento por qué lo mismo. Era un hombre cansado. Juan su nieto era un joven de 17 años, regularmente no tenía problemas, pero cuando los tenía no eran ligeros, pero muy tranquilo y disciplinado.
Juan visitaba muy seguido a su abuelo, tanto porque le gustaba estar con un hombre que le diera consejo y también porque así pocas personas sabían donde estaba, su abuelo siempre negaba que estuviera.
Un día cuando en la escuela un de los compañeros de Juan, Roberto, quería hacer trampa para un examen, Juan se entero y su sentido de justicia no lo dejo estar tranquilo, así que decidió hacer algo, vio como su compañero le quito la hoja de respuestas al profesor, le saco copias para él y su grupo, le regreso la hoja original al profesor sin que se diera cuenta, Roberto y su grupo regularmente jugaban futbol antes de entrar a clase, ese día más confiados, dejaron las mochilas sin vigilar, Juan aprovecho para casar las hojas, se quedo con una. Cómo siempre su grupo llego tarde a la clase, entraron junto con el profesor, Juan entro justo de tras de todos, saco la hoja y grito "Oye, Roberto se te cayo esto" levanto la hoja lo más algo que pudo, el profesor vio la hoja, la reconoció al instante, conociendo a Juan todos sabían que no era casualidad, no era la primera vez que hacia esas cosas de justicia, Roberto hizo el examen junto al profesor, su grupo no pudo contestar nada. Al salir, el profesor detuvo a Juan para advertirle que tuviera cuidado al ir a casa, esa advertencia no fue ignorada, como siempre cuando pasa ese tipo de cosas Juan tomaba otro camino para ir a casa rodeando algunas casas, pero Roberto ya lo sabía, lo embosco en un callejón, con todos su grupo, eran 4 en total, Juan sabía algo de box por su abuelo que le había enseñado pero aun así no puedo con todos, Roberto le vio de frente, Juan le dio un golpe justo en la quijada que lo mando directo para el suelo, pero en casi callo al mismo tiempo, los otros le rompieron una tabla que encontraron en el camino, lo golpearon sin medir fuerza, se dejaron guiar por sus sentir. Cuando Juan dejo de moverse todos pararon, se asustaron por que hicieron, lo dejaron ahí en medio del callejón. Paso como unas dos horas ahí tirado hasta que pudo arrastrarse, un vecino lo vio, le ayudo con llevarlo al hospital, al hacer diagnostico, resulto que tenía fracturada un costilla, una contusión en la cabeza. Tuvo que faltar a la escuela por un buen rato, que igual no fue mucho, ya que iniciaban las vacaciones.
Al poder caminar fue a visitar a su abuelo. "Ya sé que paso, no me cuentes" fueron las palabras con que lo recibió, Juan solo pudo sonreír le, "siempre queriendo hacer justicia", le dijo, "Me conoces" le contesto Juan. "Te llevaré con Ryu" le dijo Miguel, "¿Quien es Ryu?" le pregunta Juan a su abuelo, no dijo nada más Miguel y lo llevo a un estanque donde vive Ryu, sacaron agua del estanque, y Muguel obligo a bañarse con esa agua a Juan, sin querer disgustar a su abuelo Juan obedeció, para un para después del baño se sintió mejor y para una hora después del baño los moretones que se le habían desvanecido. Sorprendido por ese milagro, lleno de curiosidad bombardea a su abuelo con preguntas, su abuelo le hizo guardar silencio.
"Te contaré la historia de Ryu, Ryu es un pez que se ara dragón, por ese el nombre, Ryu en la palabra para dragón en japones, hace mucho tiempo en la isla de Japón, existió un Zamurai que en una batalla donde se había un lago, un dragón miraba todo, cuando vio moribundo al Zamurai, se le acerco, he hicieron un trato, el dragón le daría fuerza y le salvaría la vida, pero no me convertiré en un pez, me tendrás que cuidar y mantener en secreto, tú y tus hijos me cuidaran por 200 años, acepto el trato, pero no contaban con la suerte del Zamurai, que en esa batalla no murió gracias al dragó, pero en la batalla siente le cortaron la cabeza, el dragón se quedo solo, ha paso de mano en mano porque ha crecido, yo lo encontré en una tienda, solo en una pecera, pero le yo ya tenía el estanque, solitario, cuando llego él, lo llame Ryu, las plantas crecen y el agua se a vuelto curativa, con el tiempo, he tenido conversaciones con él, con preguntas, el me respondía con sus saltos, me ha dicho que falta poco para que se cumpla el plazo de los 200 años, y yo estoy apunto de morir." To eso le contó Miguel a su nieto.
Juano no lo creía, pero al ver al pez, que era grande al menos de 2 metros de largo, con colores muy lindos, desde el azul hasta el dorado. Miro es a su abuelo ir su casa a morir, sin decir nada. Juan, vio al pez toda la noche, hasta que la luna se alzó en su punto más alto, al pez empezó a crecer, los bigotes crecieron le salieron patas, una boca larga con colmillos, salió el estanque, Juan se quedo tan sorprendido que no supo que hacer, el dragón le agradeció por cuidarlo aunque sea por unos minutos. Miguel miró sin poder ver a Ryu transformado, el dragón le curo las heridas.
Juan al siguiente día lo creía lo que pasaba, su abuelo murió y su pez se convirtió en un pez, y puedo ir a la escuela otra vez, con solo una semana de descansó.
