VII

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La última vez que habían estado juntos, fue aquella noche en la que le leyó "El principito", tan sólo recordar lo mágico que fue el momento le hace sonreír, y tan sólo recordar en qué esa noche pasó por su mente probar sus labios le sigue poniendo la piel de gallina, y aún se lamento por no haberlo hecho. 

Había tenido una pequeña discusión con Brat sobre quién iría a comprar el almuerzo ese día, anteriormente había ido Brath, a decir verdad, siempre iba Brath, pero de unos días para acá, aquel chico se había vuelto tan bipolar con él, así que ahí se encontraba, entre las calles de Milán buscando un nuevo restaurante en el cuál comprar un buen almuerzo, pensaba en Harry, últimamente eso hacía pues aquel chico alto con gafas oscuras de ojos por perlas esmeralda era quien ocupaba su mente veinticuatro/siete, le hacía bien recordarle, de hecho, había encargado en línea un libro ejemplar para él, "El principito" pero en Braille, sabía que se había vuelto de sus favoritos debido al entusiasmo que había en él al haber terminado de leerle, era como un niño a veces. El castaño dobló la esquina, tenía en mente comprar unos buenos club's sandwich, cuando frena un poco sus pasos, junto a aquel restaurante había una cafetería, y ahí se encontraba Harry conversando con un chico que no era Lucas, el chico sostenía con ambas manos una de las manos de Harry, se veía que le susurraba algo y recibía una sonrisa como respuesta, ¿Era por eso que no le había visto en días?, ¿No le fue suficiente?, ¿Por qué sonreía? Esas preguntas entre otras más rondaban ahora en la cabecita de Louis, no pudo negar el dolor que sentía y la decepción aunque sabía que quizá estaba dramatizando, pero, al fin de cuentas, Harry y Louis eran sólo amigos. Y eso él lo tenía muy claro. 

-¿Estás seguro que quieres abrir un museo? Harry, esa es mucha inversión.- había asombro en el chico rubio de tes morena.

-Por supuesto, así… unas cuantas obras las subastaré y otras las exhibiré ahí y ya no en la plaza, así también generaré ingresos. ¡Es buena idea!

-Si, pero ¿Has pensado en los Miles que tienes que invertir para la restauración del lugar?

-No quiero nada moderno, que conserve el acabado, dicen que el color del mármol es bonito, quiero que tenga eso bonito, tú te encargarás, no por nada eres de los mejores arquitectos acá. 

-Pero Harry.- aún no se convencía mucho, sentía que no sería buena idea. 

-Pon precio por tu mano de obra. 

-No es eso, ¿En serio?, ¿Un museo?

-Vine aquí para cerrar un negocio, no por nada me he pasado los últimos días tratando de contactarte. 

-Estás loco… pero acepto.- Kail, el chico con quién cerraba trato toma la mano de Harry apretándola demostrándole que podía contar con él.- Felicidades amigo, acepto el trato. -recibe una sonrisa en respuesta, busca a tientas su taza de café y al sentirla la levanta probando el contenido humeante.-Ahora quiero que me hables del chico de tu escultura, ¿Es verdad que existe?. 

Y la sonrisa de Harry se ensancha más. 


Louis sabía que no podía identificarle por las andadas, así que sin voltear a verle ni saludar, pasa por las espaldas del chico desconocido y entra al restaurante, sentía una sensación en la garganta como su algo le quemara, con dificultad hizo su pedido y a los minutos se lo entregaron, pagó la cantidad exacta sin dejar propina y salió del lugar con la ilusión y remordimiento de seguirle viendo ahí, pero para agrandar el dolor, ya no había rastro de ellos, desganado llegó hasta su local y dejo ambos almuerzos en el mostrador, era la hora en la que menos clientes había, y Brath, al escuchar la campanilla bajó en seguida sonríendo al verlo. 

-Gracias Lou.- le menciona, y Louis sólo quería agarrarlo a librazos en la cara por pronunciar el apodo que Harry le había puesto, y al recordar a Harry, le daban ganas también de darle unos cuantos a él y después golpearse a sí mismo por golpearlo. 

Se limita a dar una pequeña sonrisa y Brath le mira confuso, mira como el más bajo sube al banquito y destapa su sandwich dándole un mordisco. Tenía buen sabor, no estaba seco, estaba crujiente, estaba suave, estaba sabroso, estaba… viscoso y resbaladizo, y el sabor simple y horrible atacó su paladar, su lengua podía sentirlo, y podía jurar que estaba mezclado entre sus dientes, su almuerzo tenía aguacate, trató de controlar su respiración y no vomitar ahí mismo, corre al baño del personal y regresa el bocado que se había echado, enjuaga su boca y sale con los ojos acuosos sintiendo como la ira se apoderaba de su pequeño ser, toma el sándwich y lo tira en la cesta de basura, Brath le mira nuevamente aún comiendo y va hasta él dejando a salvo su almuerzo. 

-Lou, ¿Qué pasa? 

-¡No me llames Lou! Mi nombre es Louis. 

-Okay okay.-levanta las manos en son de paz, a pesar de ser pequeño daba miedo en ese estado.- ¿Me puedes decir que te ocurre?

-Resulta, que ese almuerzo tenía jodido aguacate, ¡mi sandwich perfecto tenía esa mierda asquerosa!- desquita su ira en el trozo de comida que había en la basura, pero a pesar de eso, Brath ya le conocía, y sabía que Louis no era muy buen mentiroso.- ¿Quieres que te vaya a comprar otro sin aguacate? 

-¡No! Porque cuando algo es perfecto, tiene algo que la caga y echa a perder toda la perfección. 

-El sandwich.- comenta Brath tratando de llevar el hilo del asunto. 

-Si, ¡El sándwich! 

-¿Te estás dando cuenta que te estás pareciendo a Lilo en la escena del sandwich?- levanta la ceja dando cortos pasos con miedo hacia él. 

-¿Lilo?, ¿Me estás jodiendo? ¿Quieres que te despida?- Brath podía reír en ese momento, Louis estaba haciendo un berrinche, y hubiese Sido gracioso si Louis no estuviese llorando sin que se diera cuenta. 

-Ya, ¿Qué pasa?- logra llegar hasta él y el más bajo se deja abrazar, se sentía patético por algo tan mínimo como le afectaba, se sentía reemplazado, insuficiente, poca cosa. Niega y balbucea algo similar a la palabra "Sandwich" pero ahora, en el vocabulario secreto de Louis, "Sandwich" significaba "Harry". - cerremos unos minutos la tienda.- le separa para poder limpiarle el rostro con ambas manos.

-No, los clientes. 

-Los clientes entenderán, y si habría ventas yo pongo el dinero de las ventas hipotéticas, tú pones la cantidad de libros- toma la mano del más bajo guiándolo a la puerta.- ahora vayamos a conseguir un sándwich sin aguacate. 

"Marmo Stellato". [TERMINADA] Where stories live. Discover now