Parte 1: Dualidad

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Esta la historia de una serie de sucesos que generaron la ruptura de mí alma, fragmentándola en varios pedazos. Todo comenzó a una temprana edad en la cual mi imaginación empezó a estimularse en gran manera. Mi nombre es *¨[°#%&, aunque dentro de mí, mi nombre verdadero es Yuki.

Todo empezó a mis 7 años de vida cuando era un alegre muchacho de pelo y ojos marrón oscuro. Era tímido y miedoso pero mi mejor cualidad sin duda alguna era mi imaginación.

Los niños en esa edad siempre juegan con sus juguetes, y yo no fui la excepción. Después de todo en ese punto de mi vida vivía solamente para jugar ignorando la verdad del mundo.

El día a día era normal, levantarse, ir a la escuela, volver a mi hogar y después de jugar descansar. Pero, ese estilo de vida normal no duro mucho tiempo, ya que esa noche todo iba a cambiar...

Una noche invadido por el insomnio y el temor que tenía a tener una pesadilla como usualmente tenía estaba dudando sobre ir o no al cuarto de mis padres para dormir con ellos.

Después de debatir en mi cabeza que iba a hacer, decidí levantarme de mi cama. Inocentemente camine por el corto pasillo, evitando hacer ruido para no levantar a mi hermana mayor.

Al llegar, me quede completamente paralizado al escuchar un llanto que provenía de mi madre. Una madre que pensaba que era perfecta, un ángel que nunca derramaba ni una lagrima ni en las peores situaciones.

En ese momento, algo en mi corazón se rompió y la oscuridad empezó a crecer en mi cabeza...

Inconsciente me quede escuchando en silencio su llanto mientras mi cabeza unía todas las piezas del rompecabezas.

Ese llanto estaba relacionado con mi padre, un hombre con el que nunca tuve mucha relación.

Después de esa noche entendí el poder del ser humano, un monstruoso poder que podía partir el alma de las personas más fuertes del mundo con simples acciones.

En mi interior surgió una oscuridad en forma de miedo, un miedo profundo a la humanidad.

Pero lo más importante fue darme cuenta que no podía salvar su sonrisa...

En la escuela y en la calle empecé a sentirme como un pequeño herbívoro rodeado de grandes depredadores. La sensación de ser observado constantemente con ojos de desprecio y odio sin importar que fuera mi familia o mis amigos empezó a acaparar mi día a día lentamente.

Esa sensación me torturo durante todo un año...

El tiempo paso y mi mente no hizo más que deteriorarse gracias al miedo y la paranoia.

Para mis 8 años ya había empezado a mentir constantemente, escondiéndome bajo una máscara de felicidad y amor que termino engañando a toda mi familia y amigos.

Además, mi imaginación había aumentado en gran manera hasta tal punto que podía ver alucinaciones en mi cabeza. Aunque no eran claras podía sentir su presencia como si de un fantasma se tratase.

Ese tipo de cosas se volvieron totalmente normales en mi vida, tanto que a mis amigos detrás de mi máscara los ignoraba prestándole más atención a mi mundo imaginario.

Con el tiempo aprendí muchos significados y palabras nuevas, que lo único que consiguieron fue aumentar mi temor e ira contra los seres humanos...

Para mí, los humanos eran bestias despiadadas que destrozaban todo lo que estaba a su alcance, pero sabía que no todos eran así.

Mis amigos y mi familia ante mis ojos eran personas preciadas que siempre iban a estar para mí. Pero a la vez sabía que ninguno podía entender lo que sentía, después de todo ninguno había visto mi verdadero rostro por un año entero.

Eso fue lo que me llevo a tomar una decisión que cambiaria mi vida para siempre...

Sabía que con mi imaginación podía crear cualquier cosa que quisiera dentro de mi cabeza, ya sean mundos gigantescos o personajes fantásticos, y al estar desesperado por sentir la comprensión de alguien use mi imaginación para crear una persona que me entienda, alguien que iba a estar conmigo siempre que lo necesitara.

Esa persona fue una copia de mí mismo, la copia que fragmentaria mi alma a la mitad.

La única diferencia física que tenía era su pelo blanco y ojos color marrón claro, se vestía con una remera negra de manga corta, unos pantalones blancos y unas zapatillas cómodas.

Este nuevo yo no le tenia miedo a nada y no era tímido. Éramos dos caras de la misma moneda.

Juntos nos divertíamos jugando con los personajes e historias que creábamos juntos, peleas y aventuras increíbles sin límite en lo bizarro. Éramos muy unidos y nada nos podía separar.

Él me ayudaba a mantenerme estable debajo de la máscara que usaba con los demás...

Pero con el paso del tiempo mi mente se deterioro más y empecé a caer en un espiral de desesperación y oscuridad. Me estaba rompiendo y él no podía hacer nada para pararlo.

Nuestro cuerpo es como un barco, una persona es el capitán y el resto es la tripulación. Por esta razón si yo me perdía en la inmensa oscuridad el cuerpo también lo haría...

En medio de mi desesperación sabiendo que podía llegar a desparecer en cualquier momento por la profunda tristeza y temor del mundo, recorrí lo más profundo de mi alma en busca de una solución.

Lamentablemente solo había encontrado una, dejar a mi otro yo al mando mientras recomponía mi cabeza en algún lugar lejano.

Así decidí desaparecer en la abrazadora oscuridad de las profundidades de mi alma...

Ahora todo estaba en manos de él, en las manos del segundo. Antes de desaparecer le di la misión más importante de todas, "Protege a nuestra familia, aunque sea lo último que hagas".

La oscuridad me envolvía y consumía, era un abrazo muy frió. De esta manera había dejado el mando de mi cuerpo al segundo, ahora era mi momento de descansar...



Reporte

Nombre: *¨[°#%&

Edad: 8 Años

Pelo y ojos: Marrón oscuro

Mentalidad: La mayoría de humanos son bestias

Situación: Después de darse cuenta de que estaba perdiéndose decidió encerrarse en lo más profundo de su mente para evitar su destrucción y la preocupación de su familia.

Estado: No disponible

Los fragmentos de un espejo rotoNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ