Hechizos, pócimas y brujería

Capítulo 4

Al siguiente día Arlet le contó a Obed todo lo que había ocurrido y le dijo:

Mi papá no te aceptó como esperaba.

Era obvio.

¿Por qué? Mi mamá no reaccionó igual.

Pero tu mamá te ve como la adolescente que eres, tu papá te sigue viendo como su bebé.

Creo que tienes razón. Y hablando de mi papá quiere que vayas a la casa para presentarlos formalmente.

Te voy a dejar y paso a verlos, a mal paso darle prisa.

Ja, ja, ja, gracioso.

Después de pasar un tiempo juntos junto al columpio admirando el atardecer decidieron dirigirse a casa de Arlet; llegaron y lo primero que escucho fue a su papá decir:

Sigo molesto y sin estar de acuerdo con que Arlet tenga novio. Aún es muy pequeña, no me gustaría que la lastimaran, no está lista para eso.

Por favor Gabriel ya tiene 15 años, es lo suficiente madura para afrontar las consecuencias de una relación.

No estoy de acuerdo Johana, no lo estoy. - Se cruzó de brazos.

Arlet se aclaró la garganta para hacer notar su llegada.

Hola, ya llegamos.

Hola mucho gusto soy Obed el novio de su hija.

Johana, un gusto. - Dijo muy cordial igual que si proviniera de Arlet.

Gabriel. - Dijo entre dientes y torciendo los ojos.

Llegan justo a tiempo para cenar, lávense las manos y siéntense a la mesa.

Arlet tomó la primera silla que encontró y se sentó, Obed se sentó junto a ella, Gabriel no muy de acuerdo de aquella acción, pero la aceptó. Johana sirvió la comida y comenzó una charla agradable. Obed a pesar de las muecas de Gabriel no se inmutó y continuaba comiendo y charlando.
Gabriel al notar esto únicamente comenzó a hacerle preguntas como: cómo se conocieron, dónde vives, que edad tienes, etc.

Al ver que realmente había un gran respeto de Obed hacía todo y todos terminó por aceptar la relación, finalmente no tenía otra opción, era su felicidad por la de su hija y esto entre comillas, ya que al no estar feliz su hija menos él.

Las visitas de Obed a la casa, Arlet a la de Obed y las salidas al bosque se hacían cada vez más y más frecuentes. Algo normal en una relación de dos adolescentes de 15 años.

A pesar de que al principio ni las propias familias de los dos principales involucrados estuvieron de acuerdo con la relación, finalmente era una Salem y se rumoraba que con esa familia pura desgracia se aproximaba, pero poco a poco fueron aceptándola y aunque muy linda, no le veían una duración muy larga, máximo unos tres años.