My angel |Nanatsu no Taizai |(Ban y tu)

Cap.29

- Entonces no solo mi pelo está negro- dijo Stella viéndose en un espejo- me veo rara- dijo un poco afligida- No parezco yo...-

- Pues no, Stella-Chan- le respondió Escanor a la chica- recuerdo que eras una pequeña niña rubia con ojos de color rosa, eras muy dulce-

- Si, supongo que si- miró al hombre, pero rápidamente giró su cabeza en dirección contraria- Tengo que irme.-

- Pero Merlin dijo- Lo interrumpió.

- Lo siento. Pero enserio debo irme. Nos vemos en otro momento, Escanor- dijo la chica caminando hacia la puerta pero es detenida por el hombre.

- Stella-Chan...-

- Por favor- dijo mirándolo a los ojos- déjame salir de aquí, debo hacerlo, ella está incontrolable- se libero del agarre y salió del lugar con rapidez.

Miró en diferentes direcciones tratando de sentir hacia donde debía de ir.

- Están allá- dijo mientras alas de color negro salían de su espalda, saltó tomando impulso y avanzó con fuerza- hace tiempo que no hacía esto- dijo sonriendo un poco, agudizó su vista viendo a lo lejos unas personas, se acercó a más velocidad, aterrizó con fuerza llamando la atención de los presentes.

- Tu...- dijo la chica rubia que estaba presente.

- Es un honor tenerte frente a mi, Elaine- dijo mirándola fijamente con sus ojos oscuros a la pequeña hada, la cual frunció el ceño. Atacó a la chica pero esta con un movimiento de manos desvió el ataque- No entiendo porque estás lastimando a Ban- está vez Stella frunció el ceño.

- Por tú culpa- dijo el hada con enojo- desde el otro lado solo veía como se hacían más y más cercanos, incluso desde que eras una pequeña niña tonta, hicieron todo lo que yo quería, el me prometió que me haría suya, pero en cambio fue a ti!- gritó Elaine atacando a la chica de ahora pelo negro.

Stella colocó una mano al frente suyo dividiendo el ataque de Elaine.

- Que te pasó?- le preguntó Stella.

- Tú me pasaste Stella!- gritó con fuerza Elaine tratando de que algún ataque llegara a la chica.

- Stella...?- la chica escuchó el susurro de Ban, lo miro por un segundo volviendo su vista a Elaine.

- No digas su nombre- le dijo Elaine a Ban mientras volvía a atacarlo pero Stella se colocó en frente del hombre, recibiendo el ataque por la espalda.

- Ah- se quejo Stella- bajé un poco la guardia, lo siento- dijo sonriéndole a Ban.

- Enserio eres tú...?- dijo mirando a la chica la cual le sonreía- te ves...- fue interrumpido.

- NO!- gritó Elaine, Stella se dio vuelta mirando al hada, con una gran rapidez se acercó a Elaine reteniéndola.

- Ya basta!- le gritó a Elaine- entra en razón y deja de hacerle daño al hombre que amas, Elaine!- continuó gritándole- eres mejor que esto, no dejes que te controle!-

Los ojos de Elaine se aguaron.

- Lo se, lo se- empezó a forcejear, y un gran tornado las rodeó a ambas- lo siento, lo siento, yo nunca quise...

- Lo se- dijo Stella sonriéndole- entiendo como te sientes, es horrible ver cómo el hombre que amas piensa en otra que no eres tú. Duele mucho. Perdóname- dijo, Elaine vio cómo los ojos de Stella volvían a ser normales por un segundo, de color verde, Elaine se extrañó por un segundo.

- Por que eres tan buena conmigo?- le preguntó Elaine.

- Por que no lo sería?- le preguntó de vuelta mientras ambas se sentaban frente a la otra.

- Bueno...- Elaine fue interrumpida.

- Ay ya deja eso en el pasado- le sonrió Stella a Elaine, el hada se sonrojó por eso.

- Stella- La llama- Tu sabes sobre tu condición en este momento?- le preguntó, la chica de ahora ojos verdes la miró confusa- No lo sabes...-

- No entiendo de que estás hablando Elaine- le respondió Stella, la pequeña chica se acercó a Stella y tocó su vientre.

- Hablo de esto- le dijo Elaine mientras tenía su mano en el vientre de la chica. Ban y Jerico estaban mirando atentos a las dos chicas.

- Qué quieres decir?- Stella sintió nervios en ese momento- no será...- Elaine asintió y le susurró-

-Estás...- en ese momento Elaine cayó encima de Stella inconsciente-

- Qué...? Que pasa? Elaine!- movió el cuerpo de la chica para ver si despertaba, los otros dos se acercaban a paso rápido cuando sienten a dos individuos de gran poder, se escuchó una risa detrás de todos.

- Qué esperabas que pasara?- preguntó una voz- La ley de regreso a la vida por rencor es una técnica prohibida, que amplifica los rencores de los muertos y hace que retornen como fuerza vital, si luchas contra tus rencores o desaparecen, la muerte te estará esperando.

- Jerico- Stella la llamó- quédate con Elaine- le dijo mientras sus ojos volvían a ser oscuros

- Tu eres de los pecados capitales que Fraudrin mencionó?- le preguntó a la chica.

- Qué te interesa?- le respondió.

- Ustedes- Ban los llamó- identifíquense- dijo a lo que el de gran armadura rió.

- Para ser un mísero humano, eres aguerrido!- le contesto.

- Melascula del mandamiento de la Fe, de los Diez Mandamientos.- dijo la chica.

- Y Galand del mandamiento de la verdad.- dijo el de la armadura.

Ban extendió su mano tomando su arma.

- Los matare- dijo viendo a ambos mandamientos.

- Que truco tan divertido- dijo Melascula.

- Un misero humano, matarnos a nosotros, los Diez Mandamientos?- preguntó Galand

- Yo también lo haré- dijo Stella colocándose al lado de Ban.

- Tu...- dijo Melascula viendo a la chica

- Esa marca- continuó Galand.

Galand se movió con rapidez partiendo a Ban por la mitad.

- Por qué estás tan molesto?- preguntó Melascula.

- Por las heridas que me hizo ese imbecil. Ella tiene una marca parecida, no serás...- Galand no termino ya que su pecho fue atravesado por las dos manos de la chica.

- Quien te crees para cortar a Ban? Solo yo hago eso- la mirada cínica que mostraba Stella más sus dos manos en el pecho del mandamiento los dejaron más que sorprendidos.

- Como...?- Galand no pudo terminar ya que Stella saco sus manos con dos corazones en esta.

- Oh? Sigues vivo? Humm- estrujó los corazones manchándose de sangre- creó que debes tener unos cuantos más-

- Stella, no tomes toda la diversion- dijo Ban levantándose del suelo mientras su herida cerraba- ademas, ten cuidado-

- Como es que sigues vivo?- le preguntó Galand al hombre.

- Me llamó Ban el no muerto- se presentó- nadie puede matarme-

Continuará...