Tenias Que Ser Tu [Los Sempietro]

22

Domingo que te quiero Domingo.

Lalalallala.

Felicidad absoluta.

Domingo, domingo, Domingo.

No clases, no madrugar, no trabajar.

Felicidad lalalalalal.

—Avery!— grita mi Padre.

Aguafiestas lalalallala.

Antes pienso en mi felicidad antes me la quitan.

¿Que te he hecho a ti Dios? ¿Tienes algo encontra Mia o que?

Salgo a mala gana de la cama.

Ayer llegué tarde.

Ayer tube muchas cosas por Las que estar cansada.

¡Dejarme respirar!

Bajo Las escaleras con mi felicidad convertida en una Bomba de relojeria.

Tic-tac

Tic-tac

Tic-tac

—¿Que?— pregunto de malas formas.

—Tu noviete está aqui— informa.

Le voy a rebentar la cabeza de un puñetazo a mi noviete.

Asesino a Eric con la mirada.

—¿No puedo librarme de ti ni un segundo?— me quejo volviendo a subir Las escaleras.

El se toma ese gesto Como una invitación a subir a mi habitación.

—Queria llevarte a desayunar— se excusa.

—¿A Las diez de la mañana? ¿Tan pronto?— me quejo cerrando la puerta Cuando El ya está dentro.

—¿Pronto?— eleva una ceja.

—prontisimo— me lanzo otra vez a la cama.

—Me quedé con Las ganas de que dormieras en mi cama— de tumba a mi lado.

—Mala suerte— chasqueo la lengua. — otra vez será. — me encojo de hombros.

—Si, otra vez será— de queda pensativo. —Ayer Cuando llegué a casa empecé a pensar en cuanto duraria esto— nos señala.

Lo Miro atenta.

Este es capaz de dejarme y solo llevamos una semana.

—Y me di cuenta de que si dura mucho— continua— tendrás que hacer cosas con mi familia, — frunzo El ceño.

—No tendréis un ritual extraño para iniciados ¿No?— digo medio en broma medio en serio.

—No— se rie. — Ya sabes, El viaje familiar a Las maldivas.

—¿Me estás invitando a ir a Las maldivas? Porque no pienso denegar esa peticion Ni por un millón de euros.

—Enhorabuena! Te vienes a Las maldivas. — aplaude contento. — y además si Cuando mi tio Derek se case seguimos juntos tambien estás invitada a la boda.

— ooooo— abro Los ojos Dr par en par— una boda real. Me estoy emocionando.

No seas dramatica Avery.

Me abanico la cara exajerando mi emoción.

El se dedica a reirse.

—Venga, Vamos a desayunar— da una palmada enderezandose.

—Venga Vale, si insistes.... Me ha entrado El hambre.

—Si ya sabia yo que no rechazarias comida. — niega con la cabeza.