Bajo las sábanas de su cama en nada más que en su piel, Kyoka hojeó las fotos en su teléfono a las 5:00 am junto a su novio igualmente desnudo aún dormido mientras le revolvía el cabello con las yemas de los dedos, la sensación similar a acariciar a un malamute durmiendo . La mayoría de las fotos fueron fotografiadas recientemente en sus fechas recientes, así como las de su cambio de imagen. Los dos reían, sonreían, comían, vestían como modelos de moda. "Dios, nos vemos jodidamente fabulosos". Kyoka nunca se cansaría de esa sonrisa voraz que la hizo admitir que el mal es sexy. Sin embargo, la marca del mal de Izuku.
Ella se rió de uno en particular de Izuku dormido con la boca abierta durante las vistas previas antes de que Scott Pilgrim vs The World. Estaba algo molesto por el hecho de que ella le había puesto palomitas de maíz en la boca durante ese estado y le había mordido la oreja un poco más fuerte de lo normal en represalia.
Cuando Kyoka tiró suavemente su teléfono sobre su bolsa en el suelo, se dio la vuelta para enfrentar a Izuku, quien lucía el cuerpo de un dios griego y, sin embargo, poseía la cara de un cachorro, el contraste entre los dos lo hacía aún más irresistible. Si solo pudiéramos pasar todas las noches de esta manera, ella podría despertarse más temprano, sintiéndose absolutamente refrescada y feliz, incluso si fue después de una noche de incesantes juegos previos que el placer indujo al más alto grado. Sin mencionar que podía empujar, acariciar, besar y mimar a la nerd dormilona que estaba orgullosa de llamar su pareja.
Empujando las mejillas de Izuku con sus jacks, ella le dio un beso en la marca de mordedura que dejó en él, haciéndolo moverse un poco. "Dios porque estas tan lindo... ..?" Kyoka agachó la cabeza, murmurando molesta mientras lentamente deslizaba su brazo por debajo de su cabeza mientras su almohada, acurrucándose contra él.
Con un murmullo inaudible, el otro brazo de Izuku la acercó más a él mientras se giraba de costado, su rostro ahora enterrado en su pecho. Esta adherencia, esta descarada necesidad de consuelo era otra cosa que le gustaba de él. Izuku, en todo caso, era el tipo de dar y permitir que se permitiera estar en el extremo receptor era ... bueno, diversión para ella. Dándole un ligero cosquilleo con sus tomas en puntos específicos en salidas bajas con susurros y respiraciones sucios, acariciando suavemente su polla e incluso dándole una mamada de vez en cuando le permitió tomar notas mentales sobre cómo levantar una pierna sobre quién. -puede volverse la carrera más rápida.
Además, a ella le encantaba verlo alcanzar un orgasmo. Él hace girar su cabeza hacia atrás, se pone todo avergonzado y rojo, cubriéndose la cara cuando está de espaldas (aunque a veces ella le impide hacerlo), disculpándose profusamente cuando le hizo un lío en la cara y el cabello (por múltiples razones), lo cual Simplemente responde quitando las cosas pegajosas con los dedos y lamiéndolo.
Darle las riendas a Izuku fue igual de agradable. Era casi como presionar este interruptor en él, lo que lo convirtió en un amante implacable, la bestia en las sábanas (como le gustaba decir), la escapada más reciente realizada en su habitación y en el escritorio, todavía con sus uniformes escolares desabotonados pero sin desnudarse Su lengua simplemente ... ... subiendo por su muslo, lamiendo su clítoris y luego invadiendo su punto G debajo de su falda tan abrasivamente mientras estaba de rodillas se sentía tan mal, pero se sentía tan bien, porque diablos, ella lo amaba.
Dándole un ligero beso, Kyoka aspiró su aroma mientras ella fruncía el ceño. A pesar de ser capaces de controlarse y mostrar abiertamente su afecto en público, a ninguno de ellos le gustó. La espera hasta que pudieron dejar de contenerse fue más agonizante que cualquier régimen de entrenamiento que Izuku pudiera preparar para los dos. Incluso las evaluaciones brutalmente honestas y brutales de Aizawa se sentían solo la mitad de extenuantes.
