Soy vulnerable
Soy tonta
Soy persuadidle
Tengo cosas que ocultar incluso a mí misma
Negándome todo el tiempo lo que siento.
Alguien podría entrar en este castillo,
Cortarme el cuello y alejarse con mi corazón en la mano.
Porque lo único que les importa a aquellos que no me conocen es lo que dentro de mis viseras se encuentra.
Sin amansarme, sin decirme un par de palabras de consuelo para ablandar la carne que desean rasgar.
No odio ser amada, sólo odio en lo que han convertido el amor. No te odio, odio en quién te han convertido aquellos ojos que decías que nunca han arrugado su entrecejo hacia los tuyos. Porque me dijiste que no te importaba lo que vieran siempre sonreirías, aunque ahora que trato de abrazarte tú te convertiste en esos ojos que decías no entender motivo de odio.
¿O es que me odias tanto que el hedor que emanas es lo que creo que es?, ¿Arrogancia?, ¿Estás usándome?
Te sorprenderías saber que lo sabía, y tal vez lo sabía desde el principio, pero como dije, soy ciega. Mi alma corre a tu lado cuando le digas, porque ya lo ha hecho y sabe que adora la forma en que tu pelo rebota y se deshace tu peinado con el viento. Sabe que no puede resistir la sensación de adrenalina que le haces sentir, porque es un alma después de todo, ella no sabe mucho del mundo, sólo sabe existir por su cuenta dentro de este cuerpo tan complejo en el que le ha tocado vivir.
Muchas veces le gusta soñar, pensando que puede salir de aquí dentro y correr a envolver a quien en realidad ama, la tuya. Porque sabe que dentro de esa coraza hay algo que vale la pena, siempre has valido la pena para ella. Pero, mientras las almas no puedan salir, no hay un mañana para nosotros y mientras tu arrogancia no deje de hacerme daño no hay ni siquiera un nosotros.
