capítulo 4

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POV VALENTINA

Uggh... Dios.

Por qué siento como si una aplanadora me acabará de pasar por encima?

Me duele la cabeza, me duelen los brazos, me arde la espalda y mis piernas están pesadas cubiertas de... arena?

Mis ojos protestan contra la claridad, pero me gustaría ver dónde diablos estoy. También me doy cuenta del calor que se refleja en mi cara como un fuego ardiente.

Es el sol?

No recuerdo haber subido a cubierta, y podría jurar que aún es de noche...

Finalmente soy capaz de forzar mis ojos y al instante tengo que entrecerrarlos de nuevo porque el sol me está pegando de lleno. Levanto mi mano para tratar de taparlo un poco y es ahí cuando la veo.

Sangre, mucha sangre

Mi mano y la mayor parte de mi brazo están cubiertos por un líquido rojo pegajoso, pero por su aspecto, ya ha tenido tiempo de secarse.

Oh Dios. Esto tiene muy mala pinta.

No sé dónde encuentro la fuerza, pero de alguna manera logro sentarme, gemí cuando sentí que mis músculos y cada hueso de mi cuerpo gritan en protesta contra este movimiento que aunque fue lento no evito que doliera como nunca.

Mirando mi brazo cubierto de sangre, temo lo peor.

Pero... después de un rato explorando de dónde sale la sangre estoy segura que no es de mi brazo, yo no tengo ni un rasguño en ninguna parte, y eso solo puede significar una cosa...

No es mi sangre

Entonces de quién...

Ahí es cuando mis ojos caen al cuerpo inmóvil que yace a mi lado. Su cabello todavía está húmedo y enmarañado cubriendo su cara. Su camisa de seda está rota en su lado derecho y está llena de arena roja pegajosa

Oh no.

_Juliana_ la llamo y coloco mi mano suavemente sobre su pierna para intentar moverla _Juliana! ¿Puedes escucharme?_

_Qué?_ Escucho su voz baja, y no puedo evitar pensar que es el sonido más dulce que he escuchado. _Caray no tienes que gritar, estoy despierta_

Juliana intenta voltearse para mirarme pero enseguida se da cuenta de su error cuando deja escapar un fuerte gemido. _Aayy... Qué carajo!_

Trata de sentarse pero el dolor debe ser demasiado porque veo que todo su cuerpo se tensa mientras cae de espaldas contra la arena.

_No trates de moverte_ digo haciendo mi mayor esfuerzo para mantener la calma, me levanto y me pongo de rodillas para poder ver mejor su costado. _Solo recuéstate. Voy a tratar de..._

Intento retirar la tela de su piel y me estremezco cuando se adhiere a su carne.

_Lo siento_ le susurré y ella soltó otro gemido.

Siento que mi corazón se hunde ante la imagen que encuentro debajo.

_Oh Dios Juls..._

Contigo... siempreWhere stories live. Discover now