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Diego Toda su vida a pensado que es el chico menos afortunado de la vida a pesar de que muchos dicen lo contrario, la gente cree que por ser hijo único todo lo que quiere lo obtiene y la verdad es así pero aún así nada lo llena de alegría siente que le falta algo pero aún no descubre que es y cree que morirá sin saberlo. No se siente conforme con lo que es, el quisiera ser más pero siempre que lo intenta siente que el mundo se le viene encima, no es lo que quiero ser desearía ser libre y feliz como Temo lo es, el logro tener un novio y estaba siendo uno de los mejores en lo que estudia, en cambio el es la vergüenza de todos, como desearía no existir, perderse en un bosque y jamás ser encontrado. Si algo he aprendido en esta vida es que no se puede tener nunca lo que se quiere, solo sigue funcionando porque su tia Dora dice que quienes se suicidan no van al cielo y el quiero ir al cielo o sino ya hubiera hecho algo al respecto.

Se encuentra sentado en la banca de una plaza desde el medio día y absolutamente nadie de su familia o amigos se ha preguntado donde está, el cree que es innecesario para ellos por eso arrojó su celular a la calle y comenzó a llorar en medio de la noche observando las estrellas y deseando ser una de ellas para no tener más preocupación que brillar en medio de la inmensa oscuridad pero lo cierto es que el no nacio para brillar, el solo se ve como la oscuridad. Cuando tuvo ánimos de levanté de esa banca y comenzo a caminar en la dirección contraria a donde vivía ya que no quería encontrar a nadie solo deseaba ser el y sus pensamientos así nadie podía contaminarse con lo horrible de su ser.

De noche la ciudad es peligrosa y eso le gusta, el saber que su vida puede correr riesgo y que a lo mejor tiene la fortuna de morir le hace feliz, seria lo mejor del mundo que alguien le arrebatará la vida, cree que tendría esa paz que piensa no merecer pero que si desea tener, por un momento paro en frente de un restaurant y puedo sentir el aroma a deliciosa comida le hubiera encantado entrar y comer algo pero no puede porque este día es uno de esos días en los que realmente piensa no merece nada así que continuo pero hay una voz que lo detiene, volteo a ver y se dio cuenta que estaba el ahí parado con una linda e irresistible sonrisa y de la mano de su novia.

Mateo: que haces caminando solo en la noche?.

Diego: que te importa.- se hizo el desinteresado-.

Keren: que agradable.- dijo sarcásticamente-.

Mateo: te llevaré a casa, no puedes estar vagando por las calles a esta hora.

Diego: si puedo, lo estoy haciendo en este preciso momento.- se volteo y continuo su camino pero Mateo lo detuvo-.

Mateo: tu te vienes conmigo, no puedo permitir que te pase algo.

Diego: por qué?, por qué mi papá se podría enojar contigo si sabe que no me ayudaste?, no te preocupes no le diré nada de ti.

Mateo: no es por tu papá, tu no estas en un buen estado.

Keren: ya déjalo Mateo seguro se va a juntar con un chico.

Diego: exacto, tu noviecita tiene mucha razón.

Mateo: cuál es su nombre?, conoces de algún otra parte a ese chico?.

Diego: no.

Mateo: no que?.

Diego: no te tiene...- se desmayó ya que no había comido nada en todo el dia-.

Mateo estaba desesperado por lo que llevo a Diego a su auto y fue junto a su novia a un hospital para que vieran al chico, mientras lo estaban chequeando los médicos llamó a Ubaldo para que fuera a verlo pero no contestó por lo que decidió llamar a Cuauhtémoc el mejor amigo del chico para ver que se podía hacer.

Keren: ya van a venir sus amigos deberíamos irnos.

Mateo: no puedo, el es hijo de mi jefe y si le pasa algo puedo quedar sin trabajo.

Keren: pero íbamos a tener nuestra cita después de mucho tiempo.

Mateo: tu sabes muy bien que mi trabajo siempre es primero.

Keren: quédate entonces cuidándolo, yo no soporto estar aquí ni un segundo más.

Mateo entró a la habitación en la que se encontraba Diego y se sentó en el sillón a esperar la llegada de Cuauhtémoc, durante todo el tiempo de espera se quedó observando como dormía el chico y sonreía al verlo tan indefenso porque no se comparaba con el Diego fuerte y decidido que conocía.

Al despertar lo primero que vio Diego fue a su mamá llorando desconsolada y eso lo entristeció más, ella no merecía un hijo que le diera más problemas de los que ya tenia pero debía fingir para no darle más preocupaciones por lo que sonrio.

Diego: ya no llores mamá, estoy bien.

Soledad: mi monstruo guapo pensé que no te iba a ver nunca más.- abrazo a su hijo-.

Diego: no exageres.

Soledad: los médicos dijeron que tu desmayo fue porque no comiste bien, debes alimentarte mejor.

Diego: es que tuve muchas clases y no tuve tiempo.

Soledad: desde ahora yo te llevaré comida, no puedes quedarte sin comer.

Diego: no es necesario.

Soledad: va a ser muy necesario, estas en los huesos Diego.

Diego: siempre he sido delgado, no te preocupes tanto por mi.

Soledad: no pidas que no me preocupe por ti, eres lo mejor que tengo en el mundo.

Mateo aún seguía en el hospital porque quería estar ahí cuando Ubaldo llegara y viera que el era quien había llevado al hospital a Diego y no Cuauhtémoc, obviamente no iba a dejar que ese chico solo por se amigo de Diego se llevara todo el crédito, el era quien había hecho el trabajo.

DiegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora