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Mateo y Diego habían decidido irse antes de la fiesta de bienvenida de Andrés y estaban sentados en el sillón de la sala de estar del departamento de Diego hablando.

Diego: lo encontraste guapo?, porque para mí ese chico está pero increíblemente bien, tiene unos brazos que te mueres.

Mateo: podemos hablar de otra cosa?, me incomoda hablar de chicos.

Diego: debes soltarte y hablar conmigo de chicos yo no te voy a juzgar.

Mateo: ni de las chicas puedo hablar así soy una persona que es más reservada.

Diego: entonces ábrete conmigo.- puso su mano sobre la de Mateo- yo en verdad quiero ser tu amigo, quiero ayudarte a que seas más libre.

Mateo: y por qué yo solo te tengo que contar mis cosas?, tu nunca me cuentas nada de ti, quiero saber que escondes.

Diego: ya sabes todo de mi, mi papá es Ubaldo Ortega, soy un chico presumido y ahora soy güero.

Mateo: eso lo saben todos pero quiero saber algo de ti que muy pocos o nadie sepa.

Diego: hay cosas que no me gusta contar de mi.

Mateo: puedes confiar en mi.

Diego: no quiero que pienses que estoy loco o que me tengas lástima.

Mateo: siempre he creído que estas loco.- sonrio- y nunca sentiría lástima por ti.

Diego: creo que no soy para nada agraciado, mi personalidad es un asco y nunca le atraería a alguien, siento que soy lo que quiero ser y creo que nunca voy a lograrlo, a veces siento asco de lo que soy, me gustaría no ser yo, ojalá pudiera escapar lejos de todo y que nadie me viera.- las lágrimas corrían por su rostro-.

Mateo: eres el mejor chico que conozco a mi me encantaría ser como tu.

Diego: no te gustaría para nada tener depresión.

Mateo: claro que no me gustaría tener pero es solo una de las cosas que te definen tu eres más que una estupida depresión, eres valiente, auténtico, leal, divertido, eres único y eso vale mucho.

Diego: en serio crees todo eso de mi?.

Mateo: si, siempre lo he creído.

Diego: ahora hablemos de chicos.

Mateo: ya hablé de ti.

Diego: pero yo no cuento soy tu amigo me refiero a alguien de tu interés.

Mateo: pues... no lo se.

Diego: Andrés es tu tipo?, si lo es puedo ayudarte a estar con el, harían una linda pareja a pesar de que el me rechazara.

Mateo: ese idiota te rechazó?.

Diego: si, pero así es la vida y yo quiero ayudarte por lo que me parece una buena idea unirlos.- sonrio-.

Mateo: a mi no me parece una buena idea el no es mi tipo, nunca lo sería.

Diego: y quien es tu tipo?, necesito saberlo como para tener una idea clara.

Mateo: ya debería irme a casa.

Diego: si no me dices voy a buscarte alguien por una app.

Mateo: mejor mañana hablamos de esto.

Diego: esta bien.- Mateo se acercó y besó la mejilla del chico-.

Mateo: recuerda siempre que eres increíble.

Mateo llegó a su casa pensando en toda la conversación que había tenido con Diego y de verdad no sabía como eras los chicos que le gustaban es que eso era raro el no tenia un tipo de persona o tal vez si lo tenia pero no lo sabia. Cuando entro a su habitación su vio a su hermana que lo miraba completamente enojada.

Mateo: que haces aquí?.

Ania: se suponía que hoy me acompañarías a salir junto con mis amigas.

Mateo: estaba ocupado.

Ania: de seguro con tu amiguito Diego.

Mateo: con quien yo estuviera no es de tu importancia.

Ania: no, pero a mis padres de seguro les interesara mucho.

Mateo: que tienen que ver nuestros padres en esto?.

Ania: no les va a gustar que estés juntandote con un gay.

Mateo: Diego no es solo gay, su orientación no lo define.

Ania: a nuestros padres no les va a importar eso, así que aléjate de el.

Mateo: yo no me voy a alejar de el, es mi mejor amigo y no lo voy a dejar cuando el me necesita más que nunca.

Ania: es obvio que no lo vez como un amigo, te conozco hermanito y miras a Diego como mirabas a Keren cuando estabas enamorado.

Mateo: estas completamente loca, Diego es mi amigo yo no estoy enamorado de el.

Ania: avísale a tu cuerpo porque cuando estas cerca de él no te despegas.

Mateo: que tu no sepas diferenciar amistad es tu problema.

Ania: se que te gustan los chicos igual como te gustan las chicas a mi no me vas a engañar Mateo yo soy tu hermana así que o te alejas de ese chico o le digo a mis padres de tus tendencias.

Mateo: no tienes pruebas.

Ania: no las tengo pero siempre me creen en cambio a ti te ven como la escoria que eres.

Mateo: tu eres la escoria, no puedes prohibirme estar cerca de Diego.- sus ojos estaban llorosos-.

Ania: mira como te pones porque te prohíben estar cerca de ese chico.- lo dijo con una sonrisa- te voy a vigilar en la universidad así que ni se te ocurra acercarte a el.

Mateo: por lo menos deberías dejarme  despedirme de el.

Ania: quieres despedirte de el?, por favor Mateo eso no... aunque pensándolo bien puedes hacerlo pero siempre y cuando yo esté presente.

Mateo: pero...

Ania: es la única forma en que hablaras de nuevo con el, ya debes dejar esas tendencias de lado y ser un hombre.

Mateo quedó pensando en las palabras de su hermana cuando está se fue, como se le podía ocurrir que el sentia algo por Diego?, el chico era su mejor amigo y nada más. A la mañana siguiente cuando llegó a la universidad el y su hermana esperaron a que Diego llegara para poder conversar con el.

Diego: hola, por qué tan serios?.

Ania: tu y mi hermano ya no pueden ser amigos.

Diego: esto es una broma?.

Mateo: no, lo siento Diego.

Ania: no te le acerques a mi hermano, ya no quiero que le pegues tus costumbres.

Diego: tan joven y hablando como una persona ya de edad, das pena Ania con razón Thiago te dejo.

Ania: pues tengo a muchos que me quieren en cambio tu no tienes a nadie.

Mateo: muchos queremos a Diego.

Ania: mejor cállate si no quieres que mis padres se enteren.

Diego: tan baja eres que lo amenazas con contarle algo que depende de el si quiere decirlo o no?.

Ania: ya esas advertido Mateo te veo cerca de este y le digo a nuestros padres.

Mateo: lo siento.

Diego: no te preocupes.

DiegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora