Always [Romione]

Ya era hora (Vacaciones II)

Llegaron a sus respectivas cabañas y se reunieron con el resto.

Hermione fue a coger ropa para ir a ducharse y se encontró a Ginny y Luna vestidas de fiesta en la cocina preparando la cena.

- ¿Y esa ropa? - pregunté.

- Hemos descubierto que hay una discoteca muy buena en el pueblo - dijo Luna - y estamos todos de acuerdo en salir de fiesta, ¿os unís Ron y tú?

Me quedé pensativa. Me apetecía mucho salir de fiesta con mis amigos, pero también me tentaba la idea de quedarme a solas con Ron y poder terminar lo que habíamos empezado en la playa.

- ¿Herms? - me llamó Ginny sacándome de mi ensoñación - ¿estás aquí?

- Nada, estaba pensando - dije - y sí, ¡nos vamos de fiesta!

Las tres empezamos a gritar y a pegar saltos por la cocina.

Dejé a estas locas en la cocina y fui a ducharme. Mientras me enjabonaba el pelo recibí un patronus de Ron "¡Nos vamos de fiesta señorita" Me pondré mis mejores galas para usted". Sonreí, vaya novio más idiota que tengo y le respondí con otro patronus.

Salí de la ducha, me vestí y bajé a la cocina, encontrándome ya a todos en el comedor poniendo la mesa.

Dí un beso a Ron y ayudé a los demás. Comimos mientras escuchábamos música y cotilleabamos sobre rumores del mundo mágico.

Llegaron las 23:30 y decidimos que era hora de ir saliendo hacia la discoteca. Para llegar sobre las 00:15 a la discoteca.

Ginny llevaba un vestido corto rojo de tirantas pegado al cuerpo con un minibolso negro, Luna una falda negra y un top blanco y yo un top negro, unos pantalones negros y una chaqueta blanca. Las tres llevábamos converse porque era el calzado más cómodo para salir de fiesta.

[Outfit de Hermione]

Los chicos iban algo más básicos, todos con camisetas básicas y pantalones cortos. Ron se había peinado con gomina y estaba algo raro, pero guapísimo a la vez.

Llegamos a la discoteca y enseñamos en la puerta los carnets falsos que habíamos preparado con antelación, ya que en el mundo mágico no teníamos.

Entramos y al segundo ya estábamos bailando como si no hubiera un mañana. Pronto empezamos a beber alcohol, Harry y yo hacíamos recomendaciones a los demás sobre el alcohol muggle, ya que el resto no tenían ni idea.

Todo iba perfectamente. No parábamos de bailar y estábamos en el punto más alto de la noche. Incluso nos invitaron a una ronda de chupitos, cosa que obviamente no rechazamos.