¡No soy gay! - Taekook

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Ese abrazo, ese simple abrazo, fue como una explosión silenciosa de emociones para Jungkook, quien a pesar de desear que el momento terminara por lo que le hacía sentir, se aferraba con todo su ser a su lindo castañito. Taehyung, con su fragancia, su calor, su mera presencia, era el refugio que nunca supo que necesitaba.

Con cada segundo, sentía que su cuerpo lo traicionaba temblando ligeramente mientras sus brazos rodeaban al castaño, que parecía ajeno al terremoto emocional que causaba en Jungkook. No era solo un abrazo, era como si todo lo que había en su corazón —el miedo, el anhelo, la confusión— se materializara en ese contacto.

—No tienes idea de cuánto necesitaba esto —Murmuró Jungkook en voz baja, como si cada palabra llevara el peso del mundo. Con delicadeza, se separó de Taehyung, aunque sus manos parecían reacias a soltarse. Taehyung le sonrió con ternura, pero sus ojos revelaban algo más, algo que Jungkook no lograba descifrar.

Antes de que el momento se alargara, la puerta se abrió de golpe. Jimin, con su brillante cabello naranja, entró con una sonrisa traviesa en el rostro.

—¿Interrumpo algo? —Preguntó con una chispa de picardía en los ojos.

—Sí —Respondió Jungkook con sarcasmo, sin poder contener la sonrisa que se le escapaba. Taehyung soltó una risa suave, pero rápidamente se desvaneció en el aire cuando la conversación tomó otro giro.

—¿Cómo estás, Taehyung? —Preguntó Jimin, ahora más serio —Vi a tu mamá salir hace un rato y no parecía estar bien. ¿Paso algo?

El aire pareció detenerse en ese instante. El corazón de Taehyung dio un vuelco ante la mención de su madre. No quería que sus amigos se preocuparan. No quería cargarles con su dolor, no ahora.

—Estoy bien —Dijo Taehyung, esforzándose por sonar convincente, aunque por dentro la ansiedad comenzaba a consumirlo —Pronto me darán de alta, no hay de qué preocuparse. Creo que exageraste un poco, Jimin...

—Te recuerdo que no fui yo quien llamó a la ambulancia —Replicó Jimin, lanzando una mirada burlona hacia Jungkook, quien bajó la cabeza, evidentemente avergonzado.

—Yo creo que fue necesario —Intervino Jungkook, su voz llena de preocupación —Era mejor prevenir... Estaba demasiado preocupado, sobre todo después de lo que pasó en el lavamano... —Su voz se desvaneció cuando Taehyung le interrumpió apresuradamente.

—Ya todo está bien, ¿ok? —Soltó Taehyung, intentando mantener la calma mientras su voz traicionaba su nerviosismo.

Jimin miró a Jungkook con una ceja levantada, confundido. Sabía que ambos habian tenido un encuentro en los baños de la universidad, pero las palabras de Jungkook insinuaban algo más profundo. ¿Qué estaba ocultando Taehyung?

—En serio, chicos, necesito descansar un poco. ¿Pueden volver más tarde? —Soltó Taehyung, tratando de parecer agotado.

Jungkook no respondió al instante. Miró a Taehyung y sostuvo su mano con suavidad, como si al soltarla todo se desmoronara. No quería irse, no podía.

—¿En serio tengo que irme? —Preguntó en un susurro, con un pequeño puchero en el rostro, mientras entrelazaba sus dedos con los de Taehyung.

Jimin, parado al frente, observaba la escena, sintiéndose como un intruso en un momento tan íntimo.

—Por si acaso, sigo aquí —Murmuró Jimin, rompiendo el incómodo silencio con una sonrisa ligera.

Taehyung logró esbozar una sonrisa convincente, mirando a Jungkook con una mezcla de ternura y resignación. —Te veo pronto. Quizás me den de alta más tarde. Nos vemos mañana en la universidad, ¿vale?