Mi amor de intercambio(Cooper#1)

Samy Cole

Samy Cole es el hijo del director Cole, por lo tanto es el niño consentido del instituto, lo que no le hace muy popular, los amigos que tenia eran todos unos interesados porque sabían que si hacían algo malo el hablaría con su padre para que no les castigase. Básicamente le utilizaban.

Al ser así de pringado nunca había tenido novia, todas las chicas pasaban de él, bueno de todas formas él era muy selectivo, porque alguna chica estaba por él.

En fin que antes de venirme para Australia, me entere de que Samy llevaba enamorado de mí desde hace un año, Samy es monillo y tal pero nunca me ha llamado la atención, lo único que tiene especial son sus ojos grisáceos. El caso es que se metían mucho con el pobre y me daba pena que con 17 años nunca le hubiese dado un beso a una chica, era demasiado triste.

Así que antes de marcharme decidí hacerle un regalito, Samy celebro su cumpleaños en su casa invito a todo el instituto salvo a los nerds y a la gente invisible, seamos sinceros el chaval era un tanto capullo para no tener amigos. Resulta que a la fiesta no fue nadie porque cobraban las bebidas y como que la gente paso de ir. Como bien sabrás a mí me gusta llegar a los sitios en el momento oportuno, bien pues a su fiesta llegue justo cuando se dio por vencido y comenzó a recoger todo lo que había preparado. Llame al timbre y tardo un rato en abrirme pero en cuanto abrió la puerta, poco más y se le salen los ojos al verme. Me invito a que pasase, luego me indico que subiese con él a su cuarto yo acepte, una vez en su cuarto pude observar que tenía una cama de agua yo me quede en plan...wtf. Me dijo que me sentase en la cama mientras iba a por unas bebidas, yo pasaba de sentarme en esa trampa mortal así que me sente en la mesa de su escritorio.

Subió con dos vasos de vodka con limón, acepte el vaso y el se sentó en la cama, no paraba de mirarme sonriente y yo de vez en cuando dejaba de mirar el vaso para mirarle, entonces ya era hora de darle su regalo:

- Samy ¿a ti que te gustaría que te regalase?-le dije como una niña buena.

- No se...supongo que me da igual –dijo tímidamente.

- Pues espero que te guste lo que te voy a regalar –dije con una sonrisa picara, trago saliva y comenzó a mirarme nervioso – pero si lo quieres tienes que acercarte más –se levanto de la cama y paso a paso se puso enfrente mia.

- ¿ Asi? –pregunto nervioso

- Un poco más –dije y le rodee el cuello con mis brazos – Quiero que seas sincero ¿nunca te han besado? –dije y me acerque al el de forma que nuestras narices chocasen.

- Nun...ca-dijo en un último suspiro

Ladee un poco la cabeza y le di un beso en la mejila, luego otro un poco más cerca de los labios, otro y otro hasta que llegue a sus labios primero le di un beso delicado y luego con mi dedo índice hice que abriese un poco la boca, el me puso las manos en la cintura y yo le atraje hacia mí, de forma que le di un beso intenso, me separe de él y contemple su mirada perdida en mis labios esta vez fue el quien tomo la iniciativa y me beso apasionadamente, me levanto del escritorio y me mantuvo en sus brazos mientras nos besábamos, me soltó y yo deje de besarle, el iba a darme otro beso pero yo no le deje le tape la boca con mi mano y me fui hacia la puerta, el se quedo mirándome de pie jadeando y confuso.

Yo le sonreí desde la puerta y moví el pelo estilosamente y abandone la habitación de Samy.

- Sophie...fue muy bonito lo que hiciste por el –dijo Erik asombrado.

- Lo sé, sabes lo mejor de todo, que Samy le conto lo ocurrido a su padre y pase a ser consentida del director, me pase una semana entera haciendo todo lo que apetecía sin ser castigada, fue una pasada- Erik se rió.

- ¿ Y luego que? ¿Qué paso con el amor hacia ti de Samy?

- Que se volvió más intenso, es más vino a declarase ante mi pero yo le dije que no estaba interesada que lo del beso fue por el efecto del alcohol –dije y me reí

- Eres una puta diosa Sophie Cooper –dijo y me choco los 5.

- Me alegro de que te haya gustado la historia porque esta era la penúltima

- ¿ Cómo? –dijo apenado.

- Lo que has oído, buenas noches bebe –dije y le di un besito en la mejilla.

- Buenas noches...