Capítulo 3: Una decisión importante

4.1K 251 23
                                    

Nota: Este capítulo ha sido editado y se alargó un poco más, por ello lo he dividido en 3 partes q se verán separados por unos asteriscos (***)... Eso es todo, pueden continuar con la lectura. Espero les guste.

POV: *El REY ADAM*

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

POV: *El REY ADAM*


El silencio me estresaba. El coronel Pascual, mi fiel coronel, me observaba con una expresión que dejaba claro su desaprobación. Durante largo rato, me concentré en los papeles sobre mi escritorio, tratando de ignorar su mirada penetrante. Sin embargo, conforme pasaban los minutos, la incomodidad se hacía cada vez más palpable.


—Ya dilo, Pascual —exclamé, frustrado

—Llevas una hora con ese mismo papel—me recordó, con su voz serena pero firme, sin el protocolo al que estamos acostumbrados. Generalmente me habla así cuando estamos solos y cuando trata de reprenderme por algo en lo que no está de acuerdo. Debería molestarme por eso. Aunque estoy acostumbrado a su imprudencia. Después de todo, desde que quedé huérfano y tomé el poder a muy corta edad, Pascual, deliberadamente asumió la responsabilidad de ser la autoridad que todo niño necesita. Aunque al día de hoy, ya siendo un adulto y un rey, debería entender que puedo encargarme yo mismo de mis asuntos.


—¿Cuál es tu punto? —respondí, agotado.

—¿Tal vez estés preocupado por la señorita que enviamos al calabozo?
Su comentario me pilló desprevenido. Desvié la mirada, sintiendo el peso de su insinuación.


—Sabes lo que hizo. No tenía otra opción —respondí, intentando ocultar mi turbación tras un tono de voz duro.


—No era eso lo que preguntaba. Me refería a si estás preocupado por ella.


Su franqueza me irritaba, pero no podía negar que había dado en el clavo. Julie... ¿Por qué tenía que volver a cruzarse en mi camino? Y, ¿por qué tenía que ser tan obstinada? Si no fuera por ello, nada de esto habría sucedido.


—Te gusta meterte donde no te llaman, ¿verdad? —dije, tratando de desviar la conversación.


—Solo quiero ayudarte a aclarar tus pensamientos —respondió Pascual, con esa usual calma que me exasperaba.


Apreté los puños bajo la mesa, recordando que un rey jamás debe doblegarse ante las emociones. Me pregunto por qué Pascual es el único que no entiende esto.


—No necesito aclarar nada. Tengo muy claro todo —dije, extrañamente con menos firmeza de la que pretendía.

PLEBEYAWhere stories live. Discover now