Bienvenida a una Helga Renovada.

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Scarlett detuvo el masaje mientras Bob la cuestionaba, miro a la nada y pensó sonriente lo bien que había salido todo, justamente como ella esperaba, sabía que Helga hablaría de más, un enfrentamiento entre padre e hija de igual temperamento les haría decir secretos que se habían mantenido ocultos durante bastante tiempo, los reclamos de ella no se harían esperar y con ella presente solo haría que la bella rubia caprichosa que creí Scarlett que era la pondría de manifiesto ante Bob, pero era algo que no le preocupaba, era el momento que esperaba para decirle que Jake era su hijo, era un buen partido para cualquiera de ellas dos así que en cualquier momento sus pensamientos serían los de Bob.

—Ammm—suspiro relajada—si, tu bella hija dijo la verdad, Jake es mi hijo—mencionó mirando su manicura recién hecha mientras rodeaba el escritorio sin ningún titubeo.

Bob miraba a su amante como alguien en quien dudar en ese momento, su actitud era de indiferencia ante ese hecho y no era para menos pues ella siempre solía ser arrogante e indescifrable, por eso era tan difícil saber qué es lo que planeaba si no la enfrenta asi que solo no dejaba de observar como lo hacía con sus enemigos, esperando que ella no se volviera uno de ellos.

—Demonios Scarlett y ¿cuando planeabas decírmelo?—golpeó el escritorio con fuerza como lo hacía cada vez que algo lo disgustaba—¿que estas planeando?, ese muchacho trabaja desde hace mucho tiempo con Miriam, ¿estás siguiéndome por medio de él? ¿planeas arruinarme como todos los demás cierto?

—Si quisiera hacer eso lo haria yo misma sin tener que usar de mi propio hijo Bob—habló con cautela aunque deseaba hacerlo rabiar—él es el hijo de Bruce, mi primer matrimonio.

—Vaya, —se relajó unos momentos mientras daba un viaje en su memoria al pasado—así que él es el hijo de ese importante empresario en Europa, la razón porque llorabas la vez que te conocí.

—No fue por él por quien lloraba, estoy cansada de repetirlo—dijo Scarlett sentándose sobre una silla cruzando las piernas mirando suspicaz—él siempre fue tan poca cosa para mi, un auxilio de mi pobreza antes de darme cuenta que estaba peor con el, cuando decidí dejarlo, ya tenía a Jake, él era muy pequeño para entenderlo, pero su padre, me separo de el largandose de aquí, negándome toda posibilidad de contacto con mi propio hijo. Lo busque por mucho tiempo hasta que lo encontre, pero Bruce se había encargado de meter sus propias opiniones sobre mi ganándome el odio de mi hijo. Jake siempre creció con la idea de que no me interesaba, pero la realidad es que siempre busque algo mejor para él, ahora se niega a hablar conmigo, así que hace mucho que deje de buscarlo, por eso no creí que fuera importante decírtelo querido, bastante tengo con tus problemas qué haces míos para preocuparme ahora por él.—lo miró con desinterés.

—¿Es eso en serio?, no quiero ninguna mentira Scarlett, te lo advierto, por que si él es uno de tus espías me las pagaras.

Scarlett notaba el miedo de Bob en sus ojos, temor, es lo que necesitaba para tenerlo a sus pies y hace mucho que ella sabía de ese poder sobre el, pero debía marcar sus pasos sin sospecha para no dar un tiro equivocado en el momento equivocado. Segura de si, no mostró debilidad ante sus amenazas, sacudió su cabello con una mano, como señal de fastidio ante la acusación de Bob y cruzó la otra pierna descansando la otra.

—No te tienes nada que temer Bob, pero si te dire una cosa,—hablo con serieda— aunque él no desea verme, quiero a mi hijo de la misma forma de la que tu quieres de tus hijas, por eso creo necesario decirte esto, sabrás que Jake está muy enamorado de Helga pero Olga lo esta de el.—dijo sin rodeos esperando la respuesta del mismo pensamiento que el de ella.

—¿Que?—dijo con sorpresa—sabía de Helga, salieron una vez pero es tan igual a ella que dudo que lo vea como hombre ahora dime ¿como sabes lo de Olga?—exige rotundamente.

Recordar, no siempre duele. Arnold Y Helga.Where stories live. Discover now