Desaparecido. (Secuela de "El Diario de un chico perdido").

Darren.

Darren.

Abrí los ojos y volví a sentirme completamente yo, un fantasma o algo parecido.

"Bien... ya soy yo otra vez"

— agh... mi cabeza...

"¿Quieres que te cuente o no?"

— podrías hacerme los honores...

"Bien... solo un día aparecí."

— . . . ¡Cuanta maldita información, Darren!

"Shhhh. No digas mi... "nombre" en voz alta y aún no termino. Un día solo aparecí, tu no podías escucharme, ni verme"

— no veo una mierda...

"En ese tiempo aún veías, yo solo aparecí... no tengo idea de porqué ni cuando, solo ocurrió."

— eso no me ayuda mucho.

"¿Crees que a mí sí? No soy un genio de la lampara o algo parecido..."

— ¿que más sabes?

"Sé que... tú puedes tocar cosas de... llamémoslo "el mundo real" estando en este plano, lo cual no ocurre conmigo, yo atravieso las cosas "físicas"..."

— o sea que tú no puedes hacer lo que yo hice...

"Exacto."

— ...las paredes o la puerta.

"¿Vamos a jugar a decir cosas sin sentido?"

— usa tu imaginación.

Me quede pensando unos segundos, camine al rededor de la silla intentando interpretar a qué se refería, hasta qué caí en cuenta que quería que saliera de la habitación, usar el cuerpo por un rato me causó problemas.

"Vale, entiendo."

— bien... espero.

Asentí como si él pudiera verme, aunque termino asintiendo de igual forma. La chica dijo que Ángel no podía separarse mucho de mi... ¿y yo cuanto podré separarme? Tendría que averiguarlo.
Salí de la habitación y miré al rededor, parecía un búnker para ataques nucleares o guerras. Había unas escaleras y una escotilla, detrás de mí estaba la puerta de la habitación que curiosamente tenía una ventana, daba a un bosque... seguramente no estábamos bajo tierra.

Subí las escaleras y salí por la escotilla, había una alfombra cubriéndola (vaya cliché, esta chica sea quien sea necesita mucha imaginación) mire a mi alrededor y parecía una casa de campo común y corriente. Sentí un escalofrío, cosa que nunca había sentido pero sabía que era. Me giré para ver detrás de mí, había una chica demasiado... hermosa, cabello castaño claro... ojos color miel, era preciosa. Miraba en mi dirección y sonreía, solo levanto la mano derecha, hizo un gesto para saludarme y desapareció.

Me quede mirando hacia donde segundos antes se encontraba la chica, decidí acercarme para ver si mi vista me había engañado y ella solo se había ido en alguna dirección en el momento que parpadeé.

Llegue al mismo sitio donde había estado la chica hace un momento, mire por todos lados y no la encontré. Seguí avanzando mientras hacía un mapa mental para recordar cómo salir, me quedé parado en lo que era la cocina, había una puerta que daba al bosque... una posible salida. Regrese a donde se encontraba la escotilla y me dirigí a lo que parecía ser una sala de estar, bingo, otra puerta que daba hacía el bosque... dos posibles salidas en direcciones contrarias, con un buen plan no nos encontraría nunca la loca.

Iba a regresar al búnker ese raro pero escuché música, había unas escaleras... del piso de arriba venía la música, decidí ir a investigar un poco.