Mutual - Robin Buckley

Capitulo 1

Estaba por salir de casa cuando a veo a mi hermana, El y Mike, su novio, besándose.

Golpeo su puerta haciéndoles notar que no estaban solos. Al escucharme se separan enseguida. 

- Me voy, ¿necesitan algo? - les preguntó después de mirarlos con cara de "atrapados"

- No, pero... ¿puedes cerrar la puerta?-

- Sabes lo que dice papá, 10 centímetros - le recrimino 

- Pero él no está acá, sola por esta vez- me suplica.

- A las 5 los quiero con la puerta abierta, ¿entendieron? - asintieron - bien, me voy. Los amo- les grito cuando ya me estaba yendo.

Antes de ir a ver a Steve paso por la estación de policías que es donde trabaja papá. Primero voy a la estación de policía para visitar a papá.

- Hey, ¿algo nuevo?- hace años temo preguntarle y que me responda algo sobre el Upside Down

El me besa la cabeza como saludo y luego contesta.

- No,  todo tranquilo por aquí- me respondió - ¿ A dónde vas? -

- Al centro comercial -

- Si puedes cómprame una camisa -

- Si me acuerdo, lo hago - lo saludo y me voy.

Ahora si, finalmente estaba yendo a la heladería Scops Ahoy como todos los días pero no lo hago porque me gusten los helados, de hecho, los detesto desde muy chica pero allí trabaja ella, Robin Buckley, la chica más linda, graciosa y sarcástica del mundo y su compañero es Steve Harrington, mi mejor amigo desde la infancia, así que tengo otra excusa además del helado..

Hubo un tiempo en el que él me gustaba pero luego en segundo grado llegó Robin y lo cambió todo.

Se que a ella le gustan las chicas tanto como a mi me gusta ella y no lo sé porque se haya declarado, solo digamos que soy un poco "observadora" y me pude dar cuenta de como Robin miraba a Tammy Thompson, la muppet con más suerte en el universo solo porque Robin se había fijado en ella.

Dios, pobre Tammy, le hice la vida imposible en la secundaria solo porque estaba celosa de ella. Es que no podía entender cómo se podía fijar en Steve "the hair" Harrington teniendo a Buckley en frente.

De todas formas, hubo un tiempo en que la olvidé y salí con un chico, Billy Hargrove, lo amaba aunque era un idiota pero conmigo era lo más bueno del mundo, creo que por eso comenzamos a salir. Me hacia sentir especial pero con el tiempo  no pude seguir con la farsa, sabía que en el fondo me seguía gustando Robin.

- Hola, linda - ahí estaba ella, con la sonrisa que solo me dedica a mi (eso quiero creer).

- Hey hermosa, ¿qué hay de nuevo?

- Llegó un cargamento de tu helado favorito solamente para ti - como ya lo había dicho, detesto el helado, pero no tengo otra excusa para estar ahí.

- ¿Entonces que esperas para darme uno Buckley? - le sonreí de lado.

Ella río suavemente mientras se dirigía a servir el helado.

- Si quieres puedes pasar a la parte de atrás, el idiota está con un niño de risos -

- ¡¿HENDERSON?! - amo a ese niño.

Siento el ruido de una puerta abrirse y lo siguiente que veo a Dustin Henderson y empezamos a saltar de emoción mientras Robin nos miraba divertida.

- ¿Tu también? ¿De cuantos niños son amigos?

-¿CUANDO LLEGASTE? ¿POR QUÉ NO ME DIJISTE QUE HABÍAS LLEGADO? - Le pregunté al niño ignorando el comentario de la rubia.

- Llegué hoy, no te avise porque tenía que hablar con Suzie primero -

- ¿Quién es Suzie? -

- Es mi novia, la conocí en el campamento, es mucho más linda e inteligente qué cualquiera.

No se si creerle, alguien tan hermoso solo puede verse una vez y yo la tengo en frente con un helado derritiéndose en la mano.

- Ay, nuestro niño ya está creciendo, Stevie - hago una mueca de llanto

- Henderson, cuéntale lo que te hicieron los otros - Steve lo miro medio molesto.

- ¿Qué pasó? - le pregunté preocupada mientras agarraba el helado y trataba de pagarle pero me dijo que la casa invita.

- Puedes creer que me ignoraron cuando recién llego de un campamento de 2 meses, igual eso no es lo importante -

- Vamos a atrás a hablar - dice Steve y me arrastra agarrándome la mano. Robin se fija en esta acción y luego me mira por un rato lo que hace que me ppnga muy nerviosa. 

-Hey dumbass, en media hora es tu turno - Le grito Robin antes de que desapareciéramos por la puerta que daba hacia la párate de atrás del local.