¡Esto es guerra!

Capítulo 31 - Dormir.

N/A: Holiis. Primero, perdon por no subir capítulo hace... 2 semanas? No se. Es que tuve varios problemas con la coputadora, el Internet y la maldita escuela. Segundo, las extrañe muchisimo!! Tercero, GRACIAS POR LOS MARAVILLOSOS COMENTARIOS, LOS 160,000 LEIDOS, MAS DE 6,000 VOTOS Y 800 COMENTARIOS. Nunca crei que llegaria a tanto, siempre pense que eso seria todo una basura y que a nadie le gustaria (muy pesimista, lo se). Lo proximo que hare sera una nota (no sera un capitulo) dejenme sus preguntas, las contestare en la nota y les dire sobre mi, quieren? Y ahora... el tan esperado... 

MEJOR COMENTARIO DE...: BookieRS: «SIGUELA POR MERLIN!!!! no pedes dejar con la duda... ESO ES ILEGAL... o quizas no xD. Nico no puede morir, tiene prohibido morirse... si muere voy a llorar como magdalena :c... y sinceramente si Cris no se cambia el nombre a Cristi tambien llorare mucho... de risa xD

PD: eres muy buena escribiendo y te suplico que la sigas :3» 

Le hacen Bullying a Cris xD... bueno, sin mas que decir (parece un funeral) aca esta el capítulo, un poco corto, pero es un capítulo.

Capítulo 31 – Dormir.

Narra Nicolás

 

No entendía que pasaba, todo lo veía en rojo y puntos negros y blancos por todas partes. No podía pensar con claridad, mi mente parecía la de un niñito de cinco años, no sabía ni entendía nada, no podía mover mis brazos ni piernas, y la maldita voz no me salía.

¡La puta madre, quiero hablar! Quería gritarlo, pero no podía.

Es más, parecía un muñeco de trapo sucio tirado en medio de… ¿Dónde carajo estaba?  Tan solo veía figuras borrosas moviéndose de aquí para allá, y de allá para aquí.

Los ojos me fallaron, y se cerraron.

¡No jodas, me voy a dormir ahora, en medio de no sé donde!, pensé, mientras mi mente se nublaba, cualquier negro puede venir y violarme, mierda.

Si antes no podía mover ninguna parte de mi cuerpo, ahora menos. Tenía los ojos cerrados (no es porque yo quisiera, si no porque no los podía abrir), pero igual escuchaba, olía y sentía todo lo que estaba a mi alrededor. Por si preguntan, ¡todavía la puta voz no me salía! Creo que dijo «¡a la mierda todo, yo no quiero estar más en este cuerpo!» y se fue. Maldita. Y no es porque no intentara hablar, porque grite todo lo que pude, pero ni un estúpido «mu» salió de mi boca.

A mí alrededor escuchaba voces distorsionadas, algunas de mujeres y otras de hombre. Si les soy sincero, no entendía ni mierda de lo que decían, tal vez hablaban en chino, o yo me di un fuerte golpe en la cabeza y eso me dejo un tanto atontado.

Sentí algo suave bajo mi cuerpo, como que si fuera un colchón, y algo descansaba sobre mi piel, una manta, tal vez. Además, parecía que estaba acostado en la mano de un gigante que tenga un Parkinson muy severo porque todo mi cuerpo temblaba y se sacudía de un lado al otro.

Unos cuantos giros un tanto bruscos, más sacudidas, y una brazo y una pierna quedaron colgando de no sé dónde.

¿Qué pasa? ¿Estamos corriendo un Formula 1 o qué?, pensé.

Mi mente me dejo de funcionaron, y, otra vez, se comenzó  nublar. Ya no escuchaba, luego no sentía los movimientos (¿termino la carrera?) y por último, deje de sentir unos fuertes olores que recién cuando los perdí me di cuenta de ellos.

Mi mente hizo un «track» y volví a dormir.

Cuando me desperté, sentía todo mi cuerpo adormecido y un tanto extraño, era como si fuera un bebe y recién comenzaba a caminar.

Mire a mi alrededor, todo era blanco.

¿Estoy en el maldito cielo? ¿Soy el puto amo?, fue lo primero que paso por mi mente al ver tanta claridad, pero luego de unos segundos mi parte sensata se hizo presente (que eso ocurría muy pocas veces) y pensé, nah… debo de estar en el loquero.

Mire un poco a mi alrededor y pude distinguir la cara de Bianca, Camille, Alysson, Elizabeth, Cristian, Alex e Ignacio. Todos parecían preocupados.

Sus rostros todos arrugados por los ceños fruncidos y llenos de ojeras por alguna razón que desconocida (no olvidemos que parecían muertos vivientes, ¡Dios mío! Estaban todos horribles) se fueron poniendo alegres, las sonrisas comenzaron a aparecer en ellos y sus ojos comenzaban a brillar.

Vi que movían sus bocas, pero ni una palabra, ni sílaba, llegaba hasta mis oídos. Fruncí el ceño ante aquella cosa extraña y un tanto desconcertante. Sus rostros dejaron de estar alegres, sus ojos dejaron de brillar, y los ceños fruncidos de «¿qué mierda pasa?» aparecieron.  

La vista se me comenzó a nublar, se me cerraban los ojos a una velocidad extremadamente lenta, y lo peor de todo era que no podía hacer absolutamente nada para detenerlo.

Lo último que vi fue que los ceños fruncidos de mis amigos se intensificaban.

Y volví a dormirme.