Parte única (y última)
Yo estaba de pie. Ese día, en cierta forma, la esperaba. La llamaba con el pensamiento.
Esperando horas y horas. Llegó.
La vi doblar la esquina. Al principio no sabía si era. Conforme me acercaba, me di cuenta. Era ella.
Se aproximaba más y más. Yo estaba temblando.
En ese momento, sentí el terror...
El miedo clavó su aguijón en mí. Solo atiné a observarla.
Intenté hablar, mas no me salió la voz. Creí que jamás me volvería a mover.
En instantes se acercó. El frío que sentía, aumentó.
Como en sueños, pasó frente a mí. Quise hacer algo, pero mi cuerpo no me obedecía.
Se fue alejando y, en ese instante, sentí que se aligeraba algo dentro de mi pecho.
Cuando ya desapareció de mi vista, volví a la normalidad. Fue como un despertar.
El corazón volvió a latir con su ritmo normal. Me empecé a calmar.
Entonces me di cuenta de que no me había visto; entré, dispuesto a esperar otra oportunidad.
Aunque mi vida se fuera en ello.
YOU ARE READING
El día que conocí a la muerte
Paranormal¿Han visto a la muerte? Algunos sí lo hemos hecho. La diferencia está en si tendrás el ánimo de saludarla cuando el momento llegue, como a una amiga, o si fallará tu corazón en el instante supremo. Esta primera historia es un microrrelato, para los...