[Guerreros de Marley] Ataque a los titanes

Capítulo 18 -Nuevos amigos-

Le había lanzado dos puñetazos tremendamente fuertes, de echo había conseguido partirse sus dos manos al impactar contra la armadura de su rostro, no quedando nada más que muñones. Vio al titán acorazado frente a él sin ninguna muestra de dolor, simplemente lo había movido ligeramente a cada lado que lo había golpeado.

Aprovechando la inercia del movimiento, pudo ver como el acorazado cargaba su puño izquierdo, golpeándole directamente en el rostro con un fulminante puñetazo que lo hizo salir volando por los aires, sintiendo como si todo en su cabeza se hubiera movido de su sitio, impactando contra el suelo de la extraña cueva en la que se encontraban.

-Mierda... ese... puto mentiroso...- pensaba Eren adentro de su titán mientras observaba el techo de la cueva Reiss sobre él, viendo casi triple mientras escuchaba las pisadas del titán acorazado acercándose hacia él. -Siempre hablabas... de la responsabilidad de un soldado de dar siempre lo máximo en cada situación... aunque fuera un entrenamiento. ¿Y en los combates cuerpo a cuerpo que hacíamos? ¿Te estabas conteniendo? Las prácticas conmigo debían de parecerte una broma... ni siquiera puedo moverme...- se decía Eren a si mismo mientras recordaba el tiempo pasado con Reiner... mientras recordaba como de influyente había sido su presencia todo este tiempo. -Eras... todo un ejemplo a seguir... el tipo de persona que pondría a sus camaradas por delante de él mismo... eras el más fuerte de todos nosotros... el héroe que necesitábamos para seguir adelante...- decía un casi inconsciente Eren mientras notaba a Reiner cada vez más cerca. -Hasta yo... llegue a pensar que ojala algún día fuera tan fuerte como tú...

-¡¡¡Eren!!!- escuchó este gritar desde fuera de su titán, haciéndolo despertarse levemente, consiguiendo enderezar su mirada.

-Reiner... no sé qué es lo que te ha llevado a hacer todo esto... pero tú... eres un maldito desgraciado...- pensaba Eren mientras se ponía de nuevo en pie bajo la asombrada mirada de sus compañeros y el capitán Levi. -En toda la historia de la humanidad... jamás alguien ha hecho algo tan despreciable... te voy a aniquilar.... ¡me das asco! solo con acordarme de tu actitud de hombre justo por encima de todo...- se decía un Eren cabreado ya en pie, rugiendo con toda su rabia a pocos metros del titán acorazado. -¡¡¡No eres más que un monstruoso asesino!!! ¡¡¡PIENSO MATARTE HASTA QUE AGONICES POR EL PERDÓN HIJO DE...

Ni tan siquiera tuvo tiempo de pensar en lo que estaba diciéndose a si mismo cuando el titán acorazado le respondió a su puñetazo, fulminándole el rostro de un tremendo derechazo, haciéndolo salir por los aires completamente noqueado, haciendo a su cabeza dar más vueltas de las que jamás abría imaginado.

*-Chicos... ¿de verdad? Esto debe de ser una broma, ¿no?*

*-¿Cómo es posible... que pudieras dormir tan tranquilo... cuando eráis verdugos entre víctimas?*

*-Sé que no tengo derecho a pedir perdón, pero, por favor... si alguna vez fuimos camaradas... por favor... dejadnos ir...*

*-No sé cual fue la estupidez que te llevo a hacerlo... pero ahora eres un titán cambiante.*

*-El chico es el actual titán fundador y atacante... la chica es la actual titán hembra.*

-¡¡¡DE LA GRAN PUTA!!!

Eren se quedó en trance por un instante, quedándose mirando al frente nervioso, cogiendo algo de aire, sudando frío por todo su cuerpo. Miró alrededor, viendo que estaba en una cama, sentado sobre ella, viendo que se había despertado ahogadamente debido a la falta de aire.

-¿Qué coño? ¿Donde estoy?- pensaba Eren mientras observaba confundido y nervioso alrededor de él, viendo como en el cuarto donde se encontraba había varios cuadros, además de un retrato un tanto extraño, casi pareciendo real.