➵5: Tan cerca

9.4K 1K 1K
                                    

Jisung ya tenía algo en mente, y cuando ese algo se le metía en la cabeza, no había forma de hacer que cambiara de opinión.

En este caso: Entregarle su carta de confesión al apuesto chico de cabello castaño.

Estuvo el día anterior, nuevamente, ocupando las horas en hacer una nueva carta para Minho. Usando trozos del mismo papel que había utilizado con anterioridad. Las palabras no fueron las mismas, pero los sentimientos lo eran por lo que aquello era lo único que importaba.

Hyunjin insistió en que lo mejor era que hablase directamente con él y dejase sus inseguridades de lado, pero entendía que su mejor amigo era extremadamente tímido y una carta lograría el mismo objetivo que el rubio tenía. De todas formas, no podía obligar a Jisung a nada, y sin importar cual fuese su decisión, lo apoyaría y haría lo que sea para verlo feliz.

¿Saldrán hoy, o cuál es el plan?

S-Se supone que almorzaremos juntos...

Oh

Los colores pronto se adueñaron de las mejillas del menor. Más aún cuando, mientras hablaba con Hyunjin en el pasillo, sintió unos brazos rodear su cintura con cariño y un pequeño beso fue dejado en uno de sus sonrojados mofletes. El pelinegro vio a su novio a lo lejos, y aprovechó el momento para dejar a solas al par de enamorados que pronto parecía que harían llover dulces y algodones de azúcar al derramar tanta ternura estando juntos.

Hola, bonito— Dijo el mayor, sin dejar su posición, acomodando su barbilla en el hombro ajeno.

—H-Hola, Hyung...

¿Todo bien?

Dio la vuelta a Jisung, notando su colorada carita y como sus ojitos brillaban notablemente. Era una imagen completamente adorable y hermosa a su vista, sentía la etérea anatomía de su Dongsaeng como algo que no volvería a encontrar en nadie más ni aunque buscase por mar y tierra. Y en algún momento, inevitablemente posó sus orbes marrones en los labios ajenos. Esos finos y rosados belfos, los cuales siempre han cautivado su atención en cuanto conoció al rubio, por la forma gruesa del inferior y delgada del superior que estos poseían. Esa boca que, admitía, ha ansiado probar desde que clavó la mirada en ellos.

De forma inconsciente pasó su lengua por sus propios labios, humedeciéndolos antes de comenzar a acercarse lentamente sin siquiera notarlo. Las manitas de Jisung temblaron, pronto apoyándolas en los antebrazos del contrario con el único fin de mantenerlas quietas. Se acercaron lo suficiente como para sentir la respiración contraria, ambas bocas estaban entreabiertas, como si estuvieran listas para lo que estuviese a punto de pasar.

Sus narices se tocaron, frotándose con suavidad haciendo que ambos cerrasen los ojos ante aquel tacto. Rozaron sus labios, el corazón de ambos parecía querer salirse de su pecho en ese momento. Jisung apresó las mangas del mayor cuando lo sintió más cerca.

Tan cerca.

¡Minho, bro!— Gritó de pronto una tercera voz que interrumpió en aquel inoportuno momento.

Jeon...

Jeon Jungkook era uno de los chicos que estaba con Minho en el club de baile en el que eran, de hecho, bailarines principales. El chico siempre estaba con una sonrisa en el rostro y de buen ánimo, y pronto se acercaba una de sus competencias más importantes, por lo que había estado más...irritante de lo habitual.

Recuerda que hoy en el receso de almuerzo te estaremos esperando para ensayar.

—L-Lo había olvidado

"is a Cute Way" | MinsungWhere stories live. Discover now