El reloj

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Se despertó en el suelo de una gran construcción. Estaba rodeada de columnas de piedra que se unían entre sí en el aire en extravagantes arcos. Una luz dibujaba extrañas sombras de colores sobre un enorme reloj de cristal. Se le iluminó el rostro con esas sombras al ver el reloj y olvidó todos sus penas.

Se acercó, espacio, temiendo que todo se desvaneciera como en un sueño. alzó la mano para girar las manecillas en el sentido contrario a las agujas de un reloj. Tuvo que desistir: la altura a la que estaban situadas le impedían tocarlas. Nada en la basta estancia le hubiera permitido salvar esa distancia que la separaban de su objetivo. En un último intento, sin esperanzas ya, por volver al pasado, saltó intentando hacer retroceder a las manecillas. Su mano golpeó con estrépito el fino cristal de reloj rompiéndolo en innumerables fragmentos que se desperdigaron por la estancia.


Tiempo - CuentoWhere stories live. Discover now