Deseo Sexual

Cuarto

Un lindo chico se encontraba con su mayor, sentado en su regazo en una junta del trabajo de éste.

— Bien — El señor Kim miro a Min Ho — Tú Oficina será compartida con Mi Yeon — sonrió mientras la chica entraba a la Oficina.

— Oh~ — sonrió — Tú debes ser Mi Yeon — asintió y la saludo.

Felix gruño bajo, al ver las intenciones de besar a Min Ho cuando lo saludara.

— Min Ho~ — dijo bajó para que los demás no escuchasen — Min Ho quiero volver a casa — formó un puchero con sus labios.

— Estoy en junta cariño, y estoy hablando con Mi Yeon — beso su puchero rápido y volvió su mirada a ésta.

Por la mente de Felix solamente pasaba la imagen de  la chica con su novio solos en una Oficina, y sí eso no le asustaba le aterraba.

— Min Ho~ — volvió a iniciar palabra sin prestar su atención — bien, olvidelo me iré yo sólo — gruño y se paró de su regazo para ir a fuera de la Oficina.

Min Ho suspiro bajo y fue por él, pero Felix no se detenía cada que le tocaba el brazo.

— Puede quedarse, yo iré a casa — sonrió y estaba por subirse al taxi que hace un momento había llamado.

— Si te vas tu voy yo — entró al taxi con él.

— ajá bueno no importa — Dijo Felix sentándose al las de la ventana del asiente contrario.

Min Ho nunca había visto a Felix así, el siempre fue muy tierno, no sabía que hacer o que decir.

Después de unos minutos y probablemente una hora llegaron a la casa del mayor, salieron del taxi y Min Ho alzó a Felix tomándolo cuidadosamente de su cintura.

— Bajeme — Min Ho negó mientras sonreía, el día siguiente se arrepentiría de lo que está apunto de hacer.

Lo dejó en el sofá y el se sentó, sus manos señalaban que se sentase en su regazo viéndolo a los ojos.

— ahora ¿por qué estás enojado? — lo miro mientras su semblante pasaba a serio.

— Por que sí no es nada importante Hyung — hizo un puchero mentalmente

Min Ho chasqueo sus dientes al escuchar la última palabra.

— Sabes que no es bueno llamarme Hyung cariño — Min Ho suspiro mirando a Felix.

Felix sólo lo miraba con deseo, el deseo que tiene ante él.

— Y también, ¿no era acaso daddy? — lo miro y Felix asintió.

Se acercó a su cuello empezando a acariciarlo logrando que el contrario se estremeciera.

Cayó en cuenta lo que hacia y se separó de golpe — lo siento no se por que lo hice — ayudó a Felix a parase llevándolo a la habitación — mejor vamos a dormir — dijo mientras abría la puerta de la habitación.

Felix iba a tener lo que quería, pero la conciencia se atravesó.