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Maldito monstruo!.

Los gritos de odio se escuchaban por todo el territorio.

La sangre manchaba el hermoso patio igual que las blancas paredes de la lujosa mansión.
Cuerpos decapitados o sin sus extremidades se veía por todo el lugar.

-hahahaha amo ese nombre.

Una sonrisa sádica se asomo por ese atractivo rostro, su cabello azabache bailaba con el viento y sus ojos negros brillaban con oscuridad haciendo que un color carmesí surja de ellos dándole un aire más aterrador a ese atractivo pero sádico hombre.

-k-keiran.

Miró serio a la mujer rubia que sollozaba en brazos de sus enemigos, lo miraba con súplica y temor.

-Rindete o ella muere! -apretó el cuello de la mujer, el hombre vestido de blanco apuntando su cabeza con su arma.

La mujer chillo asustada y el azabache miro aburrido la escena.

-jefe.

Tras él un pelirrojo lo miró atento esperando su orden.

-hn...bien bien~....lalalala~ -empezó a tararear con su seductora voz confundiendo a los demás menos al pelirrojo que cerró sus ojos entendiendo su orden.

-q-qué mierda estás haciendo?!, deja de cantar maldito psicópata!.

Keiran dejó de tararear para mirarlo aburrido y luego suspirar.

-que falta de inteligencia, que pena me das~...será por eso que tu esposa se entrego a mí?.

Sonrió divertido al ver el rostro de horror del hombre.

-ah~ keiran más profundo~ -fingió la voz de dicha esposa haciendo que el hombre lo apuntara lleno de furia.

-callate!, eso es mentira!.

El pelirrojo suspiro ante los juegos de su jefe el cual reía por lo bajo divertido por sus juegos.

-ahhh~....es hora de terminar el juego.

Sus ojos brillaron color rojo asustando a los presentes, elevo su katana con suavidad y en segundos la sangre adornó el suelo.

-te dije que no debías de entrar sin permiso a mi mansión -sonrió con frialdad tras el hombre que se estremeció pero solo escupió sangre al sentir la katana traspasar su garganta.

*splash*

Sacudió con leve fuerza su kanata haciendo que la sangre en la hoja de dicha arma choque contra el suelo y la falda de la mujer que estaba mirando todo en shok.

-jefe, los demás ya vienen a hacer la limpieza.

El pelirrojo le entregó al azabache una botella de agua siendo aceptada por éste.

-este ejercicio me dio mucha sed y hambre, te gustaría comer boloñesa?.

Miro sereno a la mujer para luego abrir sus ojos en shok.

Ella lo miraba con odio y lo estaba apuntando con un arma.

-morirás por haber matado a mi padre!.

El príncipe de los ojos malditos.Where stories live. Discover now