Capitulo 1

326 18 28
                                    

¿Es esto un sueño?

Tal vez sí, tal vez no.

Si lo fuera... ¿Deberia despertar?

Ah. La pregunta del siglo.




Nunca entenderé por completo el cerebro humano. Es un órgano tan complejo que controla todo nuestro cuerpo. Sin él, no podríamos hacer prácticamente nada. Seríamos completamente inútiles. Una cáscara vacía. Ya que ahí es donde se almacena todo lo que somos o seremos. Pensamientos, memorias, forma de expresarnos, hasta nuestras emociones.

El idiota que diga que nuestro corazón es el encargado de las emociones, debería de prestarle más atención a las clases de biología. Ese es otro órgano que solo bombea sangre. Es importante, pero sin el cerebro no seríamos nada.

Lo que no comprendo, son las personas con grandes mentes que cometen actos crueles contra los buenos. ¿Tiene una explicación lógica? No lo creo.

A veces pienso que el origen de todos los males fue cometido por una persona o algún ente superior. Causando un efecto domino. Cae uno, los demás le siguen.

Pero luego pienso. Que realmente no existe algo tan radical como lo bueno o lo malo. Nosotros creamos esos términos, para poder justificar nuestra existencia y limitar cualquier choque de miedo que tengamos hacia la anarquía o a la libertad.

Es un poco hipócrita de mi parte reprochar alguna de ambas partes. Y en teoría ambas son más similares de lo que creen.

Hasta el más bueno cae en malas tentaciones en algún momento de su vida, y hasta el más vil en su lecho de muerte quiere paz.



Un sonido chirriante me saca de mis pensamientos. Mis ojos caen en dirección a la puerta y noto el mecanismo que la mantenía cerrada hace un sonido indicando que esta abierta.

Frunzo mis labios en señal de desconcierto. Si no fuera por esta estúpida camisa de fuerza, me levantaría rápido para probar salir de aquí.

Ah, si. Dato curioso el que tenga una de esas camisas.

No estoy loca. O bueno eso es lo que diría alguien que lo esta. Solo diré que ocurrieron cosas para que terminara en donde estoy. Pero no fue totalmente mi culpa, ¿de acuerdo?

La puerta se abre y entra una mujer de complexión delgada, alta, rasgos delicados. Sus ojos son color azul oscuro. Me recuerdan un poco a los míos, pero los mios son de un azul pálido.

La mujer me da una sutil sonrisa y yo solo le doy una mirada de aburrimiento.

—No sabría como empezar esta conversación. Pero me presento. Me llamó Isabelle Müller y represento a servicios sociales para protección de niños y adolescentes. Estoy aquí porqué tome tu caso en particular y quisiera ayudarte.—Dice, y me le quedo viendo mientras el silencio reina en el aire. Pero decido romperlo con una pequeña risa mientras niego con la cabeza.

—Esta consiente de que no soy una niña, ¿verdad?

—Aun tienes diecisiete y no cumples los dieciocho hasta dentro de dos semanas. Así que prácticamente sigues siendo ilegal. —Hace una pausa—. Mira, se que no tienes ninguna razón para confiar en mi. Pero me parece muy injusta la manera en la que te trataron siendo tan joven.

—Es evidente que no necesitaba algo tan excesivo como una camisa de fuerza. Pero la vida no es justa para nadie señorita Müller.—Digo, y ella se remueve en un gesto incomodo. Creo que hasta el momento había olvidado ese pequeño detalle.

—No digo que este de acuerdo con ello, pero tengo entendido que fue para tu protección. Lo que paso... Fue horrible. Nadie debería haber pasado por eso. —Me mira de manera compasiva, y lo odio—. Y cuando te encontraron, tenías una conducta agresiva que podías haberte hecho daño.

Siento que mis ojos arden ante el recuerdo. Aun es muy reciente. Y las secuelas de este me han pasado factura en las noches. Creo que no esta del todo equivocada, pero habían otras maneras de mantenerme a salvo de mi misma. Tomaron la peor decisión. Aunque yo no soy la más apropiada cuando se habla de tomar buenas decisiones.

—¿Me sacará de aquí?—. Pregunto al fin, mi voz sonando un poco rota.

—Algo parecido. Tenían pensado en esperar a que cumplieras los dieciocho, para poderte juzgar como a un adulto. Aún eres la sospechosa principal del caso. Pero di una mejor solución. El enviarte a un internado para adolescentes problemáticos. Como eres menor no se opusieron ante la sugerencia.

—En teoría cambian un purgatorio por otro. —Suelto una risa carente de gracia.

—Es eso o esperar a la cárcel. Siendo huérfana la cosa se complica. Y tu tía... Aún no han podido comunicarse con ella.

Pienso en la tía Julia y frunzo el ceño. No la he visto en años. Así que no me sorprende mucho su incomunicación.

—La decisión es tuya.


"Todo, tiene su costo. Te destruiré de la manera más bella posible. Te destruiré parte por parte comenzando por tu mente, y cuando termine contigo, finalmente entenderás. Anhelaras y suplicarás por más. Seré tu única solución y tu peor maldición."

Un escalofrío recorre mi cuerpo ante el recuerdo... Aunque no estoy segura de si en verdad sea uno.

Pienso en la propuesta que me dio la mujer. Tal vez esta sea la única salida. Ya no tengo nada que perder, pero se que no quiero vivir el resto de mi vida como una prisionera. Lo irónico de que diga eso último, es que ya soy prisionera de mi mente, por el resto de mi vida.

Suspiro y no le doy muchas vueltas.

—Acepto.

Espero no haberme equivocado.



Solo diré que la historia es ficción. Tomo cosas reales y las moldeo un poco a mi manera. Así que... Ya. :')

Si me lees, gracias por darme una oportunidad a mi extraña historia.

Вы достигли последнюю опубликованную часть.

⏰ Недавно обновлено: Jun 10, 2020 ⏰

Добавте эту историю в библиотеку и получите уведомление, когда следующия часть будет доступна!

InsanireМесто, где живут истории. Откройте их для себя