11.- Celos ¿azules?

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Mayo, 3 semanas antes del gran día


Arthit se comia la cabeza recordando múltiples situaciones donde Kong había logrado ponerlo nervioso, celoso, alterado, celoso, confundido, celoso, ansioso, celoso, tímido y celoso...se preguntaba si alguna vez Kong se ponía celoso de las personas que le rodeaban. 

Kong terminaba de limpiar la mesa del desayuno mientras él se acomodaba la corbata; alguna vez el menor le había preguntado si alguien más sabía que su apodo era Aioon, o si alguien sabía que le gustaba la leche rosa, si lo pensaba bien, tal vez su nong se puso celoso en aquel entonces, y desde en aquel momento las veces que Kongphob lo llamaba Aioon habían disminuido drásticamente. 

-P'Arthit, ¿estas listo?- el joven estaba de frente a él acomodando su corbata, desvió la mirada, tener tan cerca a Kong lo ponía nervioso, otra vez.

Ambos se veían extremadamente sexy ese dia, algo exagerado según Arthit, todos en Ocean's Electric esperaban para ese día la visita de dos importantes socios comerciales japoneses y sus respectivas familias. Arthit ya le había conocido anteriormente, en ese viaje a Japón, conocía también sus malas intenciones, por lo que preferiría que el menor usara su ropa de trabajo todos los días, que no se peinara ni se arreglara, de ser posible que no fuera a trabajar toda la semana.

Aunque Arthit no tenía nada que ver con la dirección de la empresa la srta. Nishikido parecía demasiado interesada con la propuesta de su padre, de un matrimonio que fortaleciera las relaciones entre los socios. Tenía el presentimiento que en cuanto la "srta" conociera a Kong y su encantadora y amable sonrisa, cambiará de objetivo. Y eso no lo iba  a permitir; ya tenía suficiente con las brujas nacionales, como para dejar que una bruja japonesa le quite a su novio.

 Prometido. Faltaban menos de tres semanas para la boda. Y el aun no se hacía a la idea. 

Quería saber si Kong alguna vez había sentido celos de verdad, y no esas niñerías que hacía con N'Pim o con P'Earth. Pero obviamente no le iba a preguntar directamente. Si bien la llegada del equipo japonés podría ayudar a su propósito, él no iba a arriesgarse.

-P'Arthit ¿te sientes bien?- Kong terminaba de arreglar la corbata del mayor  -te ves pálido...

-estoy bien Kongphob... vámonos ya...


KONGPHOB

Faltaban solo 15 días para cumplir su sueño. En solo 15 días se casaría con su sol particular. Contaba cada uno de los días que faltaban para, bueno, para Kongphob, la fecha de la boda era un mero requisito legal impuesto por sus padres y la sociedad, por que desde hace varios años, Arthit ya era suyo, todo suyo.

-P'Arthit ¿de verdad estas bien?- durante las últimas horas el mayor se veía pálido y nervioso, parecía distraído. -puedo conducir si quieres...- Kongphob se ofreció a cambiar su lugar con el mayor, no solo porque su prometido palidecía a ratos, también por que casi chocaban con el primer poste que encontraron al salir del estacionamiento, dos veces. por lo general Arthit era muy buen conductor, responsable y precavido. Kong podría conducir al trabajo una vez por semana, y siempre terminaba regañado por el mayor, sobre su forma tan impulsiva de manejar.

-¿P'Arthit?

-emh?- el mayor solo reaccionó cuando sintió la mano de Kong sobre su frente

-P'Arthit ¿quieres regresar a casa?, déjame conducir a mi, ¿si?

-claro que no, es un día importante- Arthit se acomodó en su asiento una vez más -siéntate bien y ponte el cinturón- de nuevo arrancó el motor ignorando las preocupaciones de su prometido.

Sonrio aliviado al escuchar a Arthit regañarlo, ese era el hombre del que se había enamorado. El camino hasta el estacionamiento de la empresa transcurrió sin complicaciones, P'Arthit no dejaba de hablar sobre las visitas internacionales, también lo había invitado a cenar con el grupo administrativo esa noche; Kong estaba muy feliz  de escuchar al mayor, ya no se le veía enfermo. Se disponía a salir del auto cuando su brazo fue sujetado con fuerza haciéndolo caer sobre el hombro del mayor. Sonrió de nuevo cuando sus labios fueron atrapados en un suave y demandante beso. Arthit no solia hacer esas demostraciones de afecto.

-Kongphob- Arthit hablo entre suspiros -No seas muy amable con las visitas-

-P' ¿estás celoso?

-No!- sus mejillas rojas decían lo contrario.


ARTHIT

Todos los empleados de las áreas administrativas se reunieron en la sala de juntas para la presentación de los inversionistas japoneses. La señorita Nishikido se había colgado del brazo de Arthit, con el pretexto de no conocer a nadie más.

Los empleados murmuraban entre ellos, a las 10 de mañana ya toda la empresa sabia que la srta pretendia a Arthit, este se mostraba nervioso y preocupado, aunque internamente quería ver la reacción de Kong también le preocupaba lo que este pudiera hacer. Muchas veces Kong le haba dicho que era un novio muy celoso, pese a ello, nunca había montado una escena de celos (ese era trabajo de Arthit), ni lo había demostrado mas allá de unas cuantas preguntas.

-Arthit-kun ¿por qué no me muestras las instalaciones?- aunque hicieron el recorrido acompañados por el presidente de Ocean's Electric y los jefes de cada departamento, la srta. Nishikido seguía colgada de su brazo. El cuchicheo entre los empleados iba desde una posible ruptura hasta una escena de celos estilo película, todos se preguntaban cómo lidiará la pareja más popular de la empresa ante la amenaza japonesa. Nunca habían visto a Arthit tan nervioso, ni siquiera el día que declaró que Kong era su novio.

-emh? si claro- Arthit trago con dificultad-¿empezamos por el área de producción?



KONGPHOB

No era ni medio día y el ya estaba cansado de los chismes, suspiro agotado por milésima vez. No podía negar que la situación lo ponía nervioso, eran pocas las veces que Arthit le decía "te amo", y a veces le preocupaba que dejara de amarlo. Pero su mayor preocupación era la respuesta emocional del mayor, esas situaciones lo estresaban ¿sería capaz Arthit de negar su compromiso?

P'Cherry dio un grito ahogado cuando vio a la comitiva entrar al taller, no por la presencia de los jefes, sino, por la vista que tenía frente a el, N'Arthit tenía un parasito chupa sangre colgado de su brazo.

-Bien, aquí tenemos a los ingenieros encargados de producción- Yong, Cherry y Kong se acercaron a saludar, esta de mas decir que la cara del menor de los tres era la imagen misma de la desilusión.

-Sta Nishikido queiro presentrale...- Arthit tenía un nudo en la garganta pero aun asi hablo.

-Yuri, Arthit-kun ya te dije que me llames Yuri- la bruja japonesa se tomaba demasiados atrevimientos para con su novio, Kong tenía ganas de tomar la mano de Arthit y...

-Yuri... quiero presentarle a mi prometido- Kong se vio sorprendido cuando su "sol" lo tomó del brazo jalandolo hasta tenerlo a su lado. - Kongphob.



Editado: línea temporal, redacción y ortografía.

SOTUS XX. El difícil camino hacia el altar.Where stories live. Discover now