Navegando en la inmundicia,en el barco de la soledad.Hallado en una esquina narrandoesta dulce, amarga historia.
Preso en mi interior,ebrio de amargas lágrimasque recorren mis labiosy recuerdan la humillaciónde la derrota con el pasado,pues el pasado de malas artes se vale.
Loco porque la soledad naufragueen la isla de la esperanza,pues me encuentro vagando por un híbrido senderode mar y tierra.
¡Ay! Soledad ¿Cuánto tiempo llevamos juntos?he de decirte amiga míaque tu compañía es amarga miel,endulza mis labios, corroe mis venas.En la más ambigua lontananzadonde solamente mi vista alcanzase encuentra el río que conduce a mi todo.
Río que lleva negra agua,agua que pudre mis floresy alimenta mi soledad,soledad que atrapa mis palabras,palabras manchadas de blanca tintaplasmadas en un oscuro papel.
Carlos Martínez Martínez
