Capítulo 32

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Después de mandarle un mensaje a Nath preguntado cuando vendría, salí a buscar algún lugar en donde pueda trabajar, y ahora recordando no les he dicho nada a mis padres pero eso no importa ahora. Me dirijo a la pequeña plaza donde últimamente Nath y yo vamos, bajo de mi bicicleta pongo el candado e intento sacar la llave pero es muy fuerte, la jalo y la vuelvo a jalar hasta que sale de repente y hace que mi codo choque con otra bicicleta que está a lado.
-¡Maldita sea!- miro mi codo y esta rojo como un tomate, le doy una patada a la bicicleta haciendo que este a casi cinco centímetros del piso.
Entro al mall donde las tiendas son grandes y hay algunas que están casi al aire libre.
Entro a ver cuál tienda es cómoda para mí y donde tenga un letrero donde diga que se busca personal.
Camino, camino y sigo caminando sin encontrar algún lugar donde soliciten a una persona, me siento en una mesa y recargo mi barbilla en ella.
-Parece que alguien está en problemas...- ¡Max! El chico que me pidió mi número y no me ha llamado pero no me importa.
-No, quiero un trabajo pero no hay nada...- suspiro y se sienta enfrente de mi.
-¿Para qué quieres trabajar?.
-Mi mejor amigo no esta y me aburro en casa...- asiente y mira alrededor de las mesas.
-Bueno... Aunque es mucha responsabilidad, no sólo es un pasatiempo.- me señala una tienda donde hay flores afuera y por dentro.- Pero están buscado a alguien, no es pesado, es lindo y puedo llevarte a casa cuando me lo pidas...- sonrío y asiento.
-¿Vamos a preguntar?- ignoro su comentario y dejamos la mesa para ir a la florería, entramos y suena una campana. Es tan linda la tienda es de color blanco con tapiz de flores y también la tienda ya que tiene millones de flores y arreglos.
-Hola...- le sonrío a una señora de unos cuarenta años y me la devuelve.
-Hola, ¿buscan algo?.- miro a Max y él me empuja a la caja.
-Me dijeron que está buscando a alguien que pueda trabajar...- ella asiente y me mira de pies a cabeza.
-¿Cuántos años tienes?.
-Diecisiete.
-¿Alérgica a una flor?.
-No pero al polen  sí...- hace una mueca.
-Es muy riesgoso lo sabes ¿verdad?- miro mis pies y asiento.
-Sí, pero está controlada mi alergia y es muy raro cuando me da...
-¿Cuándo quieres trabajar y ganar?.
-De hecho solo quiero trabajar para distraerme y no sé lo que usted pueda darme...- sonríe y aplaude.
-Estas contratada te daré veinte dólares a la semana...- lo pienso un momento y es buena oferta además me conviene ya que el otro año necesitaré dinero para la universidad. Y aún no ay mayor de edad.
-Hecho...- nos damos la mano y sale del mostrador.
-Empecerás mañana desde la tres de la tarde y saldrás a las siete, tienes una hora para comer.- asiento mientras me da indicaciones- Tienes que venir con vestido o falda, tu medicina para la alergia y si estudias puedes hacer tú tarea aquí ¿alguna duda?.
-¿Cuál será mi puesto?.
-Aquí ayudaras en todo así que no te preocupes...- asiento.
-Gracias, entonces hasta mañana...- le alzo una ceja y me sonríe.
-Aurora, háblame de tú...
-Hasta mañana Aurora...- le sonrío y salimos de la florería.
-¡Tengo trabajo!- alzo los brazos y Max sonríe.- Fue más fácil de lo que pensé.
-Te felicito y por eso te invitaré a comer ¿aceptas?.- No tengo porque decirle que no, en casa no haré nada productivo.
-Vamos...- caminamos hasta llegar a un restaurante que no parece muy costoso, nos sentamos en las mesas de casi al final y nos dan la carta.
-¿Qué haces aquí en domingo?- miro la salsas que ponen en la mesa y alzo mis hombros.
-Siento que es lunes, pero respondiendo a tu pregunta no lo sé me aburrí en casa y vine en bicicleta y venía pensando en buscar un empleo...
-¿Ya decidieron que ordenar?.- me interrumpe una señora de casi sesenta años y asiento.
-Yo quiero una hamburguesa y una limonada.
-Me puede traer una lasaña e igual una limonada...- la señora se va después de tomar la orden de Max y me mira.
-Estoy impresionado de que no vengas con tu hermano.
¿Hermano?¿Qué hermano?.
-No tengo hermanos, soy única hija...- empieza a reír y me recuerda a Noah, vaya que si me dejó marcada su sonrisa.
-El chico del otro día ¿no es tu hermano?.
-No, es mi mejor amigo...- la señora nos da las limonadas y se vuelve a retirar.
-Pues parece tu hermano, no tienes que ser un genio para saber que te cuida como si fueses un diamante...,el más caro más lindo y más delicado...- miro mi anillo que me regalo y asiento.
-Solo un poco...- esperamos diez minutos más para que nos dieran nuestra comida y cuando damos la primera mordida los dos sonreímos por lo deliciosa que está.
En lo que masticamos hago una pequeña lista en mi mente porque hacer esta semana:
•Acabar el ensayo.
•Cambiar de lugar mi cama.
•Cumpleaños de Nath
•Ir a visitar a los abuelos.
Un momento...¡Es el cumpleaños de Nath!, ¿cómo puede pasar el tiempo tan rápido?¿Qué le compro?¿Un balón?¿una mochila?¿una lámpara?.
-¿Estás bien?.- Max pasa su mano por mi rostro y parpadeo.
-Sí, ¿por qué?.- frunce el ceño.
-Ibas a morder tu hamburguesa, abriste mucho los ojos, mirabas de un lado a otro...
-El martes es el cumpleaños de Nath, ¿qué le doy? No tengo ni idea de que darle...- dejo un pedazo de hamburguesa y me recargo en el respaldo.
-Bueno..., no sé, todos los hombres tienen gustos diferentes ¿por qué no le preguntas a su familia?.
-Que buena idea.- tomo el resto de mi limonada y me paro para ir a pagar.
-Todavía no acabo...- camino sin esperarlo y le pido la señora la cuenta, Max se queda junto a mí mientras saca su cartera.
-Yo pago...
-¡No!, déjame darte lo mío...- le murmuro y el saca unos billetes.
-Por dios es menos de cincuenta dólares, cuando te den tu primer pago me invitas un helado y ya...- entrega los billetes y le sonrío.
-Gracias...- susurro y salimos cuando le dan el ticket.
-¿Llegaste hasta aquí caminando?.
-No, vine él bicicleta.- me toco mi codo que todavía lo tengo adolorido.
-Yo igual...- los dos sonreímos y caminamos a la salida, saco la llave para quitarle el candado.
-¿Quién hizo esto?- volteo a verlo y está enfrente de la bicicleta que estuve apunto de tirar.
-No tengo idea, cuando llegue estaba así...- guardo el candado en mi bolsa y subo a la bicicleta.
-Este mundo está loco, de verdad.- empieza a quitar el candado y cuando lo hace sube en ella, empezamos a salir del centro comercial, lo bueno es que no sospechó de mi.
Mientras paramos un momento porque ya me había cansado le llamo a Lucy ya que no creo que hablarle a Nora sea lo más indicado por lo de ayer.
-¿Quién eres?- me contesta de repente y empiezo a reír.
-Lucy, soy yo Lord... La amiga de Nathan...- miro a Max que se disgustó por mi cansancio.
-Oh, claro. ¿Qué tal Lord?.
-Todo bien, bueno de hecho no. El cumpleaños de Nath es este martes y no tengo idea de que darle ¿algún consejo?...- suspira y espero a que conteste.
-Veras... No hablo mucho con Nathan pero mi hermano si, habla con él.
-No tienes porque interrumpirlo hablare con Nora...- se escucho como murmura algo con su hermano y como el chico se aclara la voz.
-Esto será rápido ¿bien?, Nath me comentó el otro día que su toca discos ya no funciona y quería uno nuevo o que lo arreglaran y también quería un disco de The Rolling Stones, eso es todo...- me dice con amargura y hago una mueca, que mal humor.
-Espero y te sirva Lord, a Nath le encantará lo que sea que le des...-ahora me contesta Lucy con voz dulce.
-Gracias Lucy, te llamaré en unos días. Cuídate.
-No te preocupes, tú igual cuídate.- le cuelgo y muevo mi pie mientras muerdo mi uña.
-¿Y ahora que?- me pregunta Max y alzo los hombros.
-¿Quién rayos puede arreglar un toca discos? Eso es de ancianos...- cruzo mis brazos y vuelvo a subir a la bicicleta.
-Mi abuelo y yo sabemos hacerlo...- agrega mientras nos dirigimos a casa de Nath.
-Que mentira más grande...- freno y lo miro.
-Hablo en serio, a mi abuelo le encantan esas cosa y las deja como nuevas después de tantos años. Te podemos ayudar.- sonrío y asiento.
-Claro, me encantaría. Vamos por ella y te la doy, ya estamos cerca.- vuelvo a pedalear hasta llegar a su casa, saco mi teléfono y ahora decido llamar a Nora.
-¿Sí?- dice con una voz dulce y sonrío.
-¡Nora!, soy yo Lord...¿estás en casa?.
-Hola...- le dice con la misma voz- Por desgracia no, salimos por unas cosas que necesito y Nath tampoco está...- suspiro y miro la casa de dos pisos, tapo a bocina y miro a Max.
-¿Cuánto tiempo te llevará repararla?.
-No sé...- lo medita unos segundos- Tal vez cuatro días.
-La necesito para el Martes, y no hay nadie.
-Entonces la necesito hoy, para dártela el martes en la tarde...- me muerdo el labio y asiento.
-¿A qué hora llegan?, necesito algo de Nath...- le vuelvo a hablar a Nora.
-Lo siento pero vamos a estar en casa ya tarde...- doy un gran suspiro- ¿Por qué?.
-Es el cumpleaños de Nath y necesito su toca discos para arreglarlo y dárselo como nuevo el martes...- dejo caer la bicicleta y me siento en el piso.
-Bueno... Puedes entrar, pero tú sola y cierra bien la casa ¿Okay?- me indica en un susurro.
-Claro, lo haré...
-En el césped hay una pequeña jardinera, en una maceta esta una roca sácala y abajo hay un recipiente ahí está la llave, entra, ya sabes dónde está su cuarto. Quiero que cierres y dejes todo como está y llévate la llave, luego me la devuelves...- sonrío y asiento.
-Gracias Nora, lo haré. Cuídate.
-Claro...- cuelga y le doy mi bolsa a Max.- Voy a entrar espera aquí...- me brinco la pequeña cerca que separa la calle con la casa y corro a la maceta para sacar la llave plateada, camino a la puerta y la abro... No se escucha ruido y se ve más grande de lo normal, subo corriendo las escaleras y entro a su habitación.
Huele a su perfume varonil pero a la vez dulce, miro su cama que está hecha un desastre igual que toda su alcoba; miro alrededor y no la encuentro vuelvo a echar un vistazo pero no hay nada. Busco abajo de su cama y ahí está su caja de cartas y más atrás el toca discos, sonrío y lo saco es pesado y viejo pero Max lo dejara bien. Salgo de la casa más tranquila mirando las fotos que hay en la entrada, hago lo que Nora me indicó.
Max decide ir caminado con el toca disco mientras yo llevo nuestras bicicletas, nos separamos en donde me encontré a Noah hace unos días. Esta vez me da el número de su casa y se va. La verdad no me siento tan a gusto estando a su lado pero supongo que solo estuve con él para matar el tiempo sin embargo me ayudó demasiado.
Llego a casa y me dirijo a mi habitación sin avisar que llegué, me pongo el pijama y salgo al balcón. Miro el reloj y son las ocho y sí que mate el tiempo pero no tanto como hubiera querido... Intento esperar a Nath pero es más que obvio que no llegara ya que dan las tres de la mañana y ni siquiera me ha mandado un mensaje así que decido dormir.

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⏰ Last updated: Aug 13, 2019 ⏰

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