II

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STEVE

Stark, ándate con ojo, no eres tan fuerte estando aquí solo- la actitud del moreno le sacaba de quicio. Siempre tan prepotente y narcisista, solo le daban ganas de golpearle.

- Steven, no me jodas- como sabía que odiaba ser llamado así.

- Yo solo te estoy avisando-

- No hace falta que me avises de nada y ahora déjame salir- y tras decir esto salió del aula dejándole con las palabras en la boca.

Y allí se quedó, estático, Stark le hacía enfurecer como nadie. Cuando pudo calmarse un poco, volvió con los chicos al campo de fútbol, esa tarde tocaba ponerse al día con los entrenamientos, y la verdad es que necesitaba golpear algo urgentemente.

La vuelta a la rutina era dura, no especialmente para él, pero si para su mejor amigo Bucky que había estado todos los meses de verano sin entrenar o practicar el más mínimo deporte.

Tras 2 horas de duro entrenamiento, su mejor recompensa era ver cómo su mejor amigo sacaba la lengua como si fuese un perro debido a la intensidad y duración de la práctica. Parecía que él no era el único que lo había notado, debido a que las burlas hacía el contrario comenzaron a llegar muy rápidamente.

-Hey Bucks, si vas a pegar a Tony, por lo menos deberías tener más fuerza y resistencia que él- gritó Clint en el vestuario mientras que se dirigían a las duchas.

- Te voy a dar yo a ti para que aprendas- respondió Bucky mientras que se abalanzaba sobre el rubio causando que ambos cayeran por la humedad en el suelo.

- Chicos, parad no somos niños pequeños- dijo intentando calmar el ambiente. Pero si, eran como niños pequeños, pero a quién iba a engañar era más divertido así.

Tras separar a ambos, terminó de preparase y se dirigió al aparcamiento, donde se encontraba una impaciente Peggy sentada en el capó de su coche.

- Lo siento, los chicos han vuelto a pelearse y he tenido que separarlos- dijo mientras que juntaba sus labios con los de la castaña. Por respuesta solo recibió un bufido.

- Vámonos, voy a llegar tarde a clase- dijo mientras que cerraba fuertemente la puerta del coche.

Tras un silencioso viaje, dejó a su novia en la academia y posteriormente condujo hasta casa, necesitaba algo de tranquilidad porque el día de hoy había sido demasiado estresante.

- Hola Steve, ¿qué tal el día cariño?- preguntó su madre justo cuando abría la puerta.

- Bastante bien mamá, menos por Tony, parece que le gusta hacerme la vida imposible- dijo mientras que se acercaba a ella y la abrazaba.

- Steve, ya te he dicho que tienes que tener paciencia con él, es un chico increíble aunque tú ahora no te des cuenta- lo que le faltaba, incluso su madre defendía al hipócrita de Stark. Se retiró de la cocina y subió a su habitación, necesitaba algo de intimidad.

TONY

No es como si estuviera pendiente del rubio todo el día, pero desde su habitación se veía perfectamente la del mayor debido a que estaba justo en frente. Vió como el capitán se quitaba la camiseta, con este movimiento dejó al descubierto su torso, que más que humano parecía de un dios griego. Su cabeza comenzó a imaginar escenarios muy inverosímiles en donde poder tener más cerca dichos abdominales, pero la única parte de cordura que le quedaba le dijo que estaba mal espiar y más a Steve, pero tenía que admitir que el rubio siempre había despertado cosas en él. El contrario ajeno a sus eróticos pensamientos se quitó el pantalón y se quedó en calzoncillos. Sus hormonas comenzaron a revolotear de nuevo, si no fuese porque el rubio era un gilipollas integral, ya se le habría abalanzado en varias ocasiones.

- Anthony cálmate, es solo el imbécil de Rogers- decía en voz alta intentando dejar de pensar en las ganas que le tenia.

- Señor, no está bien espiar a los vecinos mientras que están en paños menores- la voz de Jarvis le sacó de sus pensamientos.

- Yo no estaba espiándole- dijo nervioso mientras que corría la cortina de su habitación.

- Los señores me pidieron que le dijera que se ausentaran esta noche, tienen que ir a una gala en nombre de ...

- Industrias Stark- dijo cortando al mayordomo- Siempre es lo mismo. Me voy a mi taller, no hace falta que bajes la cena, no tengo hambre.

Y tras decir eso, salió de su habitación rumbo a su fortaleza. Allí no se sentía pequeño ni abandonado, al contrario, investigando y creando prototipos se sentía como pez en el agua.

STEVE

Tras un rato reflexionando en su cama, decidió escribir a Peggy para disculparse por haber tardado tanto en llegar al coche, pero un ruido proveniente de la casa de al lado interrumpió sus movimientos. Sabía que Anthony se dedicaba a trastear con cosas en su laboratorio, y no era la primera vez que escuchaba alguna explosión causada por el moreno, aún así decidió ir a ver cómo se encontraba. Por mucho que Stark le sacara de sus casillas, seguía siendo un amigo con el que había compartido la mayor parte de su vida. Al llegar a la casa, picó a la puerta y un desaliñado y negro Tony apareció tras el marco.

- ¿Estás bien? Mi madre me ha hecho venir a ver qué te ha pasado porque se asustó con el ruido- era mentira, pero no iba a decirle al contrario que todavía se seguía preocupando por él.

- Estoy bien, dile a Sarah que ha sido un simple error, no tiene que preocuparse por nada- contestó el menor mientras que cerraba la puerta de su casa.

- ¿En serio que estás bien?- dijo con tono preocupado mientras que sujetaba con el pie la puerta impidiendo que el otro la cerrase.

- Estoy perfectamente, no te preocupes, ah y no le cuentes esto a nadie- dijo antes de terminar de cerrar la puerta por completo.

Tras comprobar que el moreno estaba bien, regresó a su casa pensando que  nunca cambiaría.

Pronto nueva actualización. Gracias por leer ❤️✨

HSS (High School Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora