INICIACIONES

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Nuevamente el cielo está nublado, no me gusta que el clima este de esa manera, porque parece que el cielo está triste. Se escucha unos ruidos entre los árboles, de forma inesperada aparecen un protector y cazador de la aldea del viento. Nunca había visto a un cazador de la aldea en servicio. Llevan mangas negras con el logo blanco de la aldea en el pecho.

— Escoltaremos al niño al templo —dice el protector.

— Está bien, los dejo a su cargo —coge del hombro a Seb, y le dice unas palabras —. Volveré en unos días.

Ambos se dieron un último choque de palmas antes de que los dos grupos se separaran.

— ¿Por qué escoltan a Seb? —pregunté de forma atrevida.

— Porque es... como se dice un "chico especial" —respondió, evitando mi vista.

— Es el ultimo chico del clan Herios... —no dijo nada más después de la última respuesta, parece que se está incomodando.

— Porque es el elegido —dijo deteniéndose repentinamente —. Su sangre es diferente a la de los demás y sí llegará a caer en manos de algún oscuro podrían llegar a hacer rituales malignos y en el peor de los casos...

— ¿En el peor de los casos? —repetí viendo que ya no seguía hablando.

— Podrían revivir a Marcel —las hojas del árbol caían ante los fuertes ventarrones —. Eso no pasará porque los guardianes lo impedirán.

No puedo creer que esperen mucho de nosotros, somos cinco chicos sin experiencia alguna en combate real y desconocemos por completo la identidad e intención de los oscuros. Esto es...

— Coge mi mano —dice Corus, haremos nuevamente una aparición ¿En dónde llevaran a cabo mi iniciación? El lugar me resultaba familiar, estuve aquí la mitad del año.

— ¡Es nuevo verte de nuevo Eros! —dice Gebs sonriéndome desde el otro extremo del campo. La aldea de la tierra es muy calurosa, pero en esta ocasión nos encontrábamos en un campo desierto. Ahí se encontraban los maestros de los demás.

Todos se acercaron a donde se encontraba el anterior guardián de la tierra, todos lucen un poco diferente. Se han hecho más fuerte.

— Hoy estamos aquí reunidos para llevar acabo la primera iniciación —dice el anterior guardián de la tierra, Peter —. Como ustedes saben la iniciación da una nueva etapa a nuestras vidas y a través de esta tierra infértil Gebs nos demostrará que es digno de representar a la aldea de la tierra.

Gebs camina al centro de aquel campo desierto, Peter nos pide amablemente que retrocedamos.

Él está parado en medio de aquel gigantesco campo de tierra infértil ¿Qué estará tratando de hacer?

— Es cuestión de lógica ¿no? —dice Gilles acercándose de forma sigilosa a mí —. Le dará vida a todo esté campo infértil.

La tierra comienza a temblar de manera inesperada, presté muchísima atención a Gebs. Su Aura está aumentando lentamente, junta ambas manos tal vez para reunir suficiente energía para realizar alguna técnica. La tierra sigue temblando, el color de la tierra parece estar cambiando. Tiene un aspecto húmedo, pero no es de manera uniforme, pobre Gebs. Cuanta energía debe de estar gastando en estos momentos.

«No puedo darme por vencido.» ¿De dónde vino eso, será que Corus se ha metido nuevamente a mi cabeza? No, no creo su voz era distinta... ¿Gebs?

El color lentamente empezó a esparcirse por todo el campo, finalmente... está por lograrlo. Cuando el color de la tierra se hizo uniforme Gebs, cayó rendido al piso.

LA ESPADA DE LUNAWhere stories live. Discover now