Poniéndonos al día

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Pese a este tiempo perdido planeo ponerme al día, o al menos ahora sí tengo el tiempo de hacerlo

Tengo tres maneras de contar mi vida, la parte dramática, la comedia o la realista. Voy a intentar que sea un poco de ambas, como para animar(los) un poco, o para que vean que la vida puede ser un poco peor.

Corría el año 2012, o al menos eso creo, no me puedo ubicar en espacio temporal muy correctamente, y yo vivía a las afueras de Buenos Aires, conurbano bonaerense, San Fernando para ser exactos, vengo de una familia pequeña, madre, padre, una abuela (gallega, aclaro porque es bastante más testaruda de lo que quisiera) viuda y un tío casado, por lo que tengo cuatro primos.

Volviendo al tema, que me voy por las ramas, mis viejos no eran justo de esos padres amorosos, que compartían la vida y toda esa sarasa, ni mucho menos, no tenían buena relación y las peleas eran habituales, al convivir de pequeña con eso, creía que era normal (tiempo después uno descubre que no).

Pues a en esos tiempos estaba en plena pubertad, y resulta que mi madre se enferma de cáncer, la peor enfermedad del mundo, como estaba en una edad del pedo, no tenía noción de lo que era, por lo que fueron tiempos de quedarme en la casa de mi abuela, jugando a las cartas, sin entender mucho lo que pasaba.

Mamá se salvó, estaba encapsulado en su útero, pero no sé si no es peor, no podía volver a ser madre nunca mas. Por este tema, decidimos mudarnos más alejados de la civilización, si así se le podía decir a un tumulto de gente viviendo pegados en plena ciudad, caímos a vivir en Pilar, zona norte, en medio de la nada, donde mayormente había que esperar media hora o más los colectivos que pasaban en un horario definido para poder ir de un lugar a otro.

Paso un tiempo y madre se recuperó perfectamente, pese a lo que conlleva tener la menopausia a los 35 años, estaba joven y sobre todo, VIVA.

Hasta que un día, ocurrió lo peor, y lo menos esperado, veo por el rabillo del ojo, 2 maletas, y un bolso, mi padre decidió que ya no lo necesitábamos y tuvo la grandiosa idea de abandonarnos, siendo el sostén del hogar y que mi madre nunca había trabajado desde que yo nací.

Y comenzó lo peor ...

Historias de una chica independienteWhere stories live. Discover now