Maldita pulgosa

Capítulo I

Siento la sensación de ser observada, sin encender la luz observo por la ventana y miro hacia los arboles...eso es un perro? Frunzo la mirada y veo con detenimiento pero no puedo ver bien debido a que no tengo lentes y ese perro no se mueve pero si me observa... no deja de hacerlo. Sin pensarlo dos veces salgo en busca de ese animal corriendo por la casa intentando no hacer mucho ruido. Al salir volteo hacia el perro que me mira pero retrocede dos pasos. 

- Espera ven aquí no te haré daño. 

- Lo se Leah, debes ir a dormir ya es tarde

El perro me acaba de hablar a través de mi cabeza?

Niego con la cabeza rápidamente 

- Me estoy volviendo mas loca de lo normal- rasco mi brazo ya que mis cortes me pican.

El perro raro ladea la cabeza y se acerca lentamente, esta vez soy yo la que retrocedo.

- Quieta- gruñe y yo obedezco, no por miedo sino porque... yo que se 

Cuando esta a solo centímetros de mi veo que su mirada esta en mi brazo y lo cubro con mi mano. 

- De nuevo Leah? Porque lo haces?

- De..de que hablas? Al diablo estoy hablando con un perro ya esto es demencia. 

-Soy una licantropo no un perro- se acerca más y su nariz húmeda la roza por mi mano- Quitala- niego- Obedece Leah, carajo. 

- Eres un grosero y no tengo porque obedecerte pulgoso. 

- Soy mujer Leah y no te haré daño, si lo hubiera querido ya estuvieras degollada. No me vuelvas a llamar así. 

- Como iba a saberlo si usas mi voz? Tal vez prefieres mirar a la víctima a los ojos, hacer que confíen en ti y luego despellejarlas. 

-Despellejarlas? Ni que fueras conejo. Y NO ME CAMBIES DE TEMA. 

- Sarnosa- gruñe y sonrío. 

Sin yo esperarlo ella se abalanza sobre mi y emito un chillido cuando caemos al suelo, pero ella no me aplasta, sigue a 4 patas. Cierro los ojos esperando a que me coma pero siento algo húmedo en mis cortes. Abro los ojos y miro que está lamiendolas.

-Que haces sabuesa las vas a contaminar o acaso te crees Bandersnatch?

Ella después de unas cuantas lamidas más y varios empujones míos sin éxito, se sale de encima mío y me levanto.

- Te curara, cuantos apodos insultantes van? Bander que?

- Porque confiar o creerte? Estoy conversando con una perra a través de mi mente. Estoy alucinando...bue seguiré alucinando en mi cama, adiós pulgosa. 

Corro de vuelta a mi cama en donde me tiro cual perezosa y pienso en esa caniche y mi demencia..debería buscar un siquiatra. Sigo pensando estupideces hasta que logro quedarme dormida.