Fue lo que le gritaste al héroe #2 por el teléfono. Otra vez te plantaba por una maldita misión.
Esta bien, no es que eras una inconsciente ya que entendías que su trabajo era algo que el no podía dejar así por así, tenías claro todo eso desde que tomaste aquella decisión de empezar una relación con un héroe de élite.
Pero no sentías que el estaba poniendo de su parte y eso te hacía rabiar.
Respiraste profundo. Debías controlar tu rabia o tu particularidad iba a salirse de control.
Tiraste la cena que habías hecho con amor para el, era su aniversario y te las iba a pagar.
Ley del hielo
Era el cuarto día y no respondías sus mensajes, llamadas o cuando el té hablaba. Dormían en la misma cama y colocabas una pared de almohadas. Sabías muy bien que el estaba muriéndose por qué le volvieras a dirigir la palabra.
Era momento de preparar la comida para ambos, a pesar de que no le hablabas seguías mimándolo y cumpliendo con ciertas cosas de una novia.
Los frascos estaban muy apretados para ti.
—Maldita sea. — susurraste. Roja de furia. Ahí caían tus defensas. Debías pedirle ayuda.
Al salir de la cocina lo viste con la vista en el televisor y una sonrisa casi imperceptible. Aquel traidor había apretado los frascos para que perdieras tu dignidad.
Pero tu ibas a ganar. El tenía los pies en la mesa y lo pateaste.
Lanzaste el frasco contra la mesa provocando que la parte de arriba se rompiera. Hawks tragó grueso. Lo miraste y sonreíste.
— Ultima vez que intentas usar tus trucos.
—Te amo...
Oh, con eso te derretía.
— También te amo.
Instagram: _Deyanirap Twitter: _Deyanirap
Aquí el código de mis podcast
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
