2. Conflictos en casa

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18/07/2017 - Fred Ramírez

La chica esa se tiró encima mío, seguí forcejeando para salir de sus manos, además de ser un incordio, sus uñas sintéticas me estaban dejando marcas, luego de que esta no cediera, metí mi mano en mi bolsillo para sacar un táser y que la loca esa me dejara en paz. Pero antes de que pudiera hacerlo, la chica de ojos café retrocedió con un susto increíble, ¡parecía que hubiese visto un fantasma!

-¡Navaja!- Gritó despavoridamente, pero no entendí por qué habrá pensado que traigo una navaja, creí que una plástica como ella reconocería mi clase y mi talento, en fin, supongo que viniendo de una familia de pobres... -Pensé antes de suspirar- aunque la mona se vista de ceda... Mona se queda. Otro grito fuerte me devolvió a la realidad, pero antes de notarlo, la chica ya se estaba acercando a mi con el sartén, dispuesta a arruinar mi peinado perfecto.

18/07/2017 - Soraya Montenegro

Estaba mirando los jardines y el bosque, pero unos sonidos escandalosos irrumpieron mi paz, ya empezó el hijo mimado de Ramírez... Me levanté furiosa, ¿¡Qué clase de comportamiento es ese en un lugar como este!? Bajé las escaleras para encontrarme con la escena impresentable que estaba ocurriendo, el niño de papá con un táser, apuntando a MI HIJA, de lo cuál la pobre se tuvo que defender con el sartén. Furiosa y con un tono fuerte le grité a Fred.

-¡Detente ahí mismo si no quieres que te deje muriéndote de hambre bajó el próximo puente que encuentre- Terminé de bajar y lo miré fríamente antes de reírme en su cara -Eres igual que tu padre, ¿no?- Logré ver de reojo que ya me iba a levantar la mano, así que le agarré el brazo con mucha fuerza, quizás no era necesario tanto, pero solo me estoy defendiendo así que no me puede reclamar el dinero de vuelta. 

Lo vi frustrado mientras sostenía su brazo, me calmé para que no pasara a mayores, es el primer día, no puedo ser tan imprudente... Respiré y miré a mi hija -¿Estás bien?- A lo que ella respondió que sí en un noto muy apagado. Volteé a verlos a ambos y me senté en un sillón que estaba cerca -Sthefany, él es Fred... Fred Ramírez- parece que el niñato se atrevió hasta a hacer una reverencia hacia Sthefany, su voz, que se oía como un buen generador de ganancias, le dijo con descaro -Para servirle, madame- luego de él conseguir que yo volteara los ojos, volví a subir a mi habitación, pero sin antes sonreirles a ambos -Espero que se comporten, aunque algunos parece no saber como hacerlo-

20/07/17 - Miss Venezuela

-¿Un hermanastro?- Dijo emocionada. -Se llama Fred Ramírez. Es cantante y algo conocido, aunque apenas he podido hablar con él desde que llegó, pide su comida a su habitación y no lo veo casi fuera de su cuarto- Estaba contándole todo a mi amiga Lele Pons, que hace poco había regresado de una sesión de modelaje en Jamaica y no tuve tiempo para contarle ni por teléfono todo lo que sucedió. 

-Bueno, recuerda decirle que soy latina y me llame cuándo quiera- Ays esta Lele Pons, nunca cambiará -Sí le diré. Bueno, ya nos veremos para ir al Burger- dije antes de colgar. Me empecé a arreglar ya que esta noche tenía un certamen, mi madre suele ir conmigo por motivos de seguridad generalmente, no quiere que esta joya se raye pero en fin, ya le preguntaré, no suele faltar.

7 horas luego...

Ya casi termino de prepararme, este concurso es una clasificatoria de uno de los concursos de belleza más importante del mundo, aparte del Miss Universo, claro está. En eso que iba por el pasillo me encontré a Fred. Lo saludé pero parecía no reaccionar, me estaba clavando la mirada -¿Estás bien?- pregunté, por si acaso, ya que si algo le pasase a Fred mamá perdería todo nuestro dinero. Él me contestó -¿A dónde va esta señorita tan linda?- con un tono extraño. -Al Miss Queen Latina, bueno... Las clasificatorias- Fred se veía emocionado por esto, es la primera vez que lo veo mostrar una emoción humana -Y... ¿Puedo ir?- me quedé pensando, pero me acordé que al ser una audición, no habían muchos asientos disponibles y mi madre prefiere que los pocos que hay sean para miembros de seguridad y ella por supuesto. -No hay asientos disponibles para ti, lo siento- se veía realmente decepcionado, pero ¿por qué? en fin, no entiendo nada con este chico.

Me dirigí al antiguo despacho del difunto Sr. Ramírez, mi madre no suele tener trabajo, ni se suele ocupar de nada, pero igual le gusta estar en el despacho. Cuándo entré la vi sentada en el escritorio del Sr. Ramírez. -¿Por qué sigues ahí? Nunca tienes trabajo- mi madre se vio sorprendida -¿Una mujer no puede sentirse poderosa ahora?- dijo algo ofendida, dio una pausa y continuó -Aparte... Si tengo trabajo que hacer esta noche- -Pero si tengo la audición del Miss Queen Latina, ¿Cómo qué justo hoy te ocupaste, que nunca lo haces?- dije preocupada. 

Mi madre tomó un suspiro y continuó -Hoy no voy a poder ir, espero que lo entiendas- miré al suelo y le asentí, supongo que después de todo puedo ir con los guardias, aunque me da curiosidad que trabajo tendrá mamá hoy.

Mis pensamientos se disiparon rápidamente cuándo al salir me encontré a Fred casi pegado a la puerta, aunque creo a pesar de todo mamá no lo vio. -¿Qué se supone que haces?- le pregunté mientras caminaba hacia las escaleras. -Tienes un asiento libre, ¿eh?- le respondí que sí en cuánto bajaba, cuidando en no matarme con estos tacones en las escaleras, y una vez abajo me preguntó -Lo que significa que sí puedo ir contigo al certamen, ¿verdad?- Antes de poder siquiera pensarlo, vi a mi madre mirándonos desde arriba en el segundo piso, su voz resonó en la sala -Ni se te ocurra invitar a ese-

20/07/17 - Soraya Montenegro

¡Lo sabía! Ese descarado se iba a aprovechar de mi ausencia en las audiciones... Pero por suerte, ya me lo imaginaba y pude detenerlo en el acto -Ni se te ocurra invitar a ese- dije desde arriba -La Srta. Miss Venezuela irá con los guardias, y el puesto vacío que lo ocupé otro guardia he dicho- Mi hija ya se tenía que ir así que ni me discutió, aunque igual de nada le serviría. Me devolví al despacho para comenzar mi llamada de negocios, hasta que sonó la puerta justo en cuánto marqué el número, y quién más debe ser aparte del niño malcriado, pero igualmente, le indiqué que pasase a ver que quería

Se apoyo en mi escritorio con un enojo notable en su cara -¿¡Por qué!?- Me reí por la situación tan ridícula y por lo salvaje que era la actitud del flacucho pálido. -El tipo de asuntos de la Miss Venezuela no incumben a chicos de tu clase, punto final- 

-¿Qué clase de madrastra eres tú?- Estallé en risa después de esto -¿Madrastra? ¿Yo? Srta. Soraya Montenegro para ti, no soy tu madrastra ¡y jamás lo seré! Si te tengo aquí es porque mucho más no puedo hacer- Y me sorprendió bastante su respuesta a ello -¿Y si me das dinero de mi padre? Que debería corresponderme, a su hijo- Ante su alto tono de voz me levanté para encararlo.

 -Ese dinero es mío y no te voy a dar ni un centavo más del necesario... Si quieres irte y ser un vagabundo sin nada ni nadie, adelante, pero creo que no te conviene, así que pórtate bien para que no te arrepientas, grosero- 

Fred me miró con impotencia, y no me sorprende, no puede hacer nada contra mi, es mi marioneta, todo lo que él tiene es el dinero que uso para mantenerlo. Cuándo salió del despacho me volví a sentar en el escritorio, por el sonido de después, diría que también salió de la mansión pero me es indiferente lo que haga, mientras no tenga relación con mi dinero. 

Agarre el teléfono para empezar mi llamada de negocios -Y bien Sra. Montenegro, ¿Cuándo nos vemos?- -¿En una semana te parece bien?- dije con una sonrisa ante como las cosas marchaban -Me parece excelente, ya nos veremos entonces, buenas noches- Tomé un suspiro después de que me colgara, todo va excelente, el único problema que tengo en estos momentos es ese chico... Fred Ramírez

Continuará...

La mansión Ramírez: una historia de amor y odioحيث تعيش القصص. اكتشف الآن