03| Líderes Del Grupo Élite

1.7K 134 35
                                    

Rose Collins.

Muchas veces nos sentimos preparados para momentos de la vida que, cuando se presentan, no salen como esperábamos. En mi caso, yo estaba lista para acabar con ellos pero jamás creí que habría un error en el plan. Nunca pensé que nos dejaríamos llevar por la furia y desvelaríamos nuestras identidades en el primer encuentro. No había marcha atrás, ellos sabían quiénes éramos y seguramente nos buscarían hasta el cansancio.

Si había algo que también me resultó inesperado, fue la presencia de Eros. Estuve con él por mucho tiempo y nunca me había percatado de lo imponente que se ve en comparación a otros mafiosos, sin embargo, me di cuenta que fui capaz de pasarlo por alto ya que nunca me vi como su oponente. Antes sólo veía el lado atractivo de él, aquella personalidad que me atrapó en sus dulces mentiras. Ahora pude ver lo mismo que todos: un mafioso que desea poder y es capaz de matar a quién sea por tenerlo.

Eros es igual a todos.

— Cuando dijiste que necesitabas un momento para recomponerte, no pensé que te referías a comer en el estacionamiento de McDonald's.

— Cállate y come tu hamburguesa.— respondí mirándolo de reojo y mi amigo rió.

— Supongo que metimos la pata al mostrar nuestros rostros, de todas formas, Evan se hará cargo.

— Estoy segura de que ellos deben estar yendo a la organización, sus cabezas deben estar llenas de preguntas.

— Lo mejor será que busquemos un hotel para esta noche, Evan nos matará en cuanto nos vea.

Solté un suspiro y miré hacia adelante, la posibilidad de que estemos en problemas pero ya no éramos unos niños jugando a ser mafiosos, ahora estábamos metidos en esto. Si alguien se atrevía a darme órdenes, le costaría la vida. No soportaría a otro idiota diciéndome qué hacer, de hecho, nadie lo ha hecho desde aquella noche y eso es porque aprendí a poner límites. Para la desgracia de Evan, mis límites eran demasiado cortos.

— Ya nos vamos a la organización, ponte el cinturón.— ordené encendiendo el motor.

— ¿Estás segura de lo que haces? Quizás estén allí mismo armando un revuelo.

— No entramos por la entrada principal, iremos por la que está escondida.

Manejé hasta las afueras del sitio y aceleré una vez que estuvimos en la avenida, los hechos eran recientes como para analizarlos uno por uno. Tampoco tenía ganas de seguir gustando energía en ellos por hoy, miré mi abdomen donde había recibido un puñetazo de Eros e hice una mueca al sentir una punzada. El reloj marcaba las dos de la madrugada por lo que no había demasiado tráfico, en cuestión de minutos llegamos a la organización.

— Te lo dije, sus coches están aquí junto a algunas camionetas.

— ¿Por qué necesitarían camionetas?

La pregunta flotó entre ambos.

— Espero que no sea para lo que pensamos.— respondió Ryan frunciendo el ceño.

Ambos miramos las camionetas negras y el impulso de pinchar las ruedas cruzó por mi mente, pero me mantuve al margen. Guardé el coche en el estacionamiento subterráneo y luego tomamos el elevador para ir al primer piso. Las puertas se abrieron dejándonos ver el preocupado rostro de Selene, ella nos empujó adentro y tocó un botón al azar para que las puertas se cerrarán.

— ¿Qué demonios hicieron?

— Tomar aire.— respondió Ryan cruzándose de brazos.

Ella golpeó su mano contra la frente.

Pequeño Demonio: Bestia | EDITANDO Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon